Si te conoci una vez, volvere a conocerte

CAPÍTULO 4-"Verdades"

PUNTO DE VISTA DE TANIA

Alberto y yo nos acercamos rápidamente al círculo que se había formado y era que una señora se había desmayado y la gente estaba asustada porque no sabían qué hacer, así que Alberto se acercó a ella y empezó a hacerle los primeros auxilios, de repente escuchamos unos gritos que venían de detrás llamando a la que parecía ser la señora desmayada y la cual parece que se llama Remedios, eran una chica y un chico, estos nos retiraron a todos para poder hacer espacio y dejaron que Alberto siguiera haciéndole los primeros auxilios mientras la chica llamaba a una ambulancia y el chico tranquilizaba a los clientes. Poco después llegó la ambulancia y se llevaron a la señora quien fue acompañada por esos dos, Alberto quien prácticamente le había dado el oxígeno para que siguiera viviendo estaba preocupado por ella y dejando de lado por el momento la conversación de hace un momento, me pidió que lo acompañara al hospital, lo cual yo acepte ya que el y yo deberíamos hablar más tarde. Cogimos su coche y seguimos a la ambulancia hasta que llegó al hospital, allí recibieron a la señora que iba acompañada por médicos y por la chica y el chico, mientras nosotros nos quedamos un poco más atrás pero también los seguimos, nos detuvimos en la sala de espera donde a ellos también les retuvieron ya que no podían pasar a la zona restringida del hospital.

PUNTO DE VISTA DE LUCÍA

Daniel y yo entramos a toda prisa al dinner a ver qué pasaba y vimos un enorme círculo de gente en el mostrador, me temí lo peor, empecé a gritar como una loca el nombre de mi suegra- ¡Remedios,Remedios!-cuando llegue la vi tirada en el suelo y que un hombre le daba los primeros auxilios, así que decidí llamar rápidamente a una ambulancia la cual no tardo mucho y se llevó a Remedios, Dani y yo nos montamos con ella en la ambulancia y pedíamos que no le pasase nada ya que era una roca para toda la familia y sin ella estaríamos perdidos, además de que todos le queremos demasiado. Llegamos al hospital donde los paramédicos bajaron rápidamente a Remedios y corren con la camilla a dentro del hospital, nosotros solo los seguimos hasta que los mismos paramédicos nos paran en la puerta de la zona de restricción del hospital ya que a partir de ahí unos médicos se llevan a Remedios, después de eso me derrumbé en los brazos de Daniel mucho peor que antes, parecía que mi mundo volviera a derrumbarse con un solo soplido, enterarme lo último que hizo Alex fue duro ya que era algo para nosotras y ahora lo de Remedios no se si podía más, en eso se acerca a nosotros una joven y un joven, a la chica no la reconozco pero a él si, fue el que le hizo los primeros auxilios a Remedios, lo único que hago por impulso es abrazarlo y darle las gracias, él me dice que no era nada y que cualquiera hubiese hecho lo mismo, de Dani se acerca a nosotros y también le agradece, después nos presenta.

D-Soy Daniel y te doy las gracias por haber salvado a mi tía de verdad que muchas gracias-le dijo con un buen apretón de manos, de ahí me presentó a mi-esta es mi amiga Lucía Sandoval es la nuera de Remedios, la señora a la que salvaste.

Luego ellos se presentaron, aunque me parecía un poco raro que ellos estuvieran en el dinner ya que parecían personas refinadas.

Alb-Yo me llamo Alberto Nuñez y ella es Tania Lozano-ambos estrecharon manos con nosotros pero a la hora de hacerlo yo con Tania tuve un sentimiento demasiado extraño que no me gustó, mas bien me desagrado pero no se porque, Alberto nos volvió a decir que no hacía falta que le diéramos las gracias, que era lo que se debía hacer y que cualquiera lo habría hecho, después se formó un silencio y salió el doctor que era nada más y nada menos que mi compañero de trabajo el doctor Hernández a darnos noticias de Remedios y nos dijo que la tensión se le había subido,por ello el desmayo, pero que estaría bien lo que necesitaba era reposo,después me dijo para pasarla a ver de uno en uno con lo que yo pase primero a verla, dejando atrás a aquellos dos extraños que de la nada habían entrado en nuestras vidas.