Despedida

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Promete que serás feliz,

te ponías tan guapa al reír.

Y así, sólo así,

quiero recordarte.

Así, como antes, así,

adelante, vida mía mejor será así.

Así, vida mía ahora te toca a ti, sólo a ti,

seguir nuestro viaje.

Se está haciendo tarde, tendré que marcharme...

"Historia de un sueño" - La Oreja de Van Gogh

Discord contempló por última vez el cuerpo de la mejor amiga que había tenido en centurias. Una tristeza más honda que cualquier abismo se esparcía por su pecho, produciendo un curioso efecto mágico que hacía entristecer todas las cosas de la casa. Las flores se ponían mustias, los muebles de pronto parecían más viejos de lo normal, y las paredes se habían vuelto opacas.

El Señor del Caos se sentó al lado de la pegaso, acarició sus mejillas por última vez, y le besó la frente. Finalmente le dio un suave abrazo, rodeando a Fluttershy con sus brazos, y cerrando los ojos al sentir por última vez el perfume de su crin. Entonces, una lágrima brotó del ojo del draconequus, y fue a caer en la frente de la poni, un poco más al costado del medio, sobre su ojo derecho. Y allí donde cayó, la lágrima se secó, o más bien fue como absorbida por la arrugada piel, dejando allí una marca pálida, casi como un blanco lunar. Esto llamó la atención del psicopompo.

—Oh, una lágrima del Señor del Caos... creo que es el mejor regalo que hayas podido dejarle.

—¿Qué? — preguntó Discord, y sólo en ese momento se percató de que estaba llorando, y a la vez toda la casa parecía compartir su llanto, porque se sentía más húmeda de lo normal. No era ese tipo de llanto fingido de cocodrilo, sino que era inevitable, incontrolable y espontáneo.

—Ha caído sobre su frente una de tus lágrimas, y lo que la hace especial es que está cargada con tus verdaderas emociones.

—¿Qué es esta marca? — inquirió Discord, curioso, revisando la frente de su amiga, sorprendido del efecto.

—La marca de la lágrima... — respondió el espíritu — y debería averiguar... pero hay ciertas cosas que dejan marcas especiales en el cuerpo, que se traspasan también al alma, por lo tanto, esta las replica en los cuerpos de sus próximas vidas. Es algo que tiene mucho que ver con las condiciones en las que vive y muere la criatura, y la profunda impresión que algunos eventos le producen.

—¿Qué quieres decir?

—Que el alma de Fluttershy llevará esa marca de amor quizá para siempre, no estoy seguro, pero tal vez en la siguiente reencarnación, nazca con un lunar blanco en ese mismo sitio del rostro. Será la marca del amor del draconequus.

—Entonces... — Discord no sabía qué decir, impresionado por lo que le decía el guía de las almas, y sonrojado por la expresión "marca del amor" — ¿así podré reconocerla cuando vuelva al mundo?

—Creo que sí — respondió el ser, casi, casi con una sonrisa. — Ahora, si me permites...

El Señor del Caos no hizo más preguntas, y dio lugar al guía, quien se paró del lado derecho de la cama. Pronunció palabras en un idioma antiguo y desconocido, el idioma del Érebo, una frase que podría traducirse algo así como "Ven conmigo, alma, hoy se ha cumplido este ciclo de tu vida en la tierra, vuelve conmigo al mundo de los espíritus para reunirte con los tuyos". Tras decir esto, la anciana yegua dio un largo suspiro, su última inhalación, y su cuerpo inflado levitó unos momentos. Luego, una esencia blanquecina y brillante brotó de la carne, a medida que el aire y la vida la abandonaban, hasta que finalmente quedó inerte sobre el colchón, mientras el alma tomaba la figura de quien había sido en vida. Tenía el aspecto de una Fluttershy madura, ni muy vieja ni muy joven, con una especie de belleza neutra. Se mostró muy confundida al principio, mirando los cuatro rincones de su habitación para finalmente fijarse en su propio cadáver.

No es un adiós... [MLP:FIM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora