La ultima pagina del escrito... - Susurraste.
A pesar de que creíste que había más paginas, ahora solo sostenías la ultima que te quedaba por leer, la ultima que daría como conclusión aquella historia extraordinaria que te encontraste en aquella cafetería de mierda. En estos momentos tú te encuentras en una banca del patio de tú escuela, estabas tomando un refrigerio para continuar tu día a día sin embargo querías acompañarlo con otra lectura. La misma que te ha estado acosando los últimos días.
Recorriste con tu mirada rápidamente aquel extenso escrito, y deslizaste tus dedos entre cada letra plasmada en papel. No querías leerlo, pero tampoco no hacerlo.
- Bueno... Aquí vamos... - Suspiraste profundo y dirigiste esa astuta mirada curiosa al principio de la hoja, para empezar a leer aquel esperado final.
Siempre fui débil, y un inútil para nada que lo único que hizo fue joderse su propia vida... Pero siempre quise ser algo más que alguien adicto a la cocina, el alcohol y el sexo... siempre quise ser alguien diferente a mí, porque soy un inútil que no sabe en donde pertenece.
Pero aun así, él me busco... Después de tanto tiempo... Solo para disculparse.
El muy imbécil dijo: "estuvo mal lo que hice, perdón... En ese momento era un mocoso que pensó que podía comerse el mundo y no me importaba herirte, no pensé que te fuera a pegar tanto nuestra separación"
¡¿Que mierda?!
Me lo encontré en una cafetería de inmunda, se acercó cuando estaba buscando obras en las mesas recién desocupadas, suelo hacer esto después de los after o cuando no tengo dinero para desayunar o comer. Los encargados parecen ignorar lo que hago o bien podría ser la lastima que me tienen. Lo hago por lo regular cada miércoles, pues a mitad de semana es cuando hay más gente en el lugar.
La verdad es que no esperaba ese encuentro y menos que me encontrará comiendo las orillas de un sandwich que un grupo de imbéciles hacia dejado.
Pero el dinero que me había encontrado el otro día, lo gaste en algunas cosas y en alcohol... Y nieve.
Doy pena.
Intenté ignorarlo, evitando ver sus ojos y diciendo que no lo conocía, pero a fin de cuentas solo conseguí que me siguiera hasta las puertas de la casa de mi amigo Deidara...
¡El maldito volvió de su pinche viaje y ni un puto llavero me trajo!
Anteriormente había podido conseguir su número gracias a un amigo del bar, al parecer el asqueroso frecuentaba el mismo bar-gay desde nuestro reencuentro, todos los martes y jueves a cierta hora. Pudimos coincidir ahí, pero resulta que nuestros horarios casi nunca coincidían.
Y aunque en muchas ocasiones intenté llamarlo, supongo que la cobardía nunca me hizo hablar atrávez de la bocina del teléfono público.
De todas formas ¿que le diría?
"Hey! Hola... ¿Te acuerdas de mi? Fuimos novios en la escuela, duramos como tres años... Fue antes de que empezarás a jugar al hetero"
Ja ja ja... No.
Me bastaba en cierta medida escuchar su voz al otro lado de la línea, pero supongo que el destino quería forzarnos a estar frente a frente.
Hubo un momento en el que empezamos a discutir, él empezó a decir qué quería volverme a tratar y yo simplemente lo rechace.
Le empecé a decir de todo, insultos que en su momento jamás le dije, supongo que no debí hacerlo porque eran cosas que ya habían quedado en el pasado, y al final solamente me evidencie.
Estoy seguro que él me miró con lástima al ver que yo terminé tan mal y que realmente soy un fracasado.
Pero afortunadamente el escándalo alarmó a Deidara y y salió apresurado para jalarme del brazo y meterme a su casa, corriendo en ese momento también a ese idiota.
Estaba muy afectado y durante todo el día se dedicó a consolarme, incluso llegó a ignorar la llamada de su novio Sasori sólo para estar conmigo, y por un momento no me sentí sólo.
Desde entonces intenté evitar los bares nocturnos, por miedo encontrarmelo incluso hubo un tiempo en el que deje de salir de mi propia casa o ír a visitar a Deidara.
Aunque segui frecuentando las mismas fiestas con mi amigo, claro que él me dijo que ya no quería continuar así. Me refiero a esta vida, y tiene razón... Esto no es una vida, esto es un infierno, un infierno lleno de música, de vicios y de falsos amigos.
Le dije a Deidara que lo apoyaría y él me sugirió ir a una clínica para acabar con nuestra adicciónes y empezar de nuevo... Yo le dije que sí, pero desde entonces no lo he vuelto a ver.
Me acobarde.
Y heme aquí, sentado en esta banca del parque con la intención de ir una vez más de fiesta... Supongo que al final este es mi destino.
No sé en qué momento mi vida acabo así o mejor dicho no sé en qué momento yo permití acabar así.
Mañana iré a ver a Konan, una vieja amiga. Al parecer también irá Deidara.
Así que será la primera vez que entré a esa maldita cafetería, y pida algo decente. Será la primera vez que no vaya solo a devorar los restos de comida de gente mucho más exitosa que yo.
Quizás les pida consejo, quizás sólo escuché lo que estén por decir, quizás necesite ayuda... Sea como sea, estoy en graves problemas.
Ayer cuando regresé al departamento, me entregaron una carta... La anexaré en este estúpido escrito como prueba de qué mi vida ya se fue al carajo.
Adiós desconocido o desconocida, si es que alguna vez alguien encuentra estás sucias hojas.
X... Fin del escrito y cartas...X
Terminaste y aún estabas con el espíritu confuso... Porqué por más que buscaste entre los papeles, no encontraste esa carta de la que hablaba el escrito.
Terminando tus labores del día, te dirigiste a la misma cafetería dónde habías encontrado aquellas arrugadas hojas de papel, con la esperanza de que quizás hubiera quedado ahí aquella última página.
Conservas la esperanza de que tal vez hubiera quedado atorada entre los sillones o quizás algún empleado la recogió y pensando que era algo importante la guardó, lo que sea estaría bien mientras no hubiera terminado en la basura.
Tenías la ilusión de encontrarla, pero antes de que pudieras entrar a la cafetería, un hombre alto y notablemente fornido chocó contra ti.
El golpe fue tan intenso que casi te tira, quisiste reclamarle algo pero el hombre salió corriendo como si estuviera apresurado por llegar a alguna parte, casi preocupado o histérico que se te hizo por un momento raro.
Suspiraste enfadado, tu día no se iba a arruinar por un sujeto con malos modales. Pero justo cuando quisiste darle por su lado y continuar tu misión en busca de la página perdida, te diste cuenta que en el suelo en la entrada del establecimiento se encontraba una pequeña libreta de color café.
Parecía un poco vieja y sencilla, tenía más pinta de agenda qué de cuaderno.
Volteaste inmediatamente en la dirección donde se había dirigido aquel hombre, pero sencillamente ya no la encontraste. Parecía que se lo había tragado la tierra, así que tomaste la libreta y trataste de buscar al sujeto con la mirada, yendo hacia la misma dirección que él se había dirigido.
Pero fue en vano, sencillamente no lo encontraste. Pensaste que quizás sí buscabas en esa pequeña agenda, encontrarías algún dato del desconocido en alguna página. Como un número telefónico, una dirección, o un nombre, y de esa manera podrías devolvérsela.
Pero cuando abriste aquel librito, tu sorpresa fue que encontraste el mismo nombre que habías leído en las cartas de Hidan, Kakuzu.
...Continuará...

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BAD GUY
FanfictionHidan es un bueno para nada, ex estudiante de preparatoria, sin mayor motivación más que de hechar a peder su propia vida. Un demonio sediento de carne, semen y sexo. Aún así escribe en pequeñas y sucias hojas de cuaderno sus más negros deseos, sin...