𝑩𝒓𝒆𝒂𝒌 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 / 𝑳𝒂𝒓𝒓𝒚

✨ ꜰɪɴᴀʟ ɪ

Doncaster / 1926

Tomó de la pequeña botella, un largo trago, podía sentir como la droga entraba por su cuerpo. Se estremeció y lanzó la botella a la fogata frente a él.

Su cabeza dolía, parecía que los problemas jamás acabarían en su vida, en su familia.
Sintió frío y acercó las manos a la fogata. Levantó la vista por mera casualidad y lo vio.

Harry le sonreía del otro lado de la fogata.

Louis parpadeó varias veces para aclarar la vista, definitivamente estaba drogado.

-Siempre termino aquí cuando tomas de tus botellitas-dijo el omega, con una voz que sonaba lejana, pero risueña.

En el rostro de Louis, una media sonrisa se dibujó.

-Solo cuando tengo dolor o frío-le contestó, cerrando los ojos.

-¿Cuándo tienes frío y necesitas abrigo?-sintió las manos del omega pasar por su espalda, en un abrazo que se sentía muy real.

Lo destrozó, a tal punto que no podía hablar, para contestarle al fantasma que siempre veía cuando se drogaba.

-Debes dejar de tomar esto para verme, Louis. No estoy muerto-dijo el omega, arrullando al alfa en su pecho.

Louis pudo oler el aroma a vainilla y chocolate del omega, se sintió en casa por un momento.

-No, no estás muerto, pero al menos aquí sí me hablas y te siento... Tan real-

-Sigo siendo real, Louis-recordó el omega, acariciando el cabello del alfa.

-¿Volverás a mí, Harry?-dejó de sentir la presencia, volvió a estar solo en el bosque, sonrió amargamente-Nunca te despides-

Naturalmente, Harry no le contestó, porque lo que veía Louis era solamente una alucinación.

-

Al día siguiente, antes de ir a la oficina, Louis fue al hospital.

Hace dos años Harry había entrado en un estado de coma luego del disparo que rozó su corazón. No estaba muerto, pero tampoco estaba vivo.

Cuando Louis preguntó a los doctores de todo el país si su omega despertaría algún día, ellos siempre le decían lo mismo.

Estos casos duran años, señor Tomlinson, puede despertar de un día para el otro... O quizás no hacerlo nunca.

Mientras tanto, en el estado en que Harry se encontraba, el lazo que compartían era completamente nulo.

Louis se drogaba con morfina para ahuyentar el dolor de un lazo roto, y con heroína para alucinar a Harry.

Moriría si seguía de esa manera, de eso estaba seguro. Pero no podía hacerlo, no iba a darle esa satisfacción a sus enemigos. Al menos no por el momento, al menos no hasta acabar con todos ellos.

-Buenos días, señor Tomlinson-saludó amablemente la enferma que se había encargado de Harry desde el primer momento.

-Buenos días, Sarah-saludó cortésmente, le tendió una ramo de flores coloridas.

La omega tomó las flores y se las llevó para ponerlas en un jarrón como todos los días, y dejarlas en la mesa al lado de la cama.

Cuando Louis estuvo solo en la habitación, parado frente a su omega, se sentó a un lado de él en la camilla.

Sus rizos habían crecido mucho en dos años, se veía pálido y dormido... Su marca se había vuelto negra, parecía un moretón más que una marca.

-Hola Harry-murmuró, acariciándole la mejilla con dulzura. Sintió su piel fría.

Louis le contó sobre Charles, que al fin había aprendido a tocar una melodía en el violín, y que cada día se parecía más al omega.

Pero sería un alfa, de eso estaba seguro, era un niño muy... Tomlinson.

Le contó sus sospechas de un traidor, todo en voz baja, para que no llegara a los oídos equivocados, y que no podía dormir porque soñaba, y también sobre sus delirios.

Harry no respondió. Como siempre.

Louis se fue.

-

Había muerto mucha de su gente, Harry no se despertaba, no aguantaba más el dolor, no sabía quién fue el traidor...

Era mucho, incluso para él.

Caminó con pasos rápidos hasta la entrada de la mansión, para salir a la carretera. El lugar se veía tétrico, el campo cubierto de niebla. A lo lejos se veía un caballo.

Tenía un arma en su mano.

Gritó, dejando salir todo lo que contuvo por muchísimos años, desde la guerra hasta el cargo político que ocupaba ahora.

Puso el arma en su cabeza, el dedo en el gatillo, listo para disparar y...

Fue como dar una bocana de aire luego de estar ahogado por años. Sintió dolor físico y confusión, y esos sentimientos no eran suyos.

Frunció el ceño.

-¡Señor Tomlinson! ¡Señor Tomlinson!-

Escuchó la voz del ama de llaves y bajo el arma, aún con el dedo en el gatillo. Se giró y vio a Marie correr hacia él.

-Han llamado del hospital, señor...-su voz temblaba y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

No hacía falta decirlo, Louis la entendió.

-

He vuelto.
Con vergüenza después de meses sin actualizar la historia 🥺
Es un capítulo corto pero necesario, la primera parte del gran final que espero darle a esto.
Gracias a todxs los que se tomaron el tiempo de comentar la historia y darle a la estrellita.
¡Los amo mucho! 💖
Nos veremos en el final, quizás mañana... O en un mes.