Día cuatro y cinco: Festival de Lluvia de Estrellas

310 58 12
                                    

POV Bakugou

— ¡Eres un sin vergüenza! — Mi madre grita mientras me golpea la cabeza. La miro enfurecido, no tengo paciencia para sus "regaños maternales" cuando en lugar de madre ha sido una bruja, ese papel no le queda.

— ¡Tú eres la sinvergüenza que me golpea! — Replico molesto, pero eso sólo logra que me dé otro golpe. La detesto, estoy a punto de pararme para irme a mi habitación, pero ella nota mi intención y me sujeta de la muñeca.

— ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Estamos hablando!

— ¡Tú eres la que hablas y vociferas bruja! ¡Yo no voy a escucharte hasta que te calmes!

— ¿Qué me calme malcriado? ¿Crees que estaré calmada mientras en la escuela me reportan que le dijiste a tu compañero que se suicidara? ¿ENSERIO TE HE EDUCADO ASÍ?

— Oh, vieja, me has educado mucho peor. — Respondo en voz baja, aunque me escucha, está tan enfurecida que me está enterrando las uñas de las manos en mi muñeca.

— No me faltes el respeto Katsuki. — Me advierte.

— No lo hago, Mitsuki — Contesto — Sólo digo la verdad.

Sus uñas siguen enterrándose en mi piel, pero pretendo que no me duele el gesto. Estamos teniendo un duelo de miradas y no voy a perder, sin embargo al ver que quiere volver a hablar, me suelto de su agarre para irme rápidamente a mi cuarto para obtener algo de paz. Escuchó como vocifera algo pero la ignoro, no me voy a disculpar si es lo que piensa.

...

Pasa un tiempo y mi madre entra a la habitación, me giro para ignorarla, pero tiene un gesto de malicia.

— No. — Respondo inmediatamente, pero ella sonríe, algo está tramando.

— Ni siquiera sabes que quiero. — Me reta.

— Pero quieres algo, y no lo voy a hacer.

— ¿Seguro? Tu padre me ha dado la autorización para elegir tu castigo.

— ¿¡Castigo!?

— ¿Apoco creías que ibas a salir bien librado de tus fechorías gamberro?

Rodo los ojos, cuando me dice gamberro sé que está a nada de agregar insultos peores.

— aunque me castigues no me arrepentiré de mis palabras, dije la verdad cuando le sugerí que se suicidara, al menos así podría tener una vida menos miserable en el futuro.

Ella se cruza de brazos.

— Si eso es lo que piensas... entonces el castigo que elegiré estará acorde.

— ¿Me vas a llevar a hacer servicio social a alcohólicos anónimos o algo por el estilo? — Pregunto con acento divertido.

— Mucho peor... Quiero que salgas a una cita con una chica que tiene el corazón roto.

— ¡Estás de joda!

— El que estará jodido serás tú si tengo una simple queja de ella con tu comportamiento, ahí despídete de todos tus videojuegos, suscripciones y almohadas.

— ¿Almohadas?

— Soy una madre tan desesperada que ya no sé cómo hacer que entiendas, y si te quito las almohadas por lo menos dormirás incómodo y te quedarás pensando en tu comportamiento. Es lo único que se me ocurre.

Miro a mi madre como si nunca la hubiese conocido, ¿almohadas? ¿Enserio esa era su idea de castigo ejemplar? Comienzo a ver mis opciones y entiendo que es una buena jugada, me cansará hasta que quede mentalmente débil y le pida perdón al bastardo por mi humilde sugerencia.

Kacchako Week 2020 💎 TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora