Habían sido horas, días, tal vez semanas. El corazón del Omega se encontraba frío, envuelto por el abandono, una profunda tristeza y resignación, podía sentir sus huesos helarse, sus músculos resentidos y su tripa retorcerse por el hambre y la angustia. Hace un poco más de un par de horas el Beta que aquellos ojos añiles aprendieron a tolerar partió junto a su compañero en búsqueda del tal coronel Cowell, sabía que el día había llegado, sería regalado a aquel bastardo a cambio de la libertad de Liam y Zayn, hoy era el último día de su vida o por lo menos así se sentía, y Louis lloraría si no fuera porque sus ojos se han secado y todo lo que queda es la coraza de lo que solía ser como hombre; Contemplaba lo patética que había sido su vida y el desasosiego crecía en su pecho, a su mente llegaba el recuerdo de su madre con frecuencia, el pequeño Omega buscaba reconfortarse en sus memorias juntos, sin embargo lo único que obtenía era que la tristeza lo llenara y las lágrimas cayeran por sus mejillas.
Se sentía solo, desolado, y cree que si no hubiera sido por Liam tal vez ya hubiera intentado atentar contra su propia vida, en lo que Louis suponía eran semanas el pequeño Omega realmente había conectado con el de ojos color miel, no eran amigos, siquiera buenos conocidos, pero Louis debía admitir que prefería las noches en las que Liam custodiaba su patético cuerpo, prefería esas noches llenas de conversaciones sin sentido y miradas cómplices a sus noches junto al compañero de Liam, un Beta delgado, con cabellera azabache y ojos color caramelo, intimidante como un Alfa y jodidamente serio. El recuerdo de una noche en específico estremece al Omega, aquella noche en la cual por fin reunió la valentía suficiente para preguntarle a Liam aquello que no lograba sacar de su mente por más que lo intentara.
*| Louis devoraba su cena, que no consistía en nada más que un poco de pan de pasas y alguna extraña infusión de hierbas que al principio el castaño recibió con cautela, sin embargo con el paso de los días descubrió que aquella bebida caliente que le era otorgada cada noche le ayudaba de alguna forma a mantener su calor corporal y a conciliar el sueño. Ojos azules concentrados en un punto de la pared en ruinas que tenía frente a él, manos en movimiento llevando los alimentos hasta su boca, la mente del Omega vagaba una vez más en el océano que eran sus pensamientos, pasó de temer por su vida a sentirse casi cómodo en presencia de aquel soldado, Louis no se explicaba cómo, pero su mente y más allá de eso, su maldito corazón, su Omega interior parecía raspar la superficie de su consciencia indicando que aquel olor característico del Beta de ojos miel, aquella voz y su presencia reconfortante no eran algo nuevo para los sentidos de su Omega. El castaño podía sentir su vínculo crecer de forma extraña y algo enferma, debería odiarlo, aborrecerlo, por lo menos temerle, pero él en cambio, en ocasiones sentía que incluso llegaba sentirse tibio y seguro en su presencia; Han hablado demasiado, Louis le ha contado de su madre , de su padre, de su vida en aquel pequeño pueblo Francés, de lo difícil que resulta en ocasiones sobrevivir en su realidad, pero también Liam se ha abierto con el, el Omega ahora sabe que tiene una hermana pequeña, que le gusta tararear para llenar los silencios, y que ve a su compañero como mucho más que eso, le tomó a Louis más de tres noches, pero finalmente Liam admite que está un poco, tal vez demasiado enamorado de su compañero, de aquel otro beta de ojos color caramelo. El castaño traga su comida después de ser masticada y luego de permanecer un buen tiempo en silencio, reúne el valor para formular palabra alguna.
-Liam, pu-puedo preguntarte algo ?- las manos frías del Omega se juntan en su regazo, y alza la mirada esperando encontrar la del Beta.
-Dis moi, mon cher [ dime, querido ]-Louis sonríe, desde el principio Liam ha utilizado ese tipo de vocabulario, al principio debía admitir que era algo molesto y ofensivo, pero a medida que pudo contemplar fragmentos de su personalidad entendió que él simplemente es así, un Beta para nada formal y un poco coqueto.
-Nosotros..digo, nos conocemos de algo ? - el omega musita y suspira- siento justo aquí-señaló su corazón-que no es la primera vez que nos vemos, debe sonar como una verdadera locura pero realmente puedo sentir que te conozco, que me conoces- dice rápidamente, su pulso se acelera tan pronto las palabras dejan su boca, y Louis no sabe por qué, pero está nervioso.
-Oh chaton, pensé que nunca lo preguntarías- se ríe el Beta- es una historia realmente divertida, aún puedo recordar el día que te conocí- Liam menea su cabeza lentamente, con una sonrisa en sus labios y Louis podía jurar ver sus ojos achisparse- fue hace tanto tiempo Lou....recuerdo verte llegar aquel restaurante, con todos esos ridículos libros, malditamente gigantes, con tus uñas pintadas de rosa y una sonrisa en el rostro- El de ojos miel hace una pausa mirando fijamente al dueño de los ojos añiles- te veías tan... tan bonito, y debo admitir que fue como un crush instantáneo- rió el beta- mon Dieu, Harry me mataría si supiera esto....me perdí en tus ojos, aquellos océanos inmensos de color azul, y tu maldito aroma Omega, no me hagas hablar de ese maldito aroma encantador que posees, es decir, me estaba volviendo loco-el más alto hizo una pausa- Pero desde el primer momento fue más que claro Lou, al ver a Harry entrar junto a ti, con una sonrisa que amenazaba con romper su rostro en dos, con sus ojos fijos en tí, cargando otros de tus gigantes libros de texto .....fue malditamente claro que estaban destinados a ser-Liam sonríe con nostalgia y lentamente se acerca al pequeño Omega, el silencio se instala entre ellos y Louis no sabe qué decir, no entiende un demonio y lo desconcierta la veracidad que puede encontrar en el relato del Beta, no sabe cómo, pero está seguro de que cada palabra es sincera- Ahora chaton, a dormir, debes descansar...Ma-Mañana te contaré más, si es que así lo deseas- Y Louis quiere, maldita sea, quiere saber más. El Omega asiente lentamente y es todo lo que el dueño de los ojos color miel necesita como señal para caminar lejos del castaño. |*
Louis puede escuchar voces a la lejanía, un escalofrío recorre su cuerpo, sus manos se hacen puños y comienza a respirar con dificultad. Su Omega se muere por liberar un lastimero quejido, un llamado por ayuda, por piedad,y está tan ocupado intentando acompasar su respiración que no sabe si es producto de su imaginación o del pánico, pero escucha algo que lo hace querer chillar.
-Ahora sí Payne, trae al Omega
*|Flashback |*
Tercer capítulo, espero les guste.
-A
ESTÁS LEYENDO
•| SANS ALPHA |•
Fiksi Penggemar- Es hora de acabar con esto de una vez por todas, este será el último ciclo, Je te promets mon ami -musitó el Beta desanudando con agilidad las cuerdas que mantienen al pequeño omega inmóvil- pero debes prometer algo, pase lo que pase no salgas sol...