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Y una mierda.

No de nuevo.

-¿Quién lo escribió?-Preguntó la misma chica de la otra noche y quise bufar.

No lo sé, imbécil.

-Deberíamos volver.- llevé las manos a mi boca sorprendida de haber soltado algo.

-Supongo, se está haciendo tarde.

Nos devolvimos por el mismo camino y al salir del arco de ramas, seguía sintiéndome inquieta. Vigilada de alguna manera.

-Vamos.- La misma imbécil me tomó de la mano y salimos del lugar doblando la esquina para retomar el camino hacia el campamento.

Había estado tantas veces en este campamento que el recorrido ya lo sabía de memoria.

Llegué a pensar que incluso esto es real o que se trataba de algo más que un sueño, pero no estoy cien porciento segura.

Llegamos a la zona con cabañas y campista y mi acompañante me soltó, dejándome sola mientras ella iba a quién sabe dónde.

Dios mío ¿Cómo salgo de aquí? No me da buena espina para nada este maldito lugar.

A mis ojos llegó la llama de una fogata y por inercia dejé que mis pies me guiaran hasta la pequeña ronda que habían formado alguno de los presentes. Me senté en un pequeño tronco para sentir la calidez.

Era extraño.

-...¿podría entonces contarnos la historia?- Preguntó alguien y mi vista se centró en el responsable del grupo.

-¿Realmente quieres saber qué hay detrás de la leyenda?- Se escuchó un sonoro 'sí' por parte de todo el grupo. Me dediqué a esperar el relato callada.

Y no es como si pudiese decir algo.

-Bien.- Se acercó un poco más al fuego y sonrió.- Hace años, pero muchos años; este territorio perteneció a una comunidad distinta a la de nosotros. Tenían sus costumbres... Diferente a las nuestras pero ¿Quiénes somos nosotros para cuestionar una costumbre que no nos pertenece?

»Todo ocurrió en nombre del narcisismo y el deseo del poder. Nuestros antepasados quisieron imponerse ante ellos; fueron torturados, masacrados, obligados a olvidarse de quiénes eran y dónde venían hasta que se hartaron. Olvidaron la nobleza y dignidad que los caracterizaba o al menos su líder. Desesperado por su pueblo, busco ayuda en una bruja de poco fiar...

-¿Y qué pasó?- Me giré hacia la chica que hacía la pregunta, ensimismada por el relato.

-¿Qué creen ustedes que pasó?- Preguntó sin obtener respuesta.- La bruja decidió ayudarlo con una condición: una semilla tan valiosa que no estaba a su alcance. El líder decidió darle la semilla lo antes posible sin saber que, su vitalidad se iba con la semilla; entregándole su vida y muerte a la bruja.

» Luego de aquello, la bruja gobernó el pueblo, librándolos de la tortura externa pero sentenciándolos a una vida miserable en su propio hogar.

-¿Qué sucedió con el pueblo?

-La semilla de la vida y vitalidad germinó pero trajo consigo el enojo y resentimiento del líder al verse traicionado. El pueblo se llenó de malos sentimientos y terminaron matándose unos a otros.- Hizo una pequeña pausa en donde solo podía escuchar el cantar de los grillos.- La bruja quedó solitaria con la simple compañía de su semilla, semilla a la cual fue capaz de entregarle el poco amor que tenía en su corazón, viviendo en el pueblo apartada del resto. Años después, quisieron tomar el terreno nuevamente para construir un conjunto de verano. Sorprendentemente al intentar demoler las casas de barro, solo sucedieron desgracias a todo aquel que se relacionara con el proyecto.

-¿Como cuáles?

-Paranoia. La mayoría escuchaba voces y tenía problemas para dormir. En sus sueños siempre los atormentaba la bruja. Incluso hubo un caso en donde un bebé completamente sano amaneció muerto, con gusanos en su estómago. - Se aclaró la garganta.- Desde entonces se le llama pueblo maldito.

Mi mirada se dirigió al sendero por donde había llegado y me sorprendí a mi misma, intentando descifrar que era esa sombra que se escondía en la oscuridad de la lejanía.

El verde de ese par de ojos resultaba penetrante y atrayente.

Me levanté del lugar y caminé a paso seguro hacia la sombra pero al momento mi tobillo se dobló, haciéndome caer de cara y cerrando los ojos para enfrentar el golpe.

Golpe que nunca llegó y al abrir mis ojos, me encontré de nuevo en mi habitación.

Lo raro fue, que mi tobillo estaba algo hinchado.

Lo raro fue, que mi tobillo estaba algo hinchado

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Dream ;; Lee Felix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora