Nuevos comienzos
(Pov de Chris.)
Salí de la habitación en donde había tenido sexo con mi profesor, nuevamente. Pero había algo dentro de mi que decía que esto era diferente, muy difícil de explicar pero era un leve presentimiento.
Abrí la puerta de mi casa y vi a una Andy preocupada frente a ella. La invité a pasar cuando rapidamente recordé que no me encontraba solo.
Mierda, si Frank habla todo se irá a la mierda. El nerviosismo me carcomía.
—Chris, estás bien? —pregunta Andy curiosa.
—Eh? S-si lo estoy.. a que has venido Andy?—pregunte.
—Oh eso, estaba preocupada no respondías mis llamadas, seguro que estás bien?—comentó algo preocupada.
—L-lo estoy —tenia que hacer que ella se fuera, me dolía tener que hacer que se fuera pero esto depende de mi futuro.—deberías irte tengo mucho trabajo y por la noche tengo turno.—comente volteando al cuarto.
—Aw vamos no puedes echarme—resoplo estrujandome.—espera..¿que es esto?—senti un leve toque en mi cuerpo.
Maldición las marcas.
—Eh no lose—me solté de su agarre.
—Tuviste relaciones con alguien? Esos son chupetes, no? —preguntó algo sorprendida.
—Q-que de que hablas? No es nada, debes irte Andrea.—respondí.
—Bien cuando estés preparado para decirme la verdad te escucharé.—se levantó algo indignada. —Cierto lindo auto de la entrada.
Auto? De que me habla? La acompañe hasta la puerta y nos dimos un beso en la mejilla de despedida.
Rapidamente corrí al cuarto, estaba ahí acostado despreocupado checando su móvil.—Listo?—pregunta.
—S-si..—respondi mientras limpiaba un poco el desorden de la habitación.
—Entonces debería irme..deje los trabajos en la mesa.—comentó mientras se ponía su pantalón.
Se veía bien tenía un buen abdomen, era sexy muy sexy.—Oh bien..—dije serio.
—Mh? Acaso esperabas algo más? —preguntó acercándose lentamente.
—Nada.. debo tender la cama, solo eso. —Menti.
—Se acercó y levantó mi barbilla, un pequeño beso fue lo que sucedió.— Supongo que esperabas esto. —comentó separándose.
—Lo esperaba..—dije dándole una sonrisa.
—Bien entonces te veo luego. —dijo tomando sus cosas.
Asenti y este salió de la casa.
(...)
La mañana había sido muy ajetreada y tenía que trabajar era de ley.
La tarde se había hecho liviana ya que no había tanto cliente así que decidí continuar mi libro. Al pasar de una hora un cliente que nunca había visto entra por la puerta, un joven apuesto de unos 23 se veía bastante guapo.
Este se acercó al mostrador.—Hola, unos cigarrillos. —Dijo, un chico bastante apuesto.
—S-si —le cobré la cajetilla y este me dio el dinero— gracias.
—Este me dio una sonrisa y se volteó.— Por nada.
Wah nunca me había sentido así, eso hizo cambiar mis ánimos por completo hasta que cierta persona se presentó después de la salida de ese chico.
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¿Puedo amarte?
RomancePodría vivir una juventud despreocupada pero me gusta el peligro y también mi profesor de Psicología. Podemos continuar nuestra vida sin habernos cruzado ese día pero las copas se fueron y con ello las ganas. ¿Que pasara?