Alma pura

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¿Porque mamá me ocultó que papa seguía en vida?. ¿Donde estaba papá?.

Volví a mi cuerpo de perro, esta vez no me dió tiempo a decirle nada a doña gata la visionaria. Pues cuando volví a mi cuerpo, ella ya se había ido.
La busque por todas las salas, doña gata la visionaria ya no estaba.
¿Porque sabía cosas de mi vida de humana?. Sabia cosas que ni yo sabía...

Escuché el timbre de el veterinario, pude ver desde la puerta que eran unos tacones de charol negros. Si, así es, ¡es Irene!.
Con la pata coja y despertando aún de el shock que me dejó doña gata , me apresuré para darle las gracias a Irene.

—¡Hola princesa estas preciosa!.

Ella si que estaba guapa, pues el cambio que dió era monumental, se veía con otro carisma, era como si su ego ahora estuviera navegando alto por los mares profundos, por allí, por donde Cesar y yo nadabamos sin rumbo siendo dos pececillos sin preocupaciones.
Echaba de menos a Lorena y a Cesar.

Irene firmó una hoja que le dio el doctor la cual haría que sus ojos cerraran con fuerza, pues la hoja decía así:

Estimada clienta.
Espero que su estancia haya sido de su agrado.
Un placer por contar con nosotros, la vida de nuestros cánidos es la más importante. Abajo detalló el total del costo.
Ingreso Princesa: 300 euros.
Medicacion: 700 euros.
Habitacion por dias: x2 meses, 1530 euros.
Tratamiento: 100 euros
Salida de ingreso : 20 euros

Pagos en efectivo o tarjeta.
Feliz día.

Irene abrió la boca en señal de sorpresa, pues el costo total eran de 2650 euros. A pagar al momento, o eso, o tenía que quedarme en el veterinario.

Irene se agachó, miró tristemente y dijo:
—Lo siento princesa, pero he de hacer lo correcto...

Mis ojos se llenaron de lágrimas, en realidad podía comprenderla , pero me entristeció mucho la manera de mirarme.

—Debo de hacer lo correcto... y lo correcto es que te vengas conmigo a casa. Dijo Irene en un tono burlesco.

Se me fueron las lágrimas de los ojos para empezar a dar vueltas entre mi misma, con la cola a un movimiento brutal, ni yo misma sabia que se podía mover tan rápido.

—¡¡Gracias, gracias!! (GUAU, GUAU)

Irene sacó una tarjeta la cual ponía Carlos José Valle Cuesta, al parecer mi estancia en el veterinario la pagaba Carlos. Claro eso si, sin su supervisión ni bajo su consentimiento.
¿Que sería Irene en la vida de la reencarnacion?

Lo primero que se hace al perder o recibir un robo de tarjeta es bloquearla. Pero lo que parecía que tenía Carlos bloqueado era el cerebro.

Una vez pagado, salí con Irene y vi el sol pegándome fuertemente en los ojos, pues después de dos largos meses sin ver el sol y permanecer en la oscuridad pude darme cuenta que hay que agradecer cada día que nos da la vida.
Bajé mi primera vez las escaleras con solo tres patas, y la verdad no es tan difícil, solo es coordinarse en cada paso que das.
Irene me miraba orgullosa, podía ver brillo en sus ojos, pues estaba feliz. Yo también lo estaba, pero me faltaba alguien, Lorena y Cesar.

De camino a Villa Terrasa , ví de fondo a un hombre que caminaba con un Schnauzer, al parecer competía en concurso de belleza canina, ya que su pelo lo tenía totalmente liso, su flequillo tapaba sus ojos, coordinaba sus pasos a ritmo elegante.
El hombre se acercó a Irene.

(—Hola Irene. ¡Me alegro de verte bien, estas resplandeciente!. Dijo el hombre.
—¡Hola Gonzalo! , yo también te veo bien, y a Tobi se le ve genial también, ¿como quedo en el concurso de belleza?.
— Tobi quedó tercero).

{Así que Tobi..}{Pues Tobi podria ser lo que en humano sería un chico pijo delicado}.Pensé.

Mientras Tobi venía de marcar su territorio en un pequeño arbusto , se acercó.
{¿Se puede saber que haces?} Tobi se acerco a mi trasero, ¿en busca de mi culo? , se ponía de pie para poder olerme.

—¡¡¡EH BASTA!!! ¡¡¡CREO QUE HAS COJIDO DEMASIADA CONFIANZA Y ACABAMOS DE CONOCERNOS!!!.
(GUAU, GUAU, GUAU) Ladré.

—Eh parece que a tu gran danes no le interesa conocer a Tobi, jeje. Se reía Gonzalo.

—Acaba de salir del veterinario, estará rara por unos días. Dijo Irene.

¿Rara? ¿Veis normal que quiera oler mi trasero?.
Así que mi instinto de humana salió:
—Grrrrrr.. gruñí.
Tobi se echó para atrás al ver mi gran enfado.
—Respetemos las distancias Tobi. Ladré.
(GUAU,GUAU).

Irene al ver mi enfado se despidió de Gonzalo.
—Hasta pronto Irene.

¿Hasta pronto?, espero que hasta nunca, porque desde luego no aguanto a tu Schnauzer olisqueatraseros.

Villa Terrasa ya se podía ver al fondo, y miré a Irene con alegría mientras cojeaba de mi pata.
Llegamos y vi la alcantarilla que me trajo bonitos y malos recuerdos. Pues hay fue mi muerte humana, y bonitos porque me hizo conocer a Lorena.
¿Donde estarían Lorena y Cesar?.

Al entrar a Villa Terrasa quise ver la acequia que me había echo quedarme en coma por dos meses, y romperme la pata, así que me arrimé mientras Irene abría la puerta.
Una gran acequia, agradecí en aquel momento no haberme echo algo peor. Pues Tobi por ejemplo no habría sobrevivido ante lamentable situación que viví.
Entre a casa que se quedo tal cual estaba cuando decidí mi escapada.

—Princesa, desde tu accidente no volví a casa. Estuve en casa de una amiga mía muy buena. Algún día te la presentaré, porque tu gran tamaño le daría miedo.

Recorrí toda la casa, en busca de recuerdos con Lorena y Cesar, y esque ellos siempre estaban echados en su cama que aún permanecía en el mismo sitio.

¿Donde estaréis?. 

LA VIDA QUE NO ELEGÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora