°•Pura Coincidencia•°♧

Capítulo 2

-Ethel-

Al detallar su atuendo, supe de inmediato que debía tener un puesto importante de trabajo, vestía de camisa blanca, chaqueta tipo blazer color negro, pantalón ajustado, zapatos lustrados y una bufanda turquesa daba ese toque casual y juvenil aún conservando la elegancia y el buen porte.

Su cabello despeinado parecía haber sido azotado por las brisas matutinas del otoño de New York, aunque no podía negar que se veía muy atractivo, incluso por breves segundos llegué a visualizarme deslizando mi mano desde su frente, adentrando mis dedos suavemente en su cabellera y acomodando aquel remolino de pelos que tanto había robado mi atención...

-Oh.., ejem, bueno creo que se me ha hecho tarde- Dije, tratando espavilarme a mi misma; y pensé:
Debo estar enfocada  y calmada para mi aventura de hoy.
Esta entrevista de empleo puede ser el principio de mi historia en la Gran Manzana y aunque me haya encantado este inesperado cruce de caminos, debo dejar de pensar en ese posible  manuscrito de novela romántica que siempre traigo en la cabeza y en su lugar, mentalizarme para escribir en piedra mis logros reales.

Acomodé mi bolso, estilicé mi postura y extendí mi mano para despedirme.

-Mi nombre es Ethel, Ethel Davenport. Realmente espero que logres arreglar tu reloj. Un gusto, ten un bonito día.

-William-

Sorprendido por mi reacción ante la belleza de una completa desconocida, sentí como si la conociera de toda la vida y no me detuve al mirarla.

Vestía una blusa azul, un lazo anudado en la parte del cuello y un escote discreto en la zona del pecho alto que invitaba a mirar más allá,  unos jeans oscuros y una chaqueta colgada del brazo, sin duda las prisas y los nervios no la habían dejado sentir el frío en la brisa; y su cabello...hermosa mujer de cabello trenzado, me sumergí en la ilusión de desatarlo y disfrutar el juguetear del viento mientras lo hacía danzar... No, mejor no, hasta podría provocar un accidente si cruzara la avenida esta mujer de cabellos dorados danzando sin parar..quién podría dejarla de mirar?

-El gusto es mío, señorita Davenport.

Tomé su mano y le deseé un buen día también.. ella se fue caminando a paso rápido, antes de que pudiera presentarme ya la había perdido entre el ir y venir de la gente, sin dudas llevaba demasiada prisa y a mi me había sabido a muy poco el tiempo que habíamos tenido para conocernos.

-Ethel-

Volteé y decidida a hacer de mi día un día de triunfos, salí caminando todo lo  rápido que podían mis pies pues no quería robarle ni un minuto a mi entrevista, y así lo dejé él, sorprendido y con palabras a medias, buscando quizás respuestas ante mi abrupta despedida, y con esa mirada única que jamás olvidaré. Oh, New York y su magia única, pensé mientras un suspiro me robaba la esperanza de volverlo ver.

-Buen día y bienvenida a Roger's Company, ya le esperan?