Por los siguientes días, me refugio en mi apartamento y evado las incesantes llamadasde teléfono de Madi. O ella quiere saber cómo fue mi cita, u oyó a través de su maridoque su amigo me plantó la noche del viernes. No importa su razón para llamarme, novoy a discutir de nuevo los eventos de la noche en que conocí a Ocho, pero lo hago sinesperar a esa maldita fortuna, metiendo los trozos de papel en el espejo sobre mi vestidorjusto a un lado de la foto autografiada de Ayden Vaughn que conseguí en eBay. Miro lafortuna a diario, preguntándome lo que podría haber sido. Esto es lo que está mal conmi vida. Estoy viviendo un mundo ideal de podría, haría, debería en cada aspecto.
—Solo hay espacio suficiente para un hombre soñado en mi vida.
Tecleo en mi teléfono, pensando mi Tweet diario de Ayden.
@therealAydenVaughn ¿sabes por qué t amo? porque eres un sueño, y los sueños nuncadecepcionan. #superfan.
Acurrucada en la silla en frente de mi escritorio, abro mi laptop y reviso mi correo. Tressolicitudes para diseños de portadas de e-books me esperan. Sonrió mientras me hundode regreso en la silla, mi cabeza un poco menos loca que hace varios días atrás. Confesarmis formas de ser fanática a Ocho fue un poco patético, más bajo que un ocho tratandode coger un seis. Pero si no fuera por el fandom de The Hunted, yo no estaría donde estoyahora, despertando al mediodía, comiendo un tazón de Capitán Crunch mientras abromis correos. Probablemente estaría atascada en algún hospital, golpeando un reloj ysecando el sueño de mis ojos. Mi supervisor me regañaría diariamente por usar batasarrugadas porque no soy de planchar. Como, siempre.
Años atrás, antes de que The Hunted fuera incluso un pensamiento dentro de la cabezadel autor, había elegido una carrera como terapeuta física.
La terapia física no es un trabajo que hubiera escogido. La carrera fue escogida por mimadre, una mujer quien me empujó a seguir los sueños que ella no consiguió. Ella quedóembarazada de mi hermano durante su segundo semestre en la universidad y le restóimportancia a la universidad para criarlo y eventualmente a mi hermana. Cuando yonací, ella se rindió en sus metas por completo y se enfocó en alentar a sus niños aconseguir trabajos en el campo del cuidado de la salud. Algo tranquilo, fiable. Trabajosque siempre hubiera.
—Las fábricas están sobrepobladas en China, los negocios cierran, —ella había dicho,meneando su dedo en nuestros rostros. —Pero gente enferma, la gente enferma siempreexistirá.
Mis hermanos no la decepcionaron. Wes, mi hermano, trabaja como radiólogocardiotoráxico cerca de Atlanta. Mi hermana mayor, Evelyn, vive en Augusta con suesposo Russ y trabaja largas horas como enfermera anestesista.
¿Y yo?
Hago portadas de libros posicionando las abultadas entrepiernas de aceitados hombrespara vivir.
No hay nada malo con ser una artista de portadas, por supuesto, aunque estoy segurade que mi madre preferiría verme cumplir sus sueños de graduarse de la universidadcon un título –cualquier título– en lugar de abandonarla y holgazanear mis días en mipijama, masticando ruidosamente bocadillos que engordan, y contemplando losbrillantes, sin vellos y ondulados pechos de los hombres en mi archivo de fotos decatálogo. Si me preguntan, la mujer está loca.
¿Quién no querría que le pagaran por mirar un delicioso hombre todo el día?
Aun así, me siento como la oveja negra de la familia. La chica quien arruinó su cola unsemestre, solo por estrellarse contra el sillón una noche y enamorarse de una nueva serie de televisión reproduciéndose en su canal local favorito. Ese preestreno me capturó.Esperar una semana por un nuevo episodio se volvió problemático. Ansiaba más, asíque conseguí los libros y me enamoré del mundo del cazador, cazador de demonios,quien hizo de su misión de vida librarse del mundo del mal. Y como una verdaderaadicta, una vez que me atraparon los libros, ansiaba incluso más.
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Superfan
RomanceUna chica introvertida, el actor de sus sueños y un misterioso hombre que conoció en un restaurante chino después de una fallida cita a ciegas a quien apodó "Ocho" en el lugar de su escala caliente ¿Quiere conocer más? Historia adaptada Autora: Jae...