«Si quieres saber cuántas razones tengo para amarte, tendrás que contar mis latidos» - Ron Israel================================
Sus cejas se fruncieron cada vez más y pisó más fuerte el acelerador, yendo a una velocidad que haría a un ser humano común y corriente vomitar las vísceras. Lo bueno es que no era un ser humano normal ¿No? Podría tener un maldito accidente a esa velocidad vertiginosa a la cual iba y saldría sin un sólo rasguño.
Dejando de lado la parte tétrica, ser un vampiro tenía sus beneficios.
Como por ejemplo ser el depredador más peligroso de la faz de la Tierra. Era prácticamente indestructible, lo que también resultaba agotador y llegaría un punto en que no sería tan agradable. Estaba seguro de eso.
Vivir para siempre, a veces no sonaba tan tentador.
«Eres como una maldita cucaracha, por más que te pisen sigues volviendo a volar» la voz de la razón de su enojo resonó en su cabeza y no pudo evitar soltar un bufido. A éste punto estaba completamente seguro de que si aún conservara la capacidad de dormir tendría pesadillas con el mocoso ese. Es que no podría ser sano pasar tanto tiempo pensando en una persona.
Y más si esa persona era Jacob insufrible Black.
Vamos, que el muy imbécil se volvió una constante en su vida desde que Edward empezó a salir con Isabella; los seguía a todos lados, se metía con él hasta agotar su paciencia y lanzaba indirectas cuando la chica aún no sabía su verdadera naturaleza. Era un maldito incordio.
Edward lo soportaba sólo porque no podía romper el tratado y porque al parecer era importante para su novia, pero en algunas ocasiones sólo quería sostener su cuello y... apretar.
Sin embargo todo cambió desde un tiempo a acá. El maldito mocoso desapareció de sus vidas dejando más dudas que respuestas y Edward, aunque debería estar aliviado por tener lo que siempre había deseado, no podía. Simplemente no podía relajarse.
Tenía tantas preguntas en su cabeza, estaba muy confundido.
¿Dónde estaba ese mocoso insufrible que no hacía más que molestarlo, queriendo separarle de Bella?
La última vez que supo algo de él fue aquél día en que se encontraron en el área verde del instituto, cuando el lobo fue a buscarlo para amenazarlo y advertirle las consecuencias que traería para todos si convertía a Isabella, luego salió prácticamente corriendo, y no había vuelto a saber nada de él desde entonces.
Era como si estuviera evitándolo.
Sabía que seguía en contacto con su novia, porque sentía su hedor en la casa y en ella misma, pero no se habían encontrado más, e inexplicablemente eso lo tenía un tanto.... ansioso. Estaba casi seguro de que el joven lobo estaba tratando de hacer alguna jugada en su contra, y por eso se mantenía lejos.
Quizás estaba trazando algún plan estúpido a su espalda y no quería que se enterará mediante sus pensamientos, para luego tomarlo por sorpresa.
Sin duda era algo que ese imbécil haría.
¿Pero porqué tenía que mantenerse lejos por tanto tiempo? Era estúpido.
Respiró profundo cuando el dolor fantasmal de su corazón aumentó un poco más. Eso, junto a los sentimientos extraños que tenía últimamente lo estaban sacando de base. Sentía, muy en el fondo como si algo le faltara, en ocasiones sólo quería salir corriendo y buscar y buscar hasta encontrar esa pieza que faltaba en su interior, eso que rellenara ese vacío que por momentos era tan insoportable. Quería gritar y correr lejos fuera de su piel y sumergirse en...
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Bendición De Luna [El Secreto De Jacob]
AcakEdward Cullen sólo quería saber qué carajos pasaba con Jacob Black, aquel lobo prepotente al que tenía como enemigo por naturaleza y rival en el amor. El cachorro de un momento a otro empezó a actuar más raro que de costumbre y aquello tenía al vam...