Capítulo V

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Jungkook

2020
4 de abril, sábado

—Estaba buscándote. Necesito hablar contigo de algo importante.

—¿De qué? —comenzó a reírse y se alejó de mí, haciéndome notar que estaba muy nerviosa.

En sus ojos podía ver que algo estaba ocultando y eso hizo que me sintiera incómodo.

—Nos sentemos un momento -señalé uno de los sofás.

—Nah, no vine a una fiesta para sentarme a hablar con alguien tan aburrido como tú. Así que si me permites, me iré a hacer sociales.

Me hizo una mueca burlona y me esquivó rápidamente para dirigirse al jardín.

La seguí, pero como la vi cómoda junto a un par de personas que no conocía, decidí no acercarme.

Seguro después iba a haber tiempo para hablar.

El resto de la noche Haneul me evitó constantemente y, a decir verdad, yo no hice nada para impedirlo.

Lo que Mina me había dicho había sido una locura, no podía ser cierto.
Ahora mi mente estaba más jodida que antes.

Han, mí Haneul, mi mejor amiga de tanto tiempo, ¿estaba enamorada de mí? ¿O Mina lo había dicho como una estrategia para alejarme de ella?

Traté de distraerme bailando y jugando a esos juegos que involucran alcohol, pero nada lograba sacarme esas palabras de Mina. ¿Por qué y para qué me había dicho algo así?

La fiesta terminó a las siete de la madrugada, y mientras Mina se despedía de algunos compañeros, yo salí a tomar algo de aire.

Haneul seguía hablando con esas personas y se la veía muy cómoda.
Me acerqué para despedirme, y ella sólo sacudió su mano para despedirse, sin siquiera mirarme.

—¿Con quién te irás? —le pregunté.

—Ah, él es Yoongi. Él me trajo y también me llevará, ¿cierto? —miró a su amigo para que fuera cómplice de lo que decía.

—Bueno, eso quería preguntarte. ¿Puedes volver sola? Es que acabo de conocer a quizás el amor de mi vida —susurró en nuestra dirección, señalando a la chica que estaba sentada a su lado.

Haneul lo miró impaciente, haciéndole entender que no debería haber dicho eso. Yo sonreí victorioso y le dije que si era así, entonces yo la llevaría.
Era mi responsabilidad cuidarla y que llegara sana y salva.

Terminamos yendo Haneul, Mina y yo en la nueva adquisición de Han. Después pasaría a buscar mi auto.

Primero dejé a Mina en su residencia, quien al principio hizo un reproche preguntado porqué la había dejado a ella primero, si su residencia quedaba al lado de la mía, pero después la convencí de que era por una cuestión de "atajos."

En realidad era que quería hablar con Haneul, pero no podía decirlo frente a ellas dos.

Estacioné el auto de Haneul y apagué el motor. Ella se aseguraba de en ningún momento mirarme y fijar su vista al frente.

—Bien, ahora dime qué te pasa.

—¿A mí? Nada, nada. Sólo estoy cansada —levantó sus brazos estirándolos.

Suspiré y volteé mi cuerpo hacia ella, apoyando mi brazo en el volante.

—Si no me dices, deberé aplicar una de las reglas.

—Hazlo si quieres —me desafió.

Luego de su respuesta, acerqué mis manos a su cara para después unir su frente con la mía. Haneul cerró fuerte sus ojos y yo sonreí.

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