Bonito nombre
Todos los días era la misma rutina despertarme bajar a desayunar e ir a la escuela, lo que más me emocionaba de mi día era poder ir a verlo al bosque en nuestro lugar, el lago, aquel mismo sitio donde lo encontré herido, ya habían pasado algunos meses, y aunque pensé que no regresaría cuando se marchó, me sorprendí cuando al día siguiente cerca de la hora en que lo encontré estaba ahí, recostado sobre su pecho.
En ese momento supe que podría entablar una amistad con él, era raro, un lobo de casi 3 metros con una niña que apenas se podría decir que alcanzaba el tamaño normal a su edad, siempre había sido pequeña pero al lado de él podría fácilmente ser comparada con una pulga.
Supe su nombre después de estar casi una hora diciendo nombres al azar, todavía recuerdo ese momento fue exactamente 3 días después de encontrarlo.
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-¡Ya se!- le dije alegremente observando como el brincaba del inesperado grito que solté –no se tu nombre y ni siquiera me he presentado, me llamo Alexia tengo 1 hermano mayor y vivo con mis 2 padres- el solo se me quedo viendo.
Pero aun así no se tu nombre, ¿tienes uno?- tras la pregunta el agacho la cabeza por lo que lo tome como un si – Jacob (?- el me gruño, okay no se llamaba como el amor de mi vida, comencé a decir nombres al azar.
Entonces se me acorrió una idea– te diré algunas letras, gruñe cuando escuches la de tu nombre-le dije y así le comencé a decir todo el abecedario, el gruño cuando dije la M.
Comencé a decir algunos nombres y el gruño de nuevo cuando dije Max- así que ese es tu nombre es muy lindo y te queda bien- el solo me observo como si entendiera cada palabra que salía de mi boca.
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Era un bonito recuerdo, porque después de eso decidimos entrar al lago a relajarnos un rato.
Al vivir en un pueblo que estaba casi a 5 horas de viaje en carro de la ciudad, la vida podía llegar a ser algo monótona, todos se conocían entre sí, pero cada quien vivía en su propio mundo, exceptuando a una que otra señora que le gustara el cotilleo, fuera de ello nadie se metía con nadie formando un ambiente pacifico y tranquilo para el crecimiento de cualquier niño.
Por ello mis padres habían decidido vivir aquí cuando mi hermano apenas tenia 1 mes de nacido, las escuelas eran buenas y económicas, aunque esto ultimo era algo irrelevante para mis padres, yo nací aquí, aunque no era el único lugar que mis pies habían pisado, pues a mis padres les gustaba presumir su dinero, y yo tenia el privilegio de conocer lugares como Londres, Grecia, Canadá y Colombia, lugares hermosos que a mi corta edad no había podido disfrutar por estar encerrada en hoteles esperando a mis padres que se la pasaban en sus juntas eternas de negocios, algunos de los recuerdos eran borrosos pues solo podía disfrutar de las vistas mientras un coche nos lleva de un lugar a otro.
Me gustaría poder viajar a más lugares para poder explorarlos, había visto gracias a mi hermano lugares hermosos y paradisíacos, lugares que te robaban el aliento con solo verlos, lugares donde cualquier persona eligiría vivir, no yo, claro.
Yo eligiría a mi pueblo siempre, porque ahí había crecido, ahí tenia mis recuerdos mas valiosos y ahí tenia a Max.
¡Hola! me alegro de que estés aquí,
espero disfrutes de está nueva historia como yo lo hago escribiéndola.
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Max
WerewolfEntonces, note algo en su mirada, se sentía como una conexión extraña que me dio la confianza de acercarme y curar sus heridas. Su pelaje negro era tan oscuro que no sabía cómo había visto esa sangre y fue en esa tarde cuando mi amistad con él comen...