LOS ANGELES DE LA PROSTITUCIÓN

Capítulo 1 DESTINO.

La vida tiende a cambiar y no siempre es como esperamos, tendemos a pedirle tanto al universo o algún ser divino que nos de cambios favorables para conseguir una vida grandiosa, cuándo la verdad es que ya el destino decidió por nosotros.

Escucho el sonido de la alarma, siento que nunca podré dejar de odiar ese sonido.
Decidí levantarme la verdad voy tarde a mi trabajo, ya el cargar cajas me está matando, aunque odio a mi jefe necesito la paga y si llego tarde me va a matar.

Decidí ponerme mi suéter negro que ya está un poco viejo, pero que más da, agarro los primeros jeans que veo, cojo los tenis negros y corro a mi trabajo, debido a lo tarde que voy decido saltarme el desayuno y me pongo en marcha.
El día está nublado, los días como este me recuerdan a mamá, la verdad la extraño mucho. No dejo de pensar en los terribles días que pase con ella por su enfermedad, que sin ningún atisbo de misericordia me la arrebató, auque estoy seguro que ella quería que siguiera viviendo como siempre, se me hace difícil no pensar en ella.

La verdad pienso que sería más facil si tuviera un padre o eso creo, Pero el desgraciado prefirió abandonarnos cuando yo nací.

Me detengo frente a una tienda y me observó en el espejo la verdad soy tan comun,piel morena,ojos negros, cabello negro azabache, tengo un cuerpo normal un poco fibrado por el trabajo que suelo hacer cargando cajas en la tienda, pero sigo sin entender por que la gente habla de mi belleza, cuando yo no puedo verla.

Me pongo en marcha, ya estoy lo suficientemente retrasado como para perder tiempo, me detengo y observo un área de construcción que está cerca de mi trabajo por alguna extraña razón, me detengo para observar.

Está en ruinas, son solo dos pisos pero lleva bastante tiempo sin ser terminada, incluso ya las pandillas decidieron hacerle algunos retoques con grafitis, decido continuar cuando siento mi mano arder, hacía mucho tiempo que esto no me pasaba mi madre decía que cuando esto pasaba se estaba cambiando mi destino , nunca pensé que sucedería de nuevo, no hablo solo de el comportamiento de mi mano si no, ese recuerdo de mamá lo había olvidado por completo pero de algo estoy seguro que mi mano comenzará arder no es una casualidad.

Algo me dice que debería entrar para mirar un poco no creo que me meta en problemas, entro al edificio y se ve peor de lo que esperaba.

Son solo ruinas, las paredes están agrietadas al entrar un olor inmundo se puede percibir en el aire, es difícil de describirlo,es una mezcla de maldad, dolor y algo más.

Decidí continuar, con cierta cautela ya que este edificio no deja de darme mala espina, al llegar al último cuarto, siento una punzada en mi mano que me recorre todo el cuerpo, decido ignorarla y continuo.

Al entrar puedo observar a alguien tirado en el piso. Era un hombre golpeado, mi cabeza me dice que es solo un indigente pero no es imposible está vestido con un traje muy fino, además las paredes están, teñidas de sangre con símbolos que me dan algo de incomodidad, lo que me hace sentir algo de terror, es lo referente sobre el símbolo en el que está el hombre, Seguro fue alguna secta de esas que tienden a seguir al señor de las tinieblas.

La ciudad de Caracas es muy peligrosa de noche y más cuando vas vestido tan elegante, así que decidí llevarme al sujeto a mi casa asi que lo tomo y cruzó su brazo sobre mi hombro, este tipo está muy pesado, camino hasta mi casa la cual no está muy lejos gracias a Dios si viviera más lejos de seguro lo tiro por algún callejón, ya casi no aguantaba su peso, llegamos abro la puerta y lo recuesto en mi cama no es que mi casa sea muy grande de hecho es muy pequeña se me olvidó que soy pobre no puedo tener un hombre en mi casa y menos si está con golpes por todas partes, ni siquiera tengo medicamentos para ayudarle, Creo que lo mejor será dejarlo dormir ya mañana el decidirá si quiere que lo llevé a un hospital, en caso de que no se sienta mejor.

Decido recostarme en el viejo sofá de mi pequeña sala, es justo en ese momento donde el sueño me gana

Al despertar lo primero que veo, son un par de ojos azules que me observan directamente, me repongo rápido por la impresión.

-Disculpa si te asuste, mi nombre es Máximo Lancaster.

-Soy Asbel Reyes un placer.

decido estrecharle la mano puedo ver en sus ojos como si me estuviera analizando.

-Disculpa mis modales Asbel, puedo enviarte algo como agradecimiento por salvarme la vida.

-No! tranquilo solo lo traje aquí no es nada, no se preocupe.

-Disculpa que insista pero me gustaría, agradecerte por tu ayuda.

puedo ver cómo se tensa esperando mi respuesta, la verdad se ve sincera su propuesta.

-esta bien aceptó.