-"¿Es normal sentirme en otro planeta cuando estoy con ella, John B?"
"Yo tengo una pregunta mejor JJ, ¿Por qué no vas y lo averiguas de una vez?"-
-"Nunca creí que alguien pudiera hacerme sentir así de libre como lo hace él"-
-"Yo no creo que estés...
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Sin saber cómo llegó a convencerme, me encontraba caminando al lado de JJ rumbo a la playa donde hacemos surf, la cual estaba a la vuelta de mi casa. Todavía era de noche, pero faltaban unos minutos para que empezara a amanecer, y aunque no lo crean, era la mejor hora para hacer surf.
Nos sentamos debajo de unas palmeras a esperar a que aclarara un poco. Hacía demasiado calor, por lo que me saqué la remera y el short que había usado en la fiesta, quedando solamente con la enteriza. Pude sentir la mirada del rubio recorrer mi cuerpo de pies a cabeza, pero no le di importancia, hacía eso con todas.
—¿estás seguro que querés surfear con todas esas heridas?— pregunté. JJ se limitó a reír.
—princesa, eh surfeado en peores condiciones, y lo sabes— volteó su mirada hacia mí y pude ver como algunas de sus heridas ya estaban cicatrizando. Pasé un dedo por su mentón.
—oye, ya están cicatrizando— sonreí y él asintió —me siento muy orgullosa en este momento por mis habilidades de enfermera, ver Grey's Anatomy sirvió de algo—
JJ soltó una carcajada, y estoy segura que se escuchó por toda la playa, y hasta en Alaska.
—deberías estudiar algo relacionado con eso, serías muy buena— comentó.
—no eh pensado mucho en eso— respondí —en la universidad, una carrera...—
—¿por qué no?—
—porque eso me haría dejar outer banks— miré con nostalgia hacia el mar, no sería capaz de abandonar todo esto, sobre todo a él.
—...y es lo que menos quiero hacer JJ—
Al decir eso JJ tomó mi mano y la acarició. Un silencio eterno nos invadió, dejando a las olas del mar como el único ruido capaz de escucharse.
No hace falta que me responda nada porque ya sé perfectamente lo que me diría, y no estoy muy segura de querer escucharlo, porque eso implicaría darle la razón.
JJ desvió su mirada hacia el frente y sonrió.
—está amaneciendo— soltó lentamente mi mano y se paró —¿estás lista para montar algunas olas?—
—¿solo algunas?— pregunté riendo y sonrió.
Ambos tomamos nuestras tablas y corrimos hacia el agua, apoyé mi cuerpo en la tabla y empecé a impulsarme con mis brazos dentro del mar. Las olas tenían una altura perfecta, por lo que fue fácil encontrar una. Di vuelta la tabla quedando de espaldas a la ola y cuando sentí que me elevaba empecé a nadar para tomar impulso. Me paré y guié a la tabla de manera que se alineara con la parte media de la ola, sintiendo el viento en mi cara, transmitiéndome toda esa adrenalina que tanto amo. La ola rompió y me tiré de nuevo al agua.
—oye Liv, ¡mira esto!— gritó JJ cuando consiguió agarrar una ola.
El rubio se impulsó y dejó que la gigante ola haga su trabajo. Sin ningún tipo de tropiezo, JJ se paró y comenzó a montar la ola con una facilidad tremenda, hacia zig zags dentro de ella, y cuando la ola comenzó a romper, guió la tabla hacia arriba y la saltó como si fuera una rampa. Luego de ver eso, debo admitir, que JJ es uno de los mejores surfers que conozco.
—¿viste eso?— gritó mientras nadaba hacia mí —así es como se hace, ¡wohoo!—
—está bien presumido, ya cállate que nos van a echar—
JJ se dio media vuelta con la tabla y salió en busca de otra ola, yo hice lo mismo pero hacia el otro lado. Él obviamente se montó la ola como el presumido que es e intento hacer uno de sus trucos, el cual no le salió y terminó cayendo de espalda en el agua. Esperé unos segundos a que saliera para burlarme de él, pero no salía. Un poco confundida me acerqué a la parte donde él había estado, estaba a punto de sumergirme cuando JJ salió del agua.
—¡dios JJ!, ¡no vuelvas a hace eso!— le grité enojada.
No respondió, solo se sentó en su tabla y clavo su mirada en el agua, como si hubiese visto algo.
—JJ, ¿qué ocurre?— pregunté.
—Liv— contestó y alzó su mirada hacia mí —creo que hay un bote ahí abajo—
Mi cara era toda un poema, ¿un bote hundido?, ¿cómo llegó un bote ahí sin que nadie se diera cuenta?
—¿un bote?, ¿estás seguro?— pregunté mientras intentaba ver el fondo. JJ asintió.
—iré a ver— dicho eso se zambulló, tomé su tabla para que no se perdiera y esperé a que salga.
Cuando salió, su mirada era de extrema confusión, y eso no me daba ninguna ayuda para adivinar lo que había visto ahí abajo.
—es un Grady White, es un maldito Grady White— comentó.
Dejamos las tablas debajo de la palmera en la que nos habíamos sentado antes y volvimos a donde se encontraba el bote, quería ver con mis propios ojos lo que JJ había visto. Nadamos hasta el fondo y pude ver claramente que se trataba de un Grady White, uno de los botes más caros del mundo. JJ me hizo señas y se adentró al bote, no sé qué esperaba encontrar en un bote hundido, pero no me quedé a averiguarlo. Salí a la superficie y JJ salió unos segundos después.
—¿qué encontraste?— le pregunté.
—esto— me dio una identificación plastificada, la cual tenía una llave atada.
Les juro que todavía no puedo creer que recuperé mi cuenta. Gracias al quilombo con wattpad me atrasé mucho con esta historia, así que actualizaré de a poco.
Muchas gracias por el apoyo que le dan a esta historia, no puedo estar más felíz con el resultado! Lo prometido es deuda, así que, aquí el capítulo 6! disfruten.
No se olviden de votar y si quieren comentar que les pareció el capítulo o cualquier otra cosa que quieran! Nos vemos en el próximo capítulo!!
