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Se encontraba agitado, sosteniendo su mano en su pecho mientras respiraba rápidamente.

Apenas había llegado a cerrar la puerta, se deslizó con la espalda pegada a esta hasta quedar sentado.

Cuando finalmente recuperó el aliento su cabeza cayó hacia el lado derecho golpeándose levemente contra una pared.

Definitivamente no sabía que pensar ahora.

...

Lan WangJi había logrado guardar la calma desde que lo vio por primera vez aquel día.

Estaba absolutamente seguro de que era él. Ya sea su comportamiento, sus sonrisas y risas, además de como actuaba con familiaridad con toda la familia Jiang. El sentía que eran la misma persona.

Conocía a Wei Ying desde hace bastantes años. Él era cálido y bastante animado, siempre era el blanco favorito de sus bromas y travesuras.

Volver a verlo después de todos esos años, después de buscarlo por distintos lugares, quitaba un gran peso de su corazón.

-¿Mmm? —preguntó en un tono bajo y sorprendido al entrar al pabellón de la biblioteca y ver la sonrisa nerviosa de Wei Wuxian.

Él se encontraba sentado justo al frente de su lugar habitual, desviando su mirada de vez en cuando y buscando que decirle.

-Bueno, espero que no te moleste un poco de compañía... —otra risa incómoda salió de sus labios mientras doblaba, sin siquiera notarlo, una de las esquinas de una hoja.

Lan WangJi no comprendía que le pasaba pero quería volver a sentir su presencia a su lado, mucho más cerca. Sin toda esa tensión que había, sin esas respuestas evasivas y sus frecuentes escapes.

-Está bien —se sentó tranquilamente en su lugar habitual con un nuevo libro acerca de barreras de protección. Notó el respingo que tuvo Wei Ying al notar el título, y sintió un leve tirón en sus labios al ver cómo este quería ocultar su consternación.

Daba varias miradas discretas por encima de su libro a veces, Wei Ying intentaba prestar atención a las páginas del suyo, pero sabía que le costaba concentrarse, también le costaba estar en silencio. Y bueno, él tampoco podía leer siquiera el pequeño párrafo que le faltaba para pasar a la siguiente hoja.

-¿Hay alguna actividad que te guste, Lan Zhan? —preguntó de la nada Wei Wuxian, esta vez intentando devolverle la forma a la esquina arrugada. Ni siquiera pensó mucho en las palabras con las que podría comenzar la conversación, tal vez antes podría haberlo molestado con un millón de preguntas más pero ahora sentía que era más difícil decirlas.

-Leer —Lan WangJi lo miró de soslayo y de forma suave al responder. La forma cercana de llamarlo también quiso hacerlo sonreír.

Wei Ying recostó parte de su cuerpo en la mitad de la mesa al escuchar su respuesta mientras sus brazos se extendían un poco. Ese fue uno de los actos que hacía hace tanto tiempo, ya sea por su aburrimiento en la biblioteca o por rendirse cuando no le respondía.

Sus brazos extendidos casi llegaban a rozar el libro que él sostenía. Lan WangJi levantó sobre este su mirada, Wei Wuxian también levantó su mirada. La sonrisa que le dio lo hizo devolver su atención al libro.

-Vi varios conejos antes, ¿te gustan bastante? —volvió a soltar otra pregunta al azar.

-Sí —asintió mientras lo decía.

-¿Te gusta salir a visitar la ciudad? —Wei Ying prestó aún más atención a su respuesta intentando notar algún cambio en su expresión.

-Solo para cacerías nocturnas —¡Nada! ¡Lan Zhan no dejaba ver nada! Su rostro seguía tan impasible como siempre.

Realmente no esperaba esto del tan correcto Lan Zhan. ¡Se había convertido en un hábil mentiroso en su ausencia!

Pero bueno, ¿qué podía hacer para sacarle la verdad?

...

Desde esa tarde dejó de evitar a Lan WangJi.

A menudo le hacía un montón de preguntas –al igual que antes–, lo miraba curioso y volvía a llenar de ruido el lugar. También lo notó siguiéndolo varias veces.

Estaba demasiado extrañado, lo admitía pero... Amó recuperar esos momentos.

...

Wei Ying no fue el único que seguía a Lan Zhan cuando salía del Cloud Recess.

Lan WangJi lo encontró varias trepando los altos muros y deslizándose por los tejados. Desapareciendo en la oscuridad de la noche.

Intentó averiguar a donde se dirigía sin muchos resultados. Solo podía dar media vuelta y volver a aquel camino que lo dirigía a ese lugar con el que se estaba familiarizando al notar esa presencia. La misma aterradora presencia.

Cerró sus ojos dorados y le costó un poco abrirlos después de soltar el aire contenido. Su mano derecha apretaba hasta casi romper una hoja de papel que sostenía. Lo alzó y volvió a ver una letra familiar, un poco descuidada y deformada, aunque transmitía una elegancia a pesar de verse apresurada o desganada. Desesperada quizás.

Una casa aislada y una escalofriante sonrisa escondida dentro resonaron por un segundo su mente. Una mirada cansada y llena de pánico también aparecieron. Unavoz suave sonó instándolo a calmarse, pero no era de ahora, solo era otrorecuerdo.

Avanzó hasta que los arbustos y los grandes y frondosos árboles ocultaron su silueta. Su guqin estando sujeto a su espalda, siempre atento a cualquier movimiento circundante y con la mano en la empuñadura de su espada.

...

-A-Zhan, ¿hoy no vino contigo A-Huan? –la voz que sonó era cálida y dulce. La sonrisa en ese rostro era pequeña pero confortante, unos brazos extendidos hicieron que quisiera avanzar lo más rápido que las reglas lo permitieran.

-Hermano salió con tío –su tono era bajo y parecía monótono, pero la mujer frente a él notó un poco de pena.

Ella lo instó a que se acercara volviendo a mover un poco más cerca sus brazos. El niño no dudó y comenzó a ir donde se encontraba. No demasiado rápido ni lento.

Madame Lan quiso reír viendo lo tierno de su hijo pero un dolor agudo vino de su brazo e hizo que retrajera su abrazo. Su rostro palideció y sintió que perdía el aire.

Estaba temblando...

El miedo era horrible...

Seguramente el tiempo avanzó otra vez. Ella alzó su mirada y vio a su hijo centrado en un punto específico de la habitación. Exactamente en la esquina superior.

No quería ver también en esa dirección...

Podía sentir la lúgubre sonrisa del ser sin apariencia detrás de ella.

Con el coraje que se demoró en reunir, se levantó a pesar de sus piernas tambaleantes, sujetó a su hijo en su abrazo y lo sacó de la pequeña casa.

La puerta fue cerrada ante la mirada aún perdida del niño.

NOTAS:

No daré excusas ;-; 

Ok, tal vez una... 

Estuve bastante ocupada con un problema con la Pre a la que estaba inscrita (no entraré en detalles por que es demasiado largo), recién hace unos dos días resolví todo y salí de esa Pre. Ahora tomaré clases virtuales en otra, el precio es más cómodo -literal, no me cobran como si fuera presencial como hacían en la otra- y las clases parecen estar bien explicadas.

Ahora lo que quiero avanzar son mis One-shot's 7-7

   


GOPHERWhere stories live. Discover now