•삼•

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Jamás dejar de escribir la loca(?

Holaaaa ❤️

¿Cómo están? ¿Cómo se encuentran?

Primero que nada, sí, esta semana probablemente vuelva a subir capítulos de mis otros historias... La semana pasada fue... Rara(?

La camioneta de Minho es más o menos como la de la foto(?

Espero que les guste el capítulo y perdón por los errores ❤️❤️❤️

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Cuando Jisung salió de su casa la mañana siguiente, Hyunjin aún dormía en el sofá, desparramado de una forma poco cómoda, y con una pierna lanzada al suelo. Changbin le dio una mirada veloz antes de bufar con gracia.

Su madre negó suavemente con la cabeza, y le entregó una pequeña fuente llena de alimento.

-¿Por qué no le llevas esto a Minho, cariño? Aún le debe resultar algo extraño comer con nosotros.

Jisung observó el desayuno por algunos segundos, antes de sostenerlo en sus manos, y sonreír hacia su madre. ¿Deseaba llevarle el desayuno al nuevo empleado? Por supuesto que no. Pero ¿Deseaba lograr que su madre se enfadara? Jamás, ni en sus peores pesadillas.

El camino de la casa al granero no tomaba mas de treinta segundos a velocidad moderada. Minho estaría despierto, principalmente por las gallinas que dormían en el gallinero anexado al granero, pero también porque sería su primer día de trabajo; y si Jisung entendía algo de la vida, era que las primeras impresiones eran fuertemente decisivas.

No muchos sabían cómo lograr que una mala primera impresión cambiara con el tiempo. Jisung se jactaba de ser alguien con esa capacidad. Y por dios esperaba que así fuera, porque cuando Lee Minho salió de su habitación, remera a medio colocar y sonrisa cansada en el rostro, las piernas de Jisung temblaron. También lo hicieron sus palabras.

-Yo... Esto... Mmh... El desayuno. Mi madre, te envía desayuno.

La sonrisa del mayor se amplió, como si su infantil tartamudeo fuera la cosa más divertida del mundo. Se movió lentamente, sin dejar de observarlo directo a los ojos, y tomó la fuente entre sus manos.

-Gracias niño -medio susurró, corriendo al fin la mirada.

-De nada, anciano -murmuró, alejándose con velocidad, casi corriendo.

Cuando salía del lugar, pudo oír a la perfección una pequeña risa inundando el granero. Sus mejillas ardían. Nunca respondía de esa manera a personas mayores, pero esa mirada tan retadora... Minho parecía gritar en silencio, para que Jisung reaccionara a sus palabras.

-Niño -bufó casi para él mismo, volviendo hacia su hogar.

No dijo mucho durante gran parte del desayuno, recibiendo miradas curiosas de parte de Seulgi y divertidas de Hyunjin (quien había sido informado de inmediato sobre lo que sucedió en la puerta del granero). No importaba cuánto intentara poner su atención en las conversaciones, su mente volvía molestamente a los ojos entrecerrados de Minho observándolo con diversión. No lo entendía, porque no era una mirada de real burla, sino la mirada de un cómplice juego que Jisung parecía no comprender.

-No te aburras.

-¿Aburrirme? -preguntó Hyunjin-. Si me la pasaré de maravilla, sentado a la sombra, observando como trabajas.

ROARING YOUTH // [MINSUNG] (En corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora