Creo que... ganamos
Mientras acariciaba la cabeza de mi peludo amigo, no pude evitar recordar todo el tiempo que había pasado a su lado, cuantos años habían pasado, yo contaba con 16 años de edad, eso daba a 4 años conociéndole.
4 años donde mi prioridad siempre había sido estar a su lado, exceptuando los días de tormenta y los campamentos continuos que hacían en la escuela, donde todo podía pasar.
Corté el hilo de mis pensamientos, cuando sentí un movimiento brusco, él se había levantado y estaba frente a mí en una posición de ataque, me levanté en seguida, percatándome de 5 lobos que a simple vista se veían más pequeños, estaban a una distancia prudente pero al mismo tiempo estaban muy cerca, sus miradas solo reflejaban ira, uno de ellos comenzó acercarse y Max solo gruñó como si quisiera intimidarlo con su atura pero el lobo no retrocedió.
Con un poco de miedo tome la rama con la que había practicado algunos ataques con Max, sentía la adrenalina correr por mis venas, en algún momento tenía que utilizar lo aprendido en mis clases.
-Estoy lista- le dije a Max con una voz algo aguda mientras sostenía mi rama
Los lobos ya habían comenzado a rodearnos, cuando comenzaba a creer que solo querían asustarnos ellos se lanzaron hacia nosotros, el primero que llegó hacia mi recibió un buen golpe en la mandíbula lo cual lo hizo soltar un chirrido de dolor, casi al instante que retrocedió llegó otro que logro derribarme.
-No podrás contra mi lobito- dije con una seguridad que me sorprendió hasta a mi, al mismo tiempo con mis dos piernas me las ingenié para empujarlo, aventándole un poco lejos, este no llego a quejarse- con que eso no te dolió- exclamé un poco agitada por el esfuerzo, él se volvió a aventar hacia mí y recibió un buen golpe en la cabeza.
No lo podía creer, esto estaba pasando de verdad, ¡estaba peleando con lobos!
No pude seguir con mi momento, porque el primero se estaba uniendo al round y sabía que no lograría salir ilesa si esos dos me atacaban al mismo tiempo, por un momento miré de reojo a Max, había un lobo en el suelo que respiraba agitadamente mientras los otros dos intentaban derribarlo a él, cuando volví a mi pelea uno estaba corriendo hacia mi.
Lo golpee con todas mis fuerzas en su mandíbula, el golpe se escuchó en seco, el otro intentó brincar sobre mí pero logre esquivarlo. La gimnasia en la escuela me estaba ayudando en estos momentos, voltee rápidamente hacia él y le proporcione un golpe en una pata, le di otro en el lado izquierdo de su cabeza, cuando se inclinó un poco por el golpe, me atreví a darle una patada en las costillas derechas, se escuchó un estruendoso aullido de dolor y todos volteamos a ver.
Era un escena horrorosa había mucha sangre y a unos metros de mí se encontraba el cuerpo inerte de un lobo, mis ojos se llenaron de lágrimas que no salieron, mi visión se tornó algo borrosa debido a ello, la impresión en mí era muy grande no estaba preparada para tal escena y menos si Max era parte de.
Los lobos con los que yo había luchado unos momentos atrás se estaban acercando al cuerpo y Max, estaba ahí luciendo poderoso aún con sangre escurriéndole por encima, uno de ellos levantó el cuerpo del lobo con su hocico, otro se acercó a ayudar y rápidamente se fueron.
-Creo que... ganamos- dije en un susurro volteando hacia Max, el solo me observo con unos ojos casi negros que me hicieron temblar al notar que su gris original era inexistente – tus ojos- dije nuevamente entre murmullos.
No sabia que más decir y al parecer mi cuerpo estaba igual de anonado que yo, él solo bajo la cabeza como si estuviera apenado, comencé a sentirme extraña, sentí mucho cansancio, mis ojos poco a poco comenzaron a nublarse, mi cuerpo comenzó a sentirse pesado y me dejé llevar por la oscuridad.
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Max
WerewolfEntonces, note algo en su mirada, se sentía como una conexión extraña que me dio la confianza de acercarme y curar sus heridas. Su pelaje negro era tan oscuro que no sabía cómo había visto esa sangre y fue en esa tarde cuando mi amistad con él comen...