Día tres: Postres

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La clase A está anonada.

Bakugou Katsuki está cocinando aunque no es el día en que le toque preparar los alimentos.

¿Qué estará pasando?

¿Se habrá confundido?

¿Tendrá hambre?

¿Qué es lo que ocurre en su misteriosa cabeza?

La mayoría de los estudiantes están en la sala en común fingiendo entretenerse en otra cosa para poder observarlo. Cuando él cocina lo hace a regañadientes, bien, pero con mala cara. De hecho se podría decir que es de los mejores cocineros, pero nunca se ha visto que cocine extra si no está obligado.

Nadie se atreve a preguntarle que le ocurre, ni su mejor amigo Kirishima, porque dice que pocas veces lo ha visto así de concentrado en la cocina, y sabe que le sucederá si le interrumpe. Todos están de acuerdo que nadie quiere sufrir las consecuencias.

El tiempo pasa y empieza a emanar un olor dulce de la cocina. Las dudas siguen creciendo ¿Dulce? ¿Bakugou Katsuki está cocinando algo dulce?* Ahora sí todos están preocupados, de las pocas cosas que él ama es el picante, ¿Por qué habrá elegido aquel sabor que es el opuesto al suyo? Midoriya se encuentra mucho más nervioso que el resto, tanto así que empieza a caminar de un lado al otro sin descanso.

— ¿Qué ocurre? — Pregunta Sero mareado de tanta vuelta del chico peliverde.

— Necesito entrar a la cocina.

Toda la atención de la sala se enfoca en él, de todos los presentes es el menos apto para entrar a aquel lugar.

— ¿Es muy urgente? — Pregunta ahora Mina, la chica que tiene un poco más de contacto con el rubio explosivo.

Midoriya revisa su celular.

— Algo.

La sala se llena de silencio, todos quieren a Midoriya, y obviamente le desean ayudar, pero ¿Cómo? ¿Cómo lograr que se infiltre?

— ¿Y si esperas que se vaya porque necesita ir al baño? — Pregunta Mineta — Él no se molestará si no se entera. — Agrega pensativo, y varios se sorprenden al ver aquel cerebro pervertido idear algo inteligente.

— Es buena idea — Confirma Kaminari.

— Sí... — Responde no muy convencido el peliverde, aunque agrega: — Pero, ¿Crees que tenga necesidad de ir al baño ya?

— Podemos poner sonido de agua cayendo — Sugiere Hagakure. Mina asiente con la cabeza para apoyar a la chica invisible.

— Eso no sirve si lo que intentas hacer en la cocina te tomará tiempo — Comenta Fumikage, tan serio como siempre, pero analítico a pesar de que parece ignorar la conversación.

— Es cierto ¿Qué vas a hacer Midoriya? — Pregunta Kirishima.

El nombrado vuelve a revisar su celular y empieza a ladear su peso entre una pierna y otra.

— Un té. — Contesta de forma brusca. Los asistentes se miran de reojo ¿Todo ese dilema por un simple té?

— ¿Por qué no lo haces con los utensilios de Sato? — Pregunta Hagakure. — Él siempre que cocina nos comparte, incluso te dio la receta de la manzana acaramelada.

Hay varios asentimientos de cabeza.

— Aun así necesito la bolsita de té.

— Yo tengo muchas — Anuncia Yaoyorozu — Alguna te ha de servir.

Los ojos de Midoriya se iluminan, acaba de encontrar la solución, y aunque algunos se alegrasen, otros empiezan a dudar, Midoriya era demasiado analítico. ¿Por qué no ha imaginado ese escenario desde el comienzo? Lo que sea que le está ocurriendo no lo deja pensar con claridad, y todo debido a lo que sea que tiene su teléfono.

Kacchako Week 2020 💎 TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora