Los amigos siempre se apoyan.

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Buenos Dias, tardes o noches dependiendo a que hora lean esto, un nuevo fic de EENE posiblemente de 2-3 episodios

Hoy, Es el gran día... — Recitaba esas palabras con más pesar que felicidad.

En una habitación ubicada en el segundo piso de Peach Creek se encontraba Eddward Vincent, este se mostraba con un rostro sin expresión, contemplaba su delgada figura a través de un espejo, en este se veía reflejado a un joven adulto de 25 años con una vestimenta perfecta para la celebración que en esta noche seria grabada en su mente. Llevo sus manos hacia su corbata en un intento por realizar el nudo correctamente, sus dedos temblaban inquietos y su rostro afligido cambio a uno de molestia hasta lograr completar el nudo y volviendo a su semblante entristecido, continuo observando su reflejo en el espejo mientras que en su mente se recriminaba a sí mismo al no poder mostrar una pisca de optimismo en estos momentos.

—Yo... ¿Realmente debería hacer esto? —Se cuestiono mientras tomaba su cabellera que ahora llegaba un poco más debajo de su cuello y la ataba en una coleta suspirando resignado ante su situación.

Su teléfono celular vibro mientras difundía una melodía pegajosa dando la señal de una llamada entrante, se aproximo al su cama donde estaba descansando el aparato, leyó el nombre del contacto y la primera sonrisa se dibujo en su rostro, bueno, solo en la comisura de su labio que si otra persona lo viera pensaría que era de disgusto.

— ¿Hola? — Preguntó el joven Vincent esperando por la respuesta del otro lado de la línea.

— ¡Doble D! — Exclamo Ed desde el otro lado con emoción —Pronto iremos a buscarte— Dijo.

— Muchas Gracias Ed — Agradeció esperando concluir con la llamada, hasta que del otro lado su amigo volvió a hablar.

— Doble D... — Pronuncio su nombre más bajo de lo que habitualmente haría, quizás se debía a que su hermana estaba cerca y lo que estaba por decir era algo un poco más intimo. Eddward ya sabía cuales serian las palabras que su amigo estaba por manifestar —¿Cómo te sientes? —Preguntó con el tono de preocupación que un hermano podría dar a otro.

Edd suspiro con cansancio ante esa pregunta que ya se había hecho frecuentes en estas últimás fechas, no es como si realmente le causara alguna molestia el que sus amigos se preocuparan por él — Ed, estoy bien ya te lo había dicho —Respondió.

— Esta bien Doble D, si tu lo dices —Dijo el amante de las quesadillas, el silencio rondo por un par de segundos antes de volver a hablar — No debes hacer esto si no lo quieres Doble D — Espeto.

Eddward volteo a mirarse en el espejo para inspeccionar nuevamente su apariencia — ¿De qué hablas Ed? — Su amigo estaba por responder hasta que este volvió a hablar — Era una pregunta retorica Ed y respondiendo a esta; ya te lo había dicho solo debo sonreír —respondió más para sí mismo que para el receptor de la otra línea mientras este dibujaba una sonrisa que lograría derretir a un glacial.

(***)

— Buenos días Marie — Saludo Edd con una sonrisa mostrando aquel agujero en sus dientes frontales que por alguna razón a la Kanker del medio le parecía encantador.

— Buenos días Oven-mitt —Devolvió el saludo la peli azul.

El mencionado por su cariñoso apodo formo una mueca de disgusto —Ya te había dicho que no es necesario que me digas de esa manera durante las clases particulares señorita Kanker —señalo mientras se sentaba en la mesa de la biblioteca y comenzaba a sacar sus herramientas de trabajo.

— ¿Entonces puedo decirte fuera de clases? — Cuestiono con una sonrisa.

Edd le devolvió una mirada de molestia como respuesta mientras ella se reía por lo bajo para así no llamar la atención de la bibliotecaria —No, no tienes permitido decirme de esa manera en ninguna circunstancias señorita Kanker —Declaró mientras abría su libro en una página en particular.

Solo debo sonreírDonde viven las historias. Descúbrelo ahora