°•Pura Coincidencia•°♧

Capítulo 3

Antes de comenzar me gustaría aclararles que este capítulo es escrito por mi gran amigo LimonadaZeppeli, es un gran escritor y buena persona también, por favor, si no es mucha molestia sigan su cuenta nwn.

~_______________________________________~

-Ethel-

El umbral de ese edificio significaba la barrera a mi nueva vida. La confianza me tomó de la mano apartándome de mis dudas. La fuerza que hacía avanzar en el pasado mi cuerpo tembloroso era ahora comparable a la de las columnas que se alzaban ante mí. No más tardes en el sofá ni cantar, si se puede denominar así, canciones tanto alegres como sobre camarones. En ese momento podía admirar el futuro que construí.

Sola, sin la figura de los que me abandonaron.

Luego de haber perdido a ese joven que... ¿me perseguía? y resistir la tentación de los brillantes colores, contrastantes a las apariencias decadentes del otoño, presentados en la heladería, finalmente atravesé las puertas del edificio. Una brisa escalofriante recorrió mi espalda, dejando a su paso la melancolía que caracterizaba la estación del año. Percibí esto como las primeras letras del epitafio del destino que me aguardaba. Dejé atraparme un poco por el pesimismo, pero después de segundos dudando estuve segura para enfrentar este desafío, al menos eso pensé.

-Buen día y bienvenida a Roger's Company ¿Ya le esperan? -interrumpió mis pasos una mujer de tez pálida, ojos azulados y brillantes, de amable sonrisa que combinaba tiernamente con sus hoyuelos. Esta me hizo sentir bastante cómoda después del augurio que me inquietaba.

- Buenos días, gracias por la bienvenida. Vengo por la vacante de secretaria -respondí con voz animada, cómo extrañaba esa voz.

- Hmmm, es una vacante bastante recurrente, por aquí han pasado varias buscando el trabajo y finalmente huyendo de él, pero estoy segura de que usted podrá tomar el puesto, se le ve brillo en los ojos, aunque también la noto un poco nerviosa. ¿Cómo se siente para esto?

- Supongo que bien... sinceramente siento que esto es un poco grande para mi inicio pero confío en que puedo hacerlo.

- Esa debe ser la actitud. No se preocupe por el jefe, es casi un niño, aunque debo admitir que ha manejado bastante bien todo con la rectitud necesaria, en el fondo puede ser muy comprensivo, solo demuéstrele lo que puede hacer. Creo que le estoy entreteniendo mucho con mi palabrería, mejor hago mi trabajo. ¿Puede darme su identificación y rellenar todo este papeleo? Sé que ya hicimos mucho de esto antes de la entrevista, pero ya sabe, burocracia.

Que le demuestre lo que puedo hacer? Nada...

- Por supuesto, espere un momento. Aquí tengo la identificación, la guardé en mi chaqueta por si me roban la cartera, ya sabe, pura paranoia. Deme un minuto, ahora firmo -busqué un bolígrafo en mi bolso, el cual por las prisas me di cuenta que dejé abierto, pero no lo encontré, también sentí que faltaba algo más...-. Emmm ¿Me puede dar algo para escribir? Es que mi cabeza parece estar en los cielos y no traje nada -enuncié con una pizca de nerviosismo.

- Está bien, usted sabe que la vida en esta ciudad puede ser ajetreada, olvidar cosas es algo de todos los días -se dirigió a mí haciendo un puchero-. Toma esta pluma, sé que es de las antiguas pero me gustan estas, devuélvemelo cuando quieras. Espere un momento, creo que me faltó una hoja por traer, por lo visto no es usted la única con la cabeza en los cielos. Respecto a la pluma, no se la lleve. -dijo al subir apurada por las escaleras, sin duda estaba fuera de su mente porque tenía el ascensor a centímetros.

Después de hablar con ella reí un poco, su última frase me recordó a un serie que veía en las vitrinas de televisores después de escapar de aquel lugar... No sé bien por qué, pero ella me hizo sentir un poco mejor. Mientras la esperaba, presencié la maestría que se imponía sobre mí. Cuadros abstractos que difícilmente llegaría a entender, muebles de decoración demasiados extravagantes y toda la multitud llevando consigo un traje elegante y formal, todo siendo de marcas caras y famosas, claro.