6-Un poco de placer

6 1 0
                                    

ISABELLA

La maldita resaca no me permitió quedarme a dormir un poco más, maldije en voz baja y empecé a abrir los ojos, no recuerdo casi nada de ayer, ni siquiera sé cómo llegue a mi casa, ni a mi cama. La respuesta llegó poco después de adaptarme a la luz y ver un cuerpo descansando muy incómodamente, cabe recalcar, en la silla de mi escritorio. Y le pertenecía nada más y nada menos que a Theo, supongo que no pudo resistir mi belleza y vino a espiarme mientras duermo, lo cual suena lo suficientemente perturbador para que deje de pensar en eso.

Salgo de la habitación sin hacer tanto ruido y cuando lo logro me dirijo a la cocina por un vaso de agua, a pesar de haber tomado cosas dañinas para mi cuerpo, no tenía ganas de vomitar, sino de comer hasta el otro día, no sé cómo a otras personas se les va el apetito por completo.

Si Theo se quedó, por lo menos debía levantarse temprano y hacerme el desayuno, se quedó en mi casa y aun así ¿yo tengo que hacer el desayuno?, que persona tan descortés, pero ya que, yo haré de príncipe y que él sea mi princesa.

Empecé por buscar algo de leche y por suerte también había tostadas en uno de los cajones de la cocina, una vez hice mi mayor esfuerzo, puse todo en una bandeja y la subí a mi cuarto, si no preparó el desayuno que por lo menos lave los platos ¿no?

Abrí la puerta con cuidado y vi Theo en la misma posición, al parecer tenía un sueño profundo, me acerqué con cuidado e intenté moverlo un poco, no respondió, intenté más fuerte susurrando su nombre.

Me acerqué tanto que pude sentir su respiración en mi cara, aproveché para verlo y la verdad que estaba bueno, y mi imaginación empezó a volar, que tal si solo rozo esos deliciosos labios por una vez y después lo alejo sin que él se dé cuenta, parecía un buen plan, y en contra de todos mis pensamientos lo hice, creo que aún había alcohol en mi sistema.

No fue algo extremo, solo un inocente roce, pero para mí maravillosa suerte, Theo abrió los ojos, no dijo una palabra, miró mis labios y se acercó un poco más, estaba esperando que dé el primer paso, tal vez no sea tan malo hacerlo, abusar un poco del chico bueno no estaría mal, ¿cierto?

Mordí su labio de una maldita vez, si iba a hacer esto, quería hacerlo bien, cerró sus ojos y soltó un suspiro, Theo alzó su mano y acarició mi mejilla, después de ese lindo gesto, subió su mano y tomó un puñado de mi cabello para jalarme hacia él, nos besamos lentamente, como cuando pruebas algo nuevo y delicioso y comes más despacio para que dure mucho tiempo.

Pero como mi paciencia era poca, decidí hacer esto más interesante, me senté a horcajadas y me acomodé de forma que podía sentir su calor y su bien proporcionada entrepierna, yo no sé ustedes, pero yo ya estaba mojada, tomó mis caderas y me acercó aún más, haciendo el beso más agresivo, nuestras lenguas parecían amigas de toda la vida, nos separamos un poco para tomar aire, y aproveché para hacer un leve movimiento con mis caderas, haciendo que su erección se restregara con mi intimidad.

Mierda, esto se sentía bien, y todo mejoró cuando puso sus manos en mi trasero e hizo que el ritmo sea mucho más rápido. Intenté parar para darnos más comodidad, pero al parecer Theo pensó algo diferente, cuando quise separarme él se quedó por completo quieto, sus pupilas estaban muy dilatadas y su labio estaba rojo por morderlo tanto, y me hago responsable por eso.

-Yo... ¿hice algo mal? - dijo con su sexy voz ronca, ni siquiera sé porque paramos, hay que seguir hasta el amanecer.

-No, yo solo quería acomodarme mejor- le dije centrándome en la situación y no en su hermoso cuerpo.

- ¿Así está bien? - dijo abriendo un poco más mis piernas haciendo que sienta por completo su erección.

-Si...-susurré metiendo mi cabeza en su cuello-No pares-le exigí cuando había tomado un ritmo realmente bueno.

-Más, por favor-dije mordiendo mi labio.

Y vaya que se esforzó, volvió a besarme y metió su mano bajo mi ropa interior, claro que le era fácil puesto que solo llevaba puesto un simple camisón, eran mis favoritos para dormir, y al parecer ahora eran mis favoritos para tener sexo. Eres grande Isabella, y también lo eran los dedos de Theo, porque vaya, podía sentirlos recorrer partes de mí que ni yo conocía.

Y el orgasmo que tuve me dejó un poco drogada para ser sincera, y fue tan placentero que me olvidé por completo del placer de Theo, cuando me recuperé un poco y lo miré, tenía la respiración acelerada y sus mejillas estaban rojas, cuando bajé la mirada había una mancha en su pantalón, al parecer si lo había disfrutado.

Al darse cuenta de su pequeño accidente, me hizo suavemente a un lado y se tapó con su mano.

-Eso fue increíble, pero creo que debería irme, ¿nos vemos al rato? -dijo dándome un beso corto antes de salir.

Sonreí

Nunca pensé que un desconocido fuera a darme más felicidad que mi propia familia.

-------------------------------------------------------------------------------

Hola caramelos, perdón por la tardanza, espero que lo estén disfrutando, por hoy no tengo mucho que decir, solo que lo disfruten y dejen su comentario y si estrellita.

Los amo

Hola y Adiós

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Muriendo De Amor♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora