Cap. 20 Declaración

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Narra Volkov:

Estaba en el hospital, hoy me dieron el alta, ya me podía ir a mi casa, y así hice, Greco me llevó a mi casa.

Cuando estábamos en la puerta:

-Gr: Si te sientes mal o te pasa algo, llamame sin dudarlo eh.- Dijo mientras me miraba.
-V: No te preocupes, estaré bien-Le contesté mientras cerraba la puerta del coche.

Me di la vuelta cuando su coche se fue, busqué las llaves en mi bolsillo y abrí mi casa cansado, me tiré al sofá.

Estaba cansado, desde que la mafia me secuestró no duermo, siento que algo muy malo están tramando.

No quiero perder a nadie, tengo bastante con perder a toda mi familia, desde que murió mi familia me cuesta agarrar cariño a las personas.

Estaba a punto de dormirme pero una llamada me interrumpió, miré el móvil y era Horacio, supuse que era para que lo invitase a mi casa y tomarnos algo:

-H: Volkov, me gustas, no hace falta que contestes solo quería decírtelo-Me sorprendí.
-V: ¿Estas bien? ¿Te pasa algo?- Pregunté porque no entendía nada, pensaba que era una broma.
-H: Acabo de ver a un amigo prácticamente suicidándose por salvarme, queda poco para que me maten a mi, solo quería que lo supieras.
-V: ¿Qué? A ver Horacio me tienes que explicar todo, no te entiendo- Le contesté confundido.
-H: ¿Puedes quedar en persona?
-V: Ehh.. Si, puedes venir a mi casa, te mando ubicación.
-H: Voy
-V: mmm.. Ten cuidado-Dije preocupado.

A los diez minutos llegó, tocó la puerta desesperado, le abrí y entró corriendo, me agarró de la mano y me sentó en el sofá.

Se sentó alado mía y me miraba fijamente a los ojos, se le veían los ojos llorosos, inchados y cansados.

-V: A ver,¿Qué pasa?
-H: Emm.. Los de la mafia sospechan de mi por verme con Conwey más de una vez y por mi personalidad, dicen que soy muy blandito.-Me explicó tristemente.
-V: ¿Te hicieron algo?
-H: Emilio se sacrificó-Se rompió en lágrimas al terminar esa frase.
-V: ¿Cómo que se sacrificó? -Pregunté curioso mientras miraba a Horacio.
-H: Estaban a punto de matarme cuando él les dijo que era él quien era topo, ellos no dudaron en dispararle, después nos dejaron su cuerpo.
-V: ¿Qué hicisteis con su cuerpo?
-H: Emmm.. Lo atamos a una piedras y lo tiremos al mar, bueno, lo hizo Gustabo.
-V: ¿Gustabo? ¿Por?
-H: No le gusta verme sufrir y siempre se hace el fuerte delante mía para que no me ponga mal, desde pequeño tiene esa manía de salvarme de cualquier peligro, ya sea emocional o físico.
-V: Si, se le ve que te quiere mucho.
-H: Estoy perdido, no se que hacer, antes o después se van a acabar enterando-Me dijo mientras me miraba con miedo, dos lágrimas caían por sus mejillas.
-V: Mientras yo siga vivo no te pasará nada, te lo prometo-Le contesté mientras le apoyaba la cabeza en mi hombro.
-H: Comisario, me gustas... -Me susurró al oído antes de quedarse dormido.
-V: ¿Qué? ¿A que se refiere?-Pregunté nervioso

Me quedé un rato asimilando sus palabras mientras miraba a la nada con Horacio apoyado en mi hombro.

Llamé a Gustabo:

-V: Gustabo, Horacio se a quedado dormido en mi casa, te lo digo para que no te preocupes, esta bien.
-G: Vale, gracias por avisar-Se le notaba la voz entrecortada y triste.
-V: ¿Estas bien? ¿Quieres quedarte tú también? Tengo espacio para los dos.
-G: No se preocupe, Conwey va venir a recogerme, no quiere que nos quedemos solos.
-V: Vale, buenas noches.
-G: Buenas noches, cuidale porfavor es muy sensible y ahora más que nunca.

Lo agarré en brazos y lo llevé a mi cama, ya que era más cómoda que la de invitados, aparté las sábanas, lo acosté y le tapé con cuidado.

Me quedé mirando su rostro, cada vez que veía sus ojos inchados sentía algo en el pecho.

Me fui al salón y me acosté en el sofá, me quedé durmiendo sin darme cuenta.

A las cinco horas me desperté con Horacio sentado a mi lado mirando al suelo, cuando se dió cuenta que me desperté me miró avergonzado.

-V: ¿Estas mejor?
-H: No, todo sigue igual-Me respondió cada vez más bajo.
-V: Mmm.. ¿Quieres desayunar?
-H: No tengo hambre-Me respondió sin mirarme.
-V: Eh, ayer me dijiste una cosa antes de dormirte...
-H: Comisario, se que lo sabe, me gustas pero no hace falta que me contestes.
-V: Yo lo siento, pero no estoy en condiciones para tener una relación, de hecho nunca me he enamorado y no creo que con mi edad actual eso cambie.
-H: Creo que me tengo que ir ya.. -Me respondió incómodo.

Tocó la puerta Conwey y Gustabo, me levanté del sofá sin quitarle la mirada a Horacio y les abrí ma puerta.
Los invité a entrar y se sentaron en el sofá alado de Horacio, cerré la puerta y me senté con ellos.

-C: Buenos días
-G: Hola, ¿Cómo estáis?
-H: De puta madre- Le contestó mientras le caían lágrimas por las mejillas.
-C: ¿Qué te pasa?-Le preguntó mientras le abrazaba por el hombro.
-H: Nada, estoy bien-Le respondió mientras sonreía mirando a Conwey para ocultar sus lágrimas.
-G: Hmm..
-C: Bueno, es peligroso seguir con la misión, pero si la dejáis os mataran igualmente.
-H: Pues ya que estamos la acabamos, en la próxima les agarrais y ya-Dijo serio algo raro en él.
-V: Eh, si lo veo bien.- Añadí mirando a Horacio.
-C: Volkov, vamos a preparar a la malla, vosotros id a mi casa ahí estaréis más seguros.

Narra Horacio:

Nos llevó a su casa, en el coche me mantuve callado, solo pensaba en las palabras de Volkov, me esperaba que fueran peores pero igual me dolió saber que nunca iba a poder estar con él ni poder abrazarlo con miedo.

Entramos a su casa nos llevó al salón, Conwey se fue a comisaria con Volkov y Gustabo puso una película para distraernos aunque acabemos abrazados y durmiendo en medio de la película.

Volkacio "Destino o casualidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora