Capítulo 7

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Disclaimer: El universo de Naruto, así como sus personajes, no me pertenecen. Todo es obra de Masashi Kishimoto.

El juicio de los sentidos

Capítulo 7

Dentro de su profesión los altibajos eran comunes.


Durante los últimos días la carga de trabajo era tan extensa que ni siquiera había puesto un pie dentro de su apartamento.


Como jefe del departamento de Neurocirugía, su labor no finalizaba al abandonar el quirófano, sino todo lo contrario, el papeleo se acumulaba a diario sobre su escritorio y por más que intentaba aventajar ese asunto en las horas libres, no lograba darlo por zanjado.


A esto se le sumaba que los casos que recaían en sus manos eran deprimentes. Aun cuando el Hospital General de Konohagakure poseía una reputación intachable sobre los demás sanatorios del área, había coyunturas que superaban la capacidad de los trabajadores.


Tan solo en el transcurso de la mañana, en la reunión con sus residentes, analizaron un caso de una joven que ingresó al hospital con muerte cerebral tras sufrir hipoxia.


Sin lugar a dudas, había tenido más contacto con la muerte de lo que esperaba, y eso comenzaba a desgastarlo, no solo física si no también mentalmente. Empezaba a contemplar tentativa la idea de tomar unas vacaciones, aunque sabía que era prácticamente imposible.


Atareado, abandonó la sala de juntas, disponiéndose a recorrer los desiertos y anónimos pasillos.


—Doctor Uchiha— aclamó una petimetra enfermera a sus espaldas, obligándolo a detenerse.


Deseaba, con todo su ser, que no se tratase de algún asunto de urgencia inmediata. Necesitaba dormir un poco, su cuerpo se lo pedía a gritos. Si tenía suerte, conseguirá descansar dos o tres horas antes de la última cirugía, eso si no se presentaba alguna cuestión que requiriera su atención.


— ¿Si?— preguntó, estoico.


—La directora desea verlo en su oficina— informó, utilizando todas sus fuerzas para no colapsar en un ataque de nervios.


Asintió con un ligero gesto de cabeza y dirigió su andar hacia el ascensor.


Desconocía las causas por las cuales Tsunade podría citarlo a una reunión, aunque tenía la ligera sospecha que todo se debía al caso delegado a Sakura.


Con la pelirosa en sus pensamientos, puso un pie dentro del ascensor. Esa era otra cuestión que lo soliviantaba: tras la cita a ciegas coordinada por Shisui, se mostraba inhábil de sacar a Sakura de sus pensamientos.


Por un instante, vislumbró que se trataba de un sentimiento pasajero, algo momentáneo; llevaba mucho tiempo a solas, y por lo que rememoraba, Izumi era la única mujer con la que entabló un vínculo romántico. No obstante, Sakura agitaba en su interior emociones que nunca antes había experimentado, era sorprendente como con una sencilla sonrisa consiguiera entorpecer todos sus procesos mentales

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