XIII

4.5K 499 261
                                    

Usen de referencia la vestimenta de Lucas, no encontré una imagen que estuviera él solo y esa vestimenta es la que más me gustó.

Usen de referencia la vestimenta de Lucas, no encontré una imagen que estuviera él solo y esa vestimenta es la que más me gustó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día del debut había llegado.

Y con ello los nervios de las sirvientas salían a flote.

Desde que temprano habían estado preparando a la princesa para su tan ansiado debut.

-"me pregunto con quién irá Adara, hasta el último momento no me dijo quién iba a ser su pareja".

Cerró sus ojos mientras una de las mujeres masajeaba su rostro.

Ya tenía 14 años, el día que marcaba la vida de Athanasia en la novela había llegado.
Pero nada sucedió tal cual en la novela, ella era amada por su padre, tenía a Lucas y a la joven ducal Alfierce de su lado.

No sería la misma historia.

-su majestad, el emperador Claude de Alger Obelia, y su alteza, la princesa Athanasia de Alger Obelia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-su majestad, el emperador Claude de Alger Obelia, y su alteza, la princesa Athanasia de Alger Obelia.

Cuando el caballero los presentaron los nervios aumentaron para la rubia oji cerúleo.

Las puertas se abrieron y todas las miradas de los nobles pusieron nerviosa a la menor.

-qué sucede?.

Se exaltó ante la pregunta de Claude, la rubia bajo la cabeza dejando ver sus miedos ante su padre.

El rubio al entender fulminó con la mirada a los nobles que hicieron una reverencia ante ellos.

-si gustas, pueden estar así hasta que decidas irte.

-n-no, muchas jóvenes esperaron esta noche.

Sonrió nerviosa ante las palabras de su loco padre.

-es increíble que te avergüences por esto, cuando eras niña despeinaste mi cabello y te atreviste a golpear mi mejilla diciendo que había un insecto en ella.

Esos recuerdos hicieron sonrojar a la rubia que le reclamó a su padre haciéndolo sonreír de lado.

Su baile dio inicio y la princesa olvidó sus miedos, aunque eso no quiere decir que no pasó vergüenza al pisar dos veces el pie de su padre.

Tiempo Dorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora