✨ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴏ

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Harry tarareaba suavemente una canción de cuna, su cachorrito había estado inquieto todo el día y no se había querido separar de su madre. El omega se vio obligado a quedarse con él hasta que por fin cerró sus ojos y se durmió, arrullado en sus brazos.

Antes de irse, Harry le besó la frente y le deseo dulces sueños.

Marie lo estaba esperando en la habitación principal para ayudarlo a vestirse y arreglarse. Esa noche sería la gran cena para recaudar fondos para el nuevo hogar de niños de los Tomlinson en Doncaster.

No era ningún secreto que Harry estaba muy emocionado. Él solo, a través de llamadas y cartas, había reunido a toda la clase alta de la ciudad y alrededores esa noche.

-Disculpa la tardanza, Marie. Charles no quería separarse de mí-dijo risueño en cuanto entró a la habitación.

Marie sonrió y señaló el baño, donde la pulcra bañera blanca estaba llena de agua caliente y sales marinas.

-El señor Tomlinson llamó, dijo que llegaría tarde pero a tiempo-informó.

Harry asintió, restándole importancia.
Louis últimamente había estado muy ocupado. Siempre llegaba tarde, pero llegaba.
Sano y salvo, eso era lo importante.

Se metió en la bañera y se relajó.

Sería una gran noche.

Cuando Louis llegó, su esposo se encontraba listo.

El omega vestía un elegante traje blanco, que hacía resaltar el collar con el zafiro que le había regalado hace unos días. En el cuello de Harry todo se veía hermoso, y esa joya no era la excepción.

Harry era un omega hermoso. Louis era un alfa afortunado.

-Hola alfa-lo saludó el omega con una sonrisa, dedicándole una mirada a través del espejo del tocador, terminaba de ponerse un poco de labial.

Louis le besó la mejilla y pasó sus brazos por el cuerpo del omega. Su piel se sentía tan suave.

-¿Ya estás listo?-preguntó.

Harry asintió y estiró su cuello, mostrando el zafiro que llevaba orgullosamente.
Louis sonrió, pocas veces lo hacía, pero en compañía de su amor, una sonrisa siempre decoraba su serio rostro.

-Una esmeralda hubiera sido mejor...-pensó en voz alta.

-Para que convine con mis ojos-finalizó el omega.

El lazo que compartían era increíblemente poderoso.

Louis asintió, Harry se levantó del asiento y lo miró fijamente.

-No lo creo. Me gusta el zafiro, combina con tus ojos azules, Louis-le acarició la mejilla con dulzura.

-Vamos. Se nos hace tarde, no quiero que Liam haga... Escándalos en tu gran noche-le ofreció su mano.

Harry rio y la tomó.

Vio a Briana tomando una copa de un líquido blanco, seguramente vodka, y fumando un cigarrillo a un costado de la gran sala.

Lo miraba, como invitándolo. En su rostro se veía una mueca de diversión.

A Louis no le dio buena espina. Los rusos pocas veces tenían buenas intenciones.

 𝑩𝒓𝒆𝒂𝒌 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 / 𝑳𝒂𝒓𝒓𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora