†° Scars °†

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‡• Capitulo II •‡

BLAME IT ON YOUR EYES

El agua chocaba contra las piedras con demasiada fuerza que el sonido se escuchaba a la distancia hasta desaparecer alrededor de la fauna regional

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El agua chocaba contra las piedras con demasiada fuerza que el sonido se escuchaba a la distancia hasta desaparecer alrededor de la fauna regional. Se sumergió en las tibias aguas cristalinas en busca de un relajante descanso de sus ajetreados entrenamientos, esos que te destrozan los huesos hasta que parecía el mismo polvo. Pero no era lo único que tenía en mente cuando el desnudó cuerpo de Arlet se sumergió a un lado de él sin pena a enseñar su definido y excitante figura.

—Es tan estresante no tener tiempo para descansar— pronuncie mientras la espalda del castaño rojizo se acomodaba en una enorme piedra.

—Se acostumbra con el tiempo, su majestad— respondes con una sonrisa de lado —O es que el futuro emperador no a entrenado su cuerpo.

—Por supuesto que lo e entrenado— menciono para dedicar te una mirada coqueta —de muchas formas y posiciones diferentes.

Sueltas una carcajada y te tapas la boca con una de tus manos —¿Desde cuándo la conversación se desvío, su majestad?— me miras divertido —O ¿es que su majestad desea algo que un simple baño?

Acomodas tus mojados y alborotados cabellos. Sin evitarlo me acercó a ti como un demonio de las profundidades hasta quedar enfrente de tu labios rojos.

—Tal vez deberías cumplir mi capricho.

Sonríes tranquilo pasando tus manos por mis hombros hasta acariciar mi rubio cabello —Cumplire cualquier capricho del príncipe Leo.

Susurras entre mis labios para después arrebatarme el aire con su boca. Era, sin duda, sensacional la forma en cómo movía la lengua sobre mi cavidad bocal. Eras el líder de la situación y eso no me agradó así que utilicé mi fuerza para alzarte de las caderas y empujarte contra la piedra detrás de ti mientras sueltas un gruñido molesto.

—Cuidado, su majestad— murmuras con voz entrecortada.

—Acaso eres tan débil— hablo con arrogancia.

Y de un movimiento mi cabeza es jalada hacia atrás por ti —Mejor cierre esa encantadora boca suya.

—Como siempre tan salvaje.

Acercó tu cara hacia mi para volver a sentir tus dulces labios, mientras mis manos se posan en su definida cintura. Recorro toda su cara con pequeños besos que lo estremecer.

Suspira como cualquier mujer que antes estuvo en mi cama y en ese momento no entendía la excitación que me daba un hombre. Tal vez la abstinencia de estar en medio de la nada o el sólo capricho de la curiosidad en la edad en qué mis hormonas estaban aceleradas. En cualquier caso tener a Arlet abajo de mí me llenaba de satisfacción, como si logrará el triunfo del año.

SCARS (Capries)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora