Wash of my sins

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-¿Paul alguna vez te has enamorado?- preguntó Richard con la mirada perdida en el gran cielo azul.
...

La banda voló a su nuevo destino, tenían un par de días de descanso antes del siguiente concierto, así que decidieron quedarse en dicho país, aunque eso sí, en una ciudad menos concurrida, serían unas pequeñas vacaciones bien merecidas.

...
Un día muy temprano Paul, y Olli se encontraban en el lobby del lujoso hotel, decidieron desde la noche anterior salir a explorar el lugar, a disfrutar del frío paisaje, como siempre que visitaban un nuevo destino. Ellos en particular siempre se habían considerado los menos asediados por los seguidores, es más, a palabras de ellos mismos, los menos famosos de la banda, así que no tenían problema con dejar las seguras paredes del lugar que los hospedaba, o tener que llevar guardaespaldas o un ejército de vehículos en plan persona importante, solo les bastaba con llevar dinero, el móvil y una buena cámara fotográfica.

-entonces ¿tienes algún plan trazado?- cuestionaba Olli ya que su amigo se encontraba viendo detenidamente un mapa, como si de algún experto se tratase.
-pues no, la verdad no, yo digo que hagamos como siempre...- sonrío Paul mientras hacia bola la hoja que tenía entre sus manos y la tiraba en el basurero más cercano.
-¿ir a lo loco?- preguntó con gracia el más alto al tiempo que también sonreía.

Ambos se llevaban muy bien, pues compartían, además, del ser muy relajados, el sentido aventurero. El otro integrante de la banda que solía seguirlos en estas cosas era Till, pero al parecer la noche anterior había festejado a lo grande, así que no se había levantado a tiempo, y si una norma tenían era esa, ser puntuales, para no complicarse, para no estresarse.

-sí, es más divertido ¿cómo ves?- cuestionó el guitarrista
-larguémonos de aquí, que me estoy sofocando- contestó el más alto de la banda enfilando hacia la salida
-¡Paul, Olli! ¿A dónde van?- se escuchó desde una distancia considerable la voz de Richard. Los tres estaban sorprendidos, ver a Kruspe de pie a esa hora por voluntad propia era casi irreal, el era un animal nocturno, o por lo menos eso era lo que el mismo decía cada vez que podía, incluso se atrevía a afirmar que su talento se desarrollaba mejor en la oscura madrugada. En realidad, lo que estaba detrás de todo era su horrible insomnio que lo acompañaba desde hace ya, varias décadas atrás, por ende, el levantarse temprano, estaba, normalmente, fuera de su alcance. Sin embargo, desde aquel día que había compartido horas de descanso con Paul, había podido conciliar el sueño los días posteriores bastante bien.

-a pasear- mencionó un sonriente y sorprendido Landers, mientras Olli rodaba los ojos, sabía que sí Kruspe se les unía, el grato paseo se convirtiera: uno; en un mediocre recorrido por vehículo, rodeado de un montón de extraños, sin paradas random ni fotografías panorámicas, o dos: en una bizarra y corta caminata adornada de una letanía de quejas inagotables por todo.
-¿pu... puedo ir?- titubeó el guitarrista principal, sin saber porque se había puesto un poco nervioso, antes de que le contestaran su teléfono sonó, lo que hizo que de inmediato se alejase un poco de sus compañeros para responder:
-¡sí!- mencionó victorioso el más alto -vamos Paul, es momento de escabullirnos- continuó diciendo en un susurro, mientas reía como un niño pequeño
-Olli, no, esperemos a Richard- agregó entre risas, por el comportamiento de su amigo, el más bajo de los presentes
-si va Kruspe no voy yo...- se cruzó de brazos el músico -siempre lo arruina todo- se rió
-buah que cabrón... esto es tradición entre nosotros- señaló a ambos
-lo sé, y me gusta ir de exploración contigo, pero la diva es la diva...- soltó con desespero, quería a su compañero, claro que sí, es más, disfrutaba hacer música con él, así como compartir el escenario, pero en otros aspectos simplemente no lo soportaba del todo bien. Era demasiado intenso para él.
-vamos... démosle una oportunidad- sonrío -quizás sea divertido-
-¿divertido?- entornó las cejas Ridel -es Richard Zeven Kruspe de quien hablamos- fingió desagrado -no va a querer caminar, menos escalar la montaña... se va a quejar del frío, luego del calor, le va a dar sed, hambre, no le va a gustar cómo sale en las fotos y nos va obligar a repetirlas mil veces... eso sí no le habla a su séquito de lame huevos...- Paul soltó la carcajada en grande, pues sabía que todo lo que decía Olli era verdad, el buen Zeven podía llegar a ser sumamente controlador e irritante...
-¿chicos?- se acercaba el pelinegro al par que parecía discutir entre susurros, pues podía vislumbrar a un Olli agobiado
-claro, puedes venir- dijo Paul antes que nada, el bajista suspiró y rápidamente agregó
-pero hay reglas..-
-solo es un paseo ¿qué reglas puede haber?- dijo Richard un tanto burlón. Paul carraspeó, volteo a ver Ridel y luego a Kruspe
-Bueno... para empezar solo vamos nosotros tres... vamos a pie o bicicleta...- no pudo continuar, se vio interrumpido por Richard
-pero...- quizo exponer su punto, pero a su vez se vio interrumpido por Olli
-entre más parafernalia llevas, más atención captas de la gente, porque crees que te reconocen a dónde llegas... siempre montas un circo, sales por el quemacocos del carro, vas con un séquito de personas...- Richard quizo retobar al comentario de su compañero, pero Paul no lo permitió, se vio en la necesidad de poner orden, sino esto se saldría de las manos y al final nadie pasearía:
-si solo van tres sujetos caminando por la calles, como turistas cualquiera, no llaman la atención. Así nadie nos reconocerá y podremos disfrutar- sonrío, parecía todo entendible para los tes, pero Olli quería dejarlo aún más claro:
-queremos conocer el lugar, no hacer una firma de autógrafos... es un paseo, no promoción de la banda... o de tu persona...- esto ultimo se escuchó bastante mal, incluso el mismo Oliver se había dado cuenta y arrepentido un poquito:
-...entiendo- dijo Kruspe un poco cabizbajo -quizás lo mejor será que me quede, así no les arruino nada- concluyó en un tono poco amigable
-Olli- gesticuló exageradamente Paul, mientras codió y reprendió con la mirada a su compañero, si bien Richard solía ser bastante egocéntrico, no era lugar, ni momento de sacarlo en cara.
-estoy bromeando Reesh- se acercó el alto hombre y abrazó a su compañero y amigo de años
-¿tan narcisista me ves? ¿piensas realmente eso de mi?- cuestionó el pelinegro levantando la cabeza para poder enfocar al bajista
-claro que sí- se rió el más alto -lo eres, y mucho...- volvió a reír -no por nada en los bajos mundos te conocen como la diva Kruspe-
-¡eh!- protestó Richard y el otro par carcajeó más fuerte
-pero te he tomado cariño con el tiempo, eres familia, mi familia, y a la familia se le acepta como es- agregó Ridel mientas se sobaba el estómago por tanto reír
-¿nos vamos?- cuestionó Paul mientras abría la gran puerta de cristal que los separaba de la calle.

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