Capitulo 8:

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Red había terminado de arrojar al ultimo de los cadáveres en la habitación donde había muerto Grey, ahora se encontraba también el cadáver de Nick, Alicia, Matthew, Tim y Tobby, todos apilados, es increíble la tristeza que puede transmitir un cuerpo sin vida, que frágil es el ser humano y lo efímero que puede ser el ultimo suspiro de alguien, Red se quedó pensativo, los niños esperaban en la cocina, aunque estaban muy tristes -por el destino que tuvieron sus amigos- ellos no podían llorar, tenían que estar en silencio, Nick les dijo que un zombie había entrado en la noche y los mordió, se sentía culpable por mentirles pero era lo mejor. El joven seguía meditando en la habitación, se dejó caer de rodillas y comenzó a susurrar algunas palabras -oh Dios, se que nunca he sido muy creyente, no he sido una buena persona y merezco ser castigado, por favor, sólo te pido una cosa, Dame fuerzas, es la primera vez que te pido algo, me siento muy afectado por todo lo que ocurre y necesito tus fuerzas para poder avanzar, esos niños merecen algo mejor, por favor, no nos abandones...- Red se levantó y se quedó en silencio como esperando alguna respuesta pero no escuchó nada, se dio cuenta de que estaba solo, pero por alguna razón se sintió mejor al recitar esas palabras.

La actividad de zombies había bajado muchísimo, eran muy pocos los que transitaban en las calles de GreenWood -o al menos eso parecía- Red reunió a los niños, les dijo que los iba a sacar de ese lugar y que los llevaría a una zona más segura, el joven guardó comida y agua en una mochila, tomó el cuchillo que había manipulado la noche anterior, los recuerdos volvían a su mente, pero no era momento de reflexionar, era hora de actuar, el joven salió de la casa, asestó el arma con rapidez en los cráneos de los zombies, derrumbando a tres grises que se encontraban cercanos a la casa, luego corrió con los niños persiguiéndolo en dirección a la entrada principal de la urbanización, la calle estaba despejada. llegaron al final de la calle y se dieron cuenta que la entrada estaba repleta de zombies, era imposible salir. Jake tomo el brazo de Red -por aquí!- dijo el niño mientras apuntaba a un orificio que se encontraba en la base del muro que delimitaba a la urbanización, era un hoyo como los que hacen los perros pero un poco mas grande, suficiente para que pasaran los niños pero Red era corpulento, se dirigieron al orificio y los niños comenzaron a pasar uno por uno, Red se tomó un momento para pensar como cruzar, vio un tarro de basura que se encontraba a unos 50 metros de ese lugar, el tarro estaba rajado por un costado pero si tenia suficiente suerte aguantaría su peso, corrió hasta el muro, la horda comenzó a moverse rápidamente en dirección al ruido que causaba Red, el joven dio la vuelta al tarro y lo apoyó contra la pared, colocó su pie derecho encima del borde con mucho cuidado, luego colocó el siguiente pie, el tarro comenzó a crujir y la horda se encontraba cada vez mas cerca, el joven se impulsó con todas sus fuerzas sujetándose a penas al borde del muro, el tarro se quebró a sus pies y los zombies comenzaba a alzar sus brazos intentando alcanzar su alimento, Red era bastante fuerte así que subió sin complicaciones, aterrizó al otro lado y dirigió su mirada a los niños que comenzaron a celebrar en señal de felicidad por que había logrado cruzar. La carretera estaba despejada, los niños seguían a Red el cual vigilaba cada cierto tiempo procurando que todo estuviera seguro.

Caminaron durante una par de horas, tomaron un descanso para comer y reponerse, continuaron su viaje, la cuidad se encontraba a 30 kilómetros, los niños caminaban desganados y decían a cada minuto "ya llegamos?", Red los distraía con algún juego como "adivinar al animal" o "veo veo", pero solo funcionaba por un rato, luego volvían a hacer preguntas o  se detenían en señal de rebeldía. Caminaron durante horas siempre siguiendo la carretera, la vía estaba rodeada por arboles y vegetación silvestre, tomar esa ruta significaba un gran peligro ya que podían ser sorprendidos por zombies o animales salvajes, eran las cuatro de la tarde aproximadamente, se detuvieron al ver un montón de vehículos volcados y apilados, algunos todavía mantenían llamas avivadas mientras que otros solo estaban apilados en posiciones donde sería imposibles moverlos sin la ayuda de una grúa, algunos zombies se encontraban dentro de los vehículos sin poder salir y un grupo muy pequeño deambulaba por la calle sin percatarse de la presencia de Red y los niños, debemos rodearlos pensó el joven, trazó una ruta segura en su mente y se acercó a los niños -muy bien pequeños, este es el plan, necesitamos tener cuidado de esas cosas, yo iré adelante, ustedes solo síganme en silencio, será como jugar a las escondidas bien? No dejen que los descubran o perderán, ahora Vamos- los niños asintieron cuando Red terminó de susurrarles el plan. Red lideraba al pequeño grupo midiendo sus pasos con mucho cuidado para no hacer ruido, es escabulleron entre los autos destruidos y se deslizaban de aquí para allá, los niños seguían sus pasos procurando no ser detectados. La manera en la que se encontraban los autos apilados era increíble, definitivamente fue un accidente de gran magnitud ya que eran demasiados vehículos juntos, Red zigzagueaba muy ágilmente, se movía sigiloso como una serpiente, luego lo seguía Martha, Francisco y por ultimo Jake.

Los zombies deambulaban, se caían y arrastraban, se mantenían vigilantes en esa zona, Red se percató que de vez en cuando los no muertos se agarraban la cabeza o alguna extremidad con fuerza, no hacían sonidos pero por alguna razón parecían estar sufriendo. El joven decidió no prestar mucha atención, necesitaba salir de ese lugar lo mas pronto posible. Anduvo durante unos minutos cuando sintió un ligero toque en su pierna, era Martha que apuntaba hacia un trio de zombies y a Jake dirigiéndose hacia ellos, Red sintió temor, no sabia que hacer, no quería arriesgarse a él ni a los otros niños, pero no podía dejar solo a Jake, el joven le pidió a los niños que se quedaran en su lugar mientras el intentaba traer de vuelta a Jake. Red comenzó a moverse igual de ágil pero con pasos mas rápidos, se detuvo en el costado de un vehículo azul con severas machas de sangre y trozos de carne en el suelo. El joven silbó suavemente para llamar la atención del niño, Jake volteó -no te preocupes, estoy bien- dijo el niño sonriendo mientras se acercaba a los zombies. Los no muertos vieron al niño acercarse y se detuvieron de frente, emprendieron su caminata torcida hacia su pequeña presa para frenarse a tan solo un par de pasos. -Ja.. Jake...- una voz femenina y ronca resonó en los oídos de Red él cual volteaba hacia distintas direcciones en busca del origen del sonido. -mamá... Papá... Soy yo- dijo el pequeño Jake al ver a sus padres, que ahora estaban convertidos en esas criaturas- los extrañe mucho dijo el pequeño. El tercer zombie, un hombre bastante delgado y calvo se lanzó para intentar morder al niño, su intento fue detenido por el padre de Jake, al encontrarse con el cuerpo oscurecido de Harold el cual atrapó al hombre calvo velozmente y lo comenzó a morder frenéticamente, acabó con su presa en un segundo, luego volvió para estar aún mas cerca de Jake -Hi... Hi... Hijo...- pronunció el padre. Claudia y Harold se quedaron inmóviles por un instante, en la mejilla de Claudia se deslizó una lágrima y su boca formó -de manera casi imperceptible- lo que parecía ser una pequeña sonrisa, su hijo los abrazó con fuerza, el pequeño sonreía muchísimo luego los tomó a ambos de las manos y les dijo -los extrañe mucho, tengo tantas cosas que contarles, mamá hoy que harás de cenar?- el niño continuaba hablando, Red no podía creer lo que veía, volteó para verificar que Martha y Francisco estuviesen a salvo, regresó a buscarlos y les hizo una señal de silencio mientras les contaba lo que había pasado - niños, su amiguito Jake no seguirá con nosotros, ahora está con sus padres, ahora debemos buscar a los suyos... no podemos interrumpirlos así que por favor no hagan ruido, el está en un mejor lugar ahora...- el joven les indicó con su dedo índice y vieron así a los padres de Jake y al pequeño sonriente en medio de ambos, no se lo veía tan alegre desde antes de todo lo ocurrido. Ahora estaba realmente feliz, estaba con su familia, ese era su hogar.

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