Cuidando a los gemelos

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Ya de regreso a su hogar tenían preparada la habitación de los gemelos, pero Deuteros insistió en que no se separaría de ellos en ningún momento (aún tenía algún que otro cambio de humor repentino por el embarazo) así que fue Asmita quien hizo la cena mientras Deuteros jugaba con los niños en la alfombra del salón. Como estaba en el suelo no había riesgo de que ninguno de los dos se lastimarse y como las puertas del jardín estaban cerradas y las del salón también, no podían escapar de la vista de la pareja.

Aunque siempre tiene que pasar algo no?

>Deuteros dónde está Kanon? -preguntó Asmita algo preocupado ya que sólo vio a Saga en la alfombra-

>Sólo me he dado la vuelta dos segundos -estaba sorprendido ya que literalmente sólo se había girado un par de segundos y Kanon ya no se encontraba jugando en la alfombra con su hermano- No puede haber ido muy lejos, las puertas del salón están cerradas

>No ha salido del salón, tranquilo apago el horno y lo buscamos -y es que Asmita se encontraba haciendo la cena tranquilamente, pero dicho y hecho apagó el horno cuando se terminó de hacer la cena y se pusieron a buscar a Kanon-

Sin embargo, ambos eran padres primerizos y no cayeron en la cuenta de que también había que vigilar un poco a Saga, y en cuanto hubieron encontrado a Kanon (que por alguna razón estaba debajo de una mesa) se giraron a ver a Saga pero ya no estaba en la alfombra.

Después de andar jugando un rato a las escondidas con los pequeños bebés Asmita movió la cuna al salón y Deuteros los acomodó para que durmieran, a lo que los traviesos gemelos cayeron rendidos después de tanto tiempo jugando con sus papás.

>Sí que tienen energías, y eso que acaban de nacer -dijo un sonriente Deuteros, mirando con cariño a sus hijos, pensando que tal vez, no había sido tan mala idea dejar que Asmita lo dominase aquella noche, y las que siguieron también-

>Me pregunto a quién se parecerán -dijo Asmita mirando de manera divertida a su pareja- Aunque son muy tiernos y se parecen mucho a tí amor

>D-de verdad lo piensas? -dijo levemente sonrojado- Aunque no quiero que crezcan, son demasiado tiernos

>Todo lo dirá el tiempo Deuteros, tranquilo -le dio un tierno beso para luego recoger los trastos de la cena y después con cuidado cada uno tomó en brazos a un bebé y los llevaron a otra cuna que tenían en su habitación (por insistencia de Asmita)- Descansa mi amado demonio

>También tú querido -arropó a los niños con una manta a cada uno para que no peleasen por ella por la noche y se durmió al lado de su amado esposo-

Amor VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora