Un Camino Por Recorrer (Iwaizumi x Tú)

CAPITULO 8

El día del festival Iwaizumi iba temprano al instituto para colocar el letrero con el nombre del proyecto en su puesto, oficialmente no sería hasta el final de clases del día, así que eso significaba que no tenía más opción que ir temprano. Lo que si le impresionó fue que muchas chicas caminaban con chocolates en sus manos, como si del verdadero "San Valentín" se tratase, eso para él significaba que muchas chicas se le acercarían para pedirle que sea su mensajero de Oikawa. No tardó mucho en que una chica se le acerque para pedirle el favor.

-Disculpa, ¿Tú eres el mejor amigo de Oikawa-san, verdad? - una pequeña chica pelirroja preguntaba tímidamente al moreno. Estaba acostumbrado a que ese tipo de chicas, más callada y tímida se acerque a él para pedirle ayuda.

-Si lo soy, ¿Se te ofrece algo? –su tono de voz fue tranquilo, ya estaba acostumbrado y sabía cuál era la petición de la chica.

-Quería preguntar si podía entregar esto a Oikawa-san por mí, por favor- la chica mostraba una linda caja morada con un enorme moño rojo del que iba atado una pequeña carta con sobre rosa, de seguro era una carta de amor. Iwaizumi aceptó entregarle el obsequio a su amigo por ella, haciendo que ella suelte una sonrisa.

No camino ni medio metro de la puerta de ingreso y otra chica le pedía el mismo favor, él moreno solo pudo aceptar, no podía decirles que lo hagan ellas mimas, se sentía mal ver a las pobres chicas que de todos modos su amigo rechazaría con cara triste, así que al menos se tomaba la molestia de servir de cartero para su amigo para verlas sonreír antes de verlas llorar, ya sea porque el castaño normalmente ignoraba las peticiones o porque las rechazaba cuando reconocía a la chica, o ella se atrevía a pedirle una respuesta. Oikawa la mayoría de las veces ni recordaba de que cartas hablaban, no se tomaba el tiempo de leer todas sus cartas, solo leía las más adornadas o las que le llamaban más la atención por la cantidad de pequeños adornos que le ponían, aunque era amable al rechazarlas, las chicas se iban llorando o esperaban a estar lejos del castaño y empezaban a llorar. Iwaizumi veía todo aquello en primera fila, terminaba dándole un leve regaño a su amigo, pero tampoco podía hacer más, la mayoría solo quería tener una relación con el por ser popular o simplemente ser lindo por fuera, porque para el moreno era la persona más irritante de la tierra, y le molestaba que Oikawa sea tan falso con ellas, a pesar de fingir un rostro apenado sabía que a él no le importaba rechazarlas.

¿Cómo pueden fijarse en ese idiota?, pensó, no tenía nada interesante, de hecho, daba ganas de golpearlo cada tanto, si esas chicas supieran como es realmente no se fijarían en él ni de chiste – todo aquello pasaba por la cabeza del moreno. En menos de lo pensado sus manos ya no tenían espacio para recibir más regalos de otras chicas y ni siquiera habían empezado clases, si así empezó su día no quería pensar en cómo sería después.

-Shittykawa, esto es para ti- el moreno tiraba la cantidad de chocolates que traía en sus brazos sobre el escritorio de Oikawa. El castaño solo sonreía feliz, guardándolos en su mochila.

-Gracias, Iwa-chan, si quieres chocolates, puedes tomar algunos- Oikawa se lo decía más en broma que por agradecimiento, disfrutaba ver a su amigo molesto, así que no perdería la oportunidad para molestarlo- ¿Podrías llevar un disculpa de mi parte a todas las chicas que te dieron los chocolates?- aquello solo irrito a Iwaizumi y termino golpeando la cabeza del castaño.

-No me gusta el chocolate y no soy tu maldito cartero, quieres rechazarlas hazlo tú- Oikawa frotaba su cabeza quejándose por el dolor mientras Hajime volvía a su sitio.

Toda la mañana el moreno hizo el papel de cartero, entregando chocolates por aquí y por allá, no podía creer cuantas pretendientes tenía su amigo, lo que más le molestaba era que en vez de enfrentar sus sentimientos, se acercaban a un completo desconocido para hacer su trabajo.