†° Scars °†

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‡• Capitulo II •‡

BLAME IT ON YOUR EYES

La multitud se movía hacia un solo punto en especifico en aquel bar que era el más concurrido en el reino Amaltea por las constantes visitas del Duque Adis quien era conocido como "El dios de la belleza" por las féminas masas además de su política...

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La multitud se movía hacia un solo punto en especifico en aquel bar que era el más concurrido en el reino Amaltea por las constantes visitas del Duque Adis quien era conocido como "El dios de la belleza" por las féminas masas además de su política de no discriminación a sus nocturnas parejas. Podía enamorar desde la mujer más pura hasta el hombre más heterosexual solo con una de sus frases que llenaban el corazón de fantasías falsas de romances duraderos como la salida del sol. El proclamado Duque ya tenía a su pareja, él príncipe Taher de Amaltea pero eso no evitaba su favoritismo por el sexo con personas ajenas a su prometido.

La fiesta en el bar se tornaba en completa normalidad, los músicos cantaban al son de la música de sus desgastados instrumentos, las meseras hacían su trabajo y en varios momentos tomaban una copa junto a sus clientes, las grandes historias de antiguos héroes llenaban los típicos relatos y los halagos del Duque a cada señorita eran concurrentes al igual que el cantinero que le pasa una bebida nueva cuando la suya se acababa.

Aunque en dicha ocasión la presencia del Príncipe fue la primera atracción del público al introducirse a la pocilga del bar. Sus pasos eran delicados como los pasos de una dama pero tan seguros como un guerrero en plena batalla, su impecable atuendo captaba la mirada de los clientes.

—Duque— habló con desdén, su hermoso ojos cafés no apartaban la mirada de las bellas damas a mi lado.

Sonreí complacido ante sus intranquilos celos y su falta de paciencia cuando se trataba de mí. Me levanté de mi asiento para ir a su encuentro dejando atrás mis esperanzas de una noche caliente.

—Príncipe Taher, que sorprendente su vista alteza— haciendo una reverencia y sonriendo encantado capte toda la atención. —¿Desea hablar conmigo?

Miró a su alrededor en busca de un lugar en el cual colocarse, la mayoría de los clientes se encuentran expectantes ante la insistente mirada del Príncipe que se dirigía de un lado a otro sin lugar en específico. La caverna tenía entre cinco mesas vacías; dos en la misma esquina apartada, una cerca de la puerta y las últimas en medio de todo el revuelo pero ninguna satisfacía al hermano mayor del Rey.

—Podemos hacerlo en otro lugar.

—Por supuesto— conteste mientras le seguía hacia la puerta antes de mirar al cantinero. —Anotarlo en mi cuenta— murmuró y hago señas que el joven dueño entiende recibiendo un asentimiento de su cabeza.

Camino detrás del joven príncipe quien suelta un corto suspiro y estira las manos al cielo cuando nos encontramos en la vacía calle.

—¿conteniendo la respiración, acaso?— preguntó entretenido por la forma en cómo parecía aliviado.

—Lo siento, pensé que no lograría sacarte de ahí— pronuncia bromista y se cubre la cara con las manos —Ellos daban miedo.

Suelto una carcajada y me acerco a mí prometido, lo tomó de la mano para besarla con cordialidad mientras Taher se avergüenza desviando la mirada hacia la puerta de la caverna.

SCARS (Capries)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora