6.2 (SPANISH)

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- "Kong...para ya. ¡Te he dicho que no pienso hacer eso!" - exclamó Arthit mientras corría alrededor de la mesa que ocupaba el centro de su sala de estar seguido de cerca por su novio.

Una vez más el joven se arrepintió de haberle contado a Kongpob su pequeña aventura con el calcetín de su abuela pero...¿Cómo iba a imaginar que Kong era la persona que se lo había devuelto?

"Y sólo a mí se me ocurre comentarle lo del beso..", se dijo mientras colocaba una silla en el camino de su novio que, sin embargo, saltó por encima de ella como si se tratara de una gacela.

¡Diantres!

- "Eso no me va a detener, Oon...¿o ya te has olvidado que soy bueno en baloncesto?" - susurró el joven mientras reducía la distancia que los separaba. 

Arthit se mordió el labio y, girando hacia la derecha, intentó dirigirse hacia la puerta del apartamento.

- "Kong... lo digo en serio. Deja ya de jugar o vas a acabar durmiendo en el sofá de la sala o peor, en tu dormitorio".

Éste, sin embargo, hizo un  breve puchero mientras giraba y con rapidez, se colocaba frente a la puerta cerrada.

- "Vamos Oon...sólo es un beso, como el que me diste en el puente la semana pasada, ¿si?"

Arthit gruñó y, con las mejillas sonrojadas, giró bruscamente para después salir disparado hacia su cuarto. Con rapidez alcanzó la puerta pero, sin embargo, justo antes de que pudiera cerrarla, una mano se coló por el hueco impidiendo así que cumpliera con su plan.

Un gruñido salió de sus labios y, dándose la vuelta, corrió hacia la cama. Sin embargo, no bien hubo alcanzado el borde del colchón, un cuerpo chocó contra el suyo haciendo que ambos cayeran sobre las sábanas.

- "¡KONGPOB!" - exclamó mientras se volvía hacia el joven que estaba ahora encima suya.

Éste, con una leve sonrisa juguetona en los labios, le miró para, al notar su mirada furiosa, apartarse con una ligera mueca de tristeza.

Arthit suspiró, sintiéndose levemente culpable.

Lo cierto era que había sido él quien había besado a Kongpob esa noche en el puente, cuando había aceptado sus sentimientos. Sin embargo, desde entonces, cada intento que había hecho el joven para acercarse a él había sido rechazado con palabras mordaces y, a veces, hasta con un movimiento brusco.

Y Arthit sabía que no era justo, no para Kong.. pero no podía evitarlo. Su timidez era más fuerte que todo y, en la mayoría de las ocasiones, ya le había hecho reaccionar de la peor de las formas antes de que siquiera se diera cuenta de lo que había ocurrido.

Como ahora...

Kongpob sólo le estaba pidiendo un beso, un leve beso que, si lo meditaba con tranquilidad, más parecía una de las acostumbradas bromitas de su novio más que de una petición en serio. Sin embargo su reacción, saltando de la silla y alejándose de su novio con el rostro completamente rojo, sólo había logrado que éste siguiera con su juego hasta acabar donde estaban ahora. 

"Y ésta vez si he hecho que se sienta mal...", pensó mientras veía como Kong se sentaba sobre el borde de la cama y, con una leve sonrisa que no llegaba a sus ojos, se inclinaba a modo de disculpa.

- "Lo siento, P'Arthit.. sólo estaba bromeando. Por favor, no te enfades conmigo"

Arthit se mordió el labio inferior, desviando la mirada de los ojos de perrito abandonado que lo estaban viendo desde el otro lado de la cama.

- "No te preocupes..."

- "Pero P.. de verdad que yo no..." - comenzó a decir cuando, para su sorpresa, un par de labios se posaron sobre los suyos impidiendo así que continuara hablando.

- "Ya he dicho que no te preocupes...no pasa nada.." - dijo Arthit tras separarse de Kong que, con el rostro completamente rojo, lo miraba ahora con la boca abierta por la sorpresa.

Arthit sonrió.

- "Ahora será mejor que volvamos a la mesa o se nos va a enfriar la cena..."

Tras lo cual comenzó a ponerse de pie cuando, para su sorpresa, una mano le agarró del brazo haciendo que volviera a sentarse sobre la cama. Instantes después un par de brazos rodearon su cintura, haciendo que sus mejillas se tiñeran de rojo.

- "Mmm...Ooon.... entonces, ¿eso quiere decir que no estás enfadado? ¿Qué puedo pedirte ese beso?"

Arthit, con expresión incrédula, se volvió hacia el joven que ahora le sonreía con expresión feliz.

- "¿Be..beso? Pero si...¡si ya te lo he dado!" 

Kongpob, sin embargo, negó con la cabeza.

- "No, mi amor..ese beso me lo has dado porque has querido. Ahora quiero el otro, el que me debes por ayudarte con lo del calcetín de tu abuela.."

Arthit abrió la boca, sin embargo nada salió de sus labios por unos segundos. Sin embargo, cuando notó la sonrisa pícara en los labios de su novio, un leve tic se adueñó de su ceja derecha y....

- "¡¡¡KONGPOOOOB!!!"


FIN

PERAYA ONE SHOTS & SHORT STORIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora