Tenía frío, demasiado frío, era como si el viento encontrara la forma de calarse en sus huesos y congelarlos provocando un dolor insoportable, Louis sabía que el invierno se acercaba, y aunque no podía esperar a ver el primer copo de nieve caer también sabía que le quedaba poca leña y que las sucias y desgastadas prendas que arropaban su cuerpo no lo mantendrían lo suficientemente caliente como para sobrevivir al invierno mortal del noreste de Francia.
El chico de orbes azules y mirada triste abrió su ojos a un nuevo día, lo primero que divisó fue el techo de madera oscura y lleno de humedad sobre su cabeza, tenía una que otra gotera Louis recordó, será mejor que las repare antes de la oleada de nieve y deshielo que trae el invierno llegue arrasando con todo a su paso. Despegó su mirada del techo girando su cabeza un poco en búsqueda de la única persona con quien compartía aquella pequeña y humilde morada, su madre, una delgada y castaña Omega, sus ojos aún se encontraban cerrados, pestañas acariciando sus mejillas, labios secos y delgados iguales a los suyos "es tan pequeña y se ve tan indefensa" pensó Louis, le impresionaba cuánto de su madre podía identificar en si mismo, y se preguntó si alguien alguna vez había pensado en él como alguien pequeño e indefenso, sabía por supuesto que al ser un Omega sus facciones podían verse femeninas y delicadas, y en su ser no se encontraba ser valeroso ni mucho menos impulsivo, pero el Omega sabía que era fuerte, sabía que su voluntad era de hierro y que gracias a lo que había vivido en sus cortos 17 años era resiliente. La voz de su madre interrumpió la línea de sus pensamientos.-bonjour mon petit garçon [buenos días mi pequeño niño]- pronunció la castaña con suave y dulce voz, Louis la veía embobado, su belleza era increíble y el Omega lamentaba no haberla heredado- hoy hay mucho por hacer, empezaremos por ir al mercado, creo que hoy tendremos algo para cenar si logramos vender las patatas y algunas frutillas..tengo un buen presentimiento Lou.....no sé cómo explicarlo pero... puedo sentir su presencia, él está cerca- una gran sonrisa amenazaba con partir el rostro de su madre, y Louis simplemente no tenía corazón para decirle que su padre no volvería nunca, que hace tres años que no tienen noticias de él y personalmente Louis lo prefería de esa forma, los abusos de su padre dejaron en el ojiazul una profunda marca emocional, y en ocasiones física, empezando por el rechazo de su naturaleza como Omega y los constantes golpes a su madre cuando sus caprichos no eran complacidos, El sabía que era la mordida y el vínculo roto de su madre lo que la hacía alucinar y desear algún contacto, por mínimo que fuera por parte de su alfa, Louis podía ver que su madre definitivamente había perdido peso, y ese especial brillo en sus ojos se había esfumado, sin importar cuánto se esforzara el Ojiazul por hacerla feliz ,el sabía que nunca podría sustituir el enorme vacío que dejó su padre, con un gran peso en su pecho, el Omega se forzó a esbozar una sonrisa a su madre quien luego de acariciar su mejilla finalmente decidió levantarse y comenzar su día, a los pocos minutos Louis la imitó.
-Será un buen día- susurro el castaño para si mismo, realmente lo pensaba, tenía el presentimiento de que hoy su vida por fin sería diferente.
Se encontraba en el mercado local con su madre, canastas de patatas, frutillas y hierbas a sus pies en espera por ser comprados, se puede decir que las ventas en esta época eran más que difíciles, las familias que compraban en este específico mercado no solían ser las más adineradas y aquellas familias que tenían los fondos necesarios para darse el lujo de comprar frutillas y hierbas aromáticas preferían ahorrar su dinero en invierno e invertirlo en leña para mantener sus hogares calientes. Louis llevaba de pie casi seis horas, sin haber vendido más de una libra de patatas y media libra de frutillas, "esto es ridículo" pensó, necesitaba estirar sus músculos y tal vez buscar algún lugar para orinar.
-C-Creo que iré a caminar un poco...debo estirar- pronunció Louis casi tiritando a causa de los vientos invernales que parecían venir del norte, su madre levantó la vista de sus pies y sonrió asintiendo.
El Ojiazul caminó y caminó, hasta encontrarse en el límite de un terreno baldío que pensó era perfecto para una buena meada. Posó sus manos en los botones de su desgastado pantalón bajandolo, se disponía a bajar su ropa interior también cuando escuchó algo tras de él, "pisadas..hay alguien aquí" pensó, un escalofrío pasó por su espina dorsal irradiandoce a todo su cuerpo y poco fue el tiempo que tuvo para girarse antes de sentir unos fuertes brazos tomarlo del cuello y una mano tapándole la boca, Louis no entendía qué demonios sucedía, su cuerpo se encontraba en alerta total y tuvo que suprimir el llanto lastimero y patético que su Omega se moría por soltar, el pequeño castaño intentaba soltarse de aquel agarre, pero era realmente imposible, podía olerlo, se enfrentaba a un Beta y a uno realmente fuerte que no parecía dispuesto a soltarlo, Louis mordió su mano con fuerza.
-Merde! ne refais pas ça [ Mierda! No vuelvas a hacer eso ]- su captor lo liberó con un alarido de dolor, el Omega sabía que debía huir pero su cuerpo no podía reaccionar, estaba paralizado del miedo, se sentía estúpido e indefenso - vendrás conmigo te guste o no, es lo que debe pasar- musitó el beta que ahora Louis podía ver, cara a cara, ojos miel contra ojos azules.
-Por una mierda que no- dijo Louis retrocediendo poco a poco, rastreando el terreno con la mirada, realmente estaba lejos del mercado, y no lograba ver a nadie que pudiera ayudarlo, estaba acabado, Louis sabía que no podría ganarle una pelea a puño limpio a este Beta, ni siquiera en sus mejores días. Sus pies se movían con cautela, alejándose de su agresor, manos temblorosas y frías estiradas frente a él intentando crear más espacio entre el Beta y su persona, el ojimiel sorprendentemente no se movía, y Louis podía ver como una sonrisa se formaba en su rostro, una sonrisa sarcástica que logró estremecer a su Omega por completo - pero qué demonios te pasa, por qué quieres llevarme ? Y por qué sonríes de esa forma? Has de estar realment- el pequeño Omega chocó contra algo, o más bien alguien, y fue acallado por otro par de manos que se posaron sobre su boca, esta vez más grandes, más ásperas con un olor a Whisky y vinagre invadiendo sus fosas nasales hasta su garganta, inundando sus sentidos, Louis pataleaba como loco y movía sus brazos intentando golpear, rasguñar, liberarse.
-Allez petit oméga, reste tranquille [ Vamos pequeño Omega, estate quieto ] - musitó el hombre de grandes manos que sostenía a Louis- esto tendrá que calmarte de una vez por todas, que dolor en el trasero resultaste ser- El olor a Whisky fue más intenso por un instante cuando el hombre movió su mano rápidamente para sacar algo de su abrigo, una maldita jeringa.
Louis entró en un pánico total, sabía que querían dormirlo para hacerle quien sabes cuántas cosas sucias y asquerosas, sus ojos llenándose de lágrimas y un grito de pánico acumulándose en su pecho, se preparaba para gritar desde el fondo de sus pulmones, retorciéndose y rasguñando, sin embargo aquel grito nunca fue escuchado, el pequeño Omega fue inyectado con un tranquilizante y lentamente cayo en un sueño turbio de noches frías, sonrisas sarcásticas y ojos color miel.Bueeeeeeeno, y aquí está el primer capítulo :3
Intentaré mantener los capítulos cortos para poder actualizar frecuentemente.
Un abrazo gigaaaaaante-A
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•| SANS ALPHA |•
Fanfiction- Es hora de acabar con esto de una vez por todas, este será el último ciclo, Je te promets mon ami -musitó el Beta desanudando con agilidad las cuerdas que mantienen al pequeño omega inmóvil- pero debes prometer algo, pase lo que pase no salgas sol...