Día cuatro y cinco: Festival de Lluvia de Estrellas

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POV* Uraraka

— No me siento cómoda con esto — Le digo a mi mamá que está detrás mío ajustándome el atuendo típico para un festival japonés.

— Tonterías, te ves hermosa — Me dice con una sonrisa mientras sigue acomodándome el moño en la espalda baja, no necesito verla por el espejo para saber que está feliz.

— No me refiero al atuendo — Replico, pero ella sigue concentrada en lo suyo, la conozco, no la voy a hacer cambiar de parecer.

— Vas a ir a un festival, con un vestido nuevo, el permiso de tu padre y un chico guapo ¿Qué es lo que está mal? — Pregunta y mira hacia el espejo de cuerpo completo en el que estoy posicionada. Viéndolo así no hay nada malo, es un festival al que esperé mucho tiempo asistir, aunque nunca pensé que fuese así...

— Que no conozco al chico con el que me voy a encontrar. — Digo lo obvio, y mi madre baja la sonrisa para hacer una mueca.

— Creí que sería divertido así, tener expectativa por una cita a ciegas en un festival por el que esperaste tanto.

— Creo, que ya ni siquiera quiero ir al festival. — La mueca de mi madre se intensifica más, y me gira para que la mire a los ojos. Es una buena táctica para que yo le diga la verdad, y en ese momento me siento vulnerable, si fuese por mi estaría acostada en mi cama leyendo cualquier tontería en el celular.

— Vamos, todo el año ahorraste para comprar los boletos y un telescopio — Me dice en su intento de darme ánimos, aunque yo bajo la mirada — Tu eres la niña de las estrellas ¿Verdad? ¿No quieres ver a tus hermanas?

Sonrío forzadamente, esa es una historia de mi infancia, cuando a mis cuatro años le dije a mis padres que había tenido un sueño donde descubría como había nacido: al parecer yo era una estrella en el espacio, que por alguna razón empecé a caer hasta llegar a la tierra. Cuando lo hice, era tan diminuta que caí en una sopa de mi mamá y ella me comió, y así tiempo después nací yo**.

Unos días me mantuve enojada con mi mamá porque no me vio y estuve a punto de morir aplastada por sus dientes, pero a ella y a mi papá les gustó mucho la historia, así que empezaron a llamarme niña de las estrellas, además de que por mi curiosidad decidieron a enseñarme astrología básica para que pudiese reconocer a mis hermanas estrellas. Tengo ese gustó por el espacio y los astros desde entonces.

— Creo que mis hermanas entenderán como me siento.

— Si tuvieses hermanas te habrían sacado de tu habitación hace mucho. — Ambas nos miramos, era la desventaja de que fuese hija única. — Así que ahora es mi turno de hacerlo — Agrega ella.

Asiento resignada, comprendo su punto, aunque ella debe de comprender el mío: Terminé con Iida hace menos de un mes y no me he sentido bien, yo quería ir al festival con él, ver las estrellas con él y pasar un buen momento con él, no con el hijo desconocido de una compañera de trabajo de mi mamá.

— Si no me siento cómoda ¿Puedes ir por mí rápido?

— Mitsuki, su esposo, tu padre y yo cenaremos juntos, por supuesto — Me intenta tranquilizar — Pero ella me ha dicho que Katsuki es un chico muy energético que adora escalar para disfrutar de las vistas que la altura revela, incluyendo el cielo nocturno. Tendrán algo de qué hablar.

Intento sonreír pero no lo logro. Escalar es muy diferente a disfrutar astrología, de hecho podría decir que son opuestos, yo soy una chica del cielo, él uno chico de la tierra. ¿Enserio nos llevaremos bien?

— Por lo menos podré probar algún mochi especial — Intento animarme, no hay mucho que hacer en este momento, faltan 40 minutos para que mi cita dé comienzo y siento que es una falta de respeto cancelarla.

Kacchako Week 2020 💎 TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora