Breake the rules

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Me levanté vi a Diego a mi lado, estaba durmiendo, agarre mi teléfono y vi la hora, ya era tarde.
Moví un poco a diego, el solo murmuró.
—ya levántate, Lalo y Sahit no deben vernos—
—¿de que hablas?—dijo medio dormido.
—arriba, arriba—dije yo levantándome y saltando en la cama.
—no quiero coqui, ya déjame dormir—
—va, pero te toca ir a recoger todo tu tiradero de ayer—
—esta bien...—
—bueno—
Me levanté y me dirigí a mi armario, me saqué la camiseta y el pantalón, hacía frío.
Salí de mi cuarto y me metí al baño.
Escuche como tocaron la puerta.
—¡ya salgo!—
Me enjuague la boca y abrí la puerta.
—¿si?—vi a Lalo.
—¿vas a bañarte?—
—si, pensaba hacerlo—
—¿hacemos ejercicio?—
—dale, entonces me cambio y hacemos ejercicio—
—ya, déjame le pregunto a Diego—Dijo cerrando la puerta.
Yo la abrí bruscamente.
—oye, ¿porqué no levantas a Sahit?, yo le digo a Diego—
—esta bien, me voy a cambiar—
El se fue y yo corrí al vestidor, me vestí rápido y me fui a mi cuarto.
—Diego, ya levántate, Lalo quiere hacer ejercicio—dije yo subiéndome a la cama.
—¿ejercicio?, que flojera—
—Diego, enserio vamos—
—ya, ya—
—preparas el desayuno—dije yo riendo.
—¿por que yo?—dijo Diego levantándose.
—Porque te toca—
Pasamos el diseño entre risas y bromas.
Fue muy divertido, finalmente decidimos que nos iríamos el fin de semana a la playa.
Los chicos fueron a su casa, para ordenar sus cosas, mientras Diego y yo nos quedamos en el depa a igualmente, decidimos ir al día siguiente en la mañana.
Estaba en mi cuarto haciendo la miniatura.
Sentí como la cama se movió.
—¿que paso?—dije yo feliz.
—¿ya estas listo?—
—si, ya estoy—dije señalando mis maletas.
Sentí como se sentó a mi lado.
Su mano acarició mi espalda, adentrándose en mi canguro.
—¿que haces tarado?—dije riendo nervioso.
—solo relájate—dijo Diego, mientras se puso sobre mi espalda baja.
Empezó a hacerme masaje.
Hundí mi cabeza en la almohada mientras Diego levantó el ordenador y la puso en la mesa.
—gracias mi hermano, enserio lo necesitaba—
—te creo—dijo Diego levantándome la ropa.
Me saco toda la parte de arriba.
—hey, ¿que haces?—dije riendo.
Sentí sus dedos por mi cuerpo haciéndome cosquillas.
—¡no!,¡no!—dije riendo.
Me levanté y aplaste a Diego que seguía haciéndome cosquillas.
—¡Diego!—dije levantándome, lo tomé de las manos.
El me miro con una sonrisa.
—¿que pedo contigo?—dije calmándome.
—ya, ya, solo estoy jugando chinos—
Me acerqué a el y le di un ligero beso en sus labios.
El se soltó y me abrazó, apegándome mas a el.
Intenté separarme, Diego estaba siendo muy brusco, yo ya no quería así que le mordí su labio.
—¡no manches!, eso dolió—
Me aparté riendo.
—perdón, tuve que hacerlo—
—¿y porque?—
—porque no me dejas ir—
—creo que me esta sangrando—
—no, claro que tarado—dije mirándolo.
No tenía nada.
—no tienes nada—
—no tendría nada si no me hubieras mordido, ¿con cara de que me viste?, ¿de bolillo?—
Me reí un poco.
—claro que no, ay no te enojes Diego—
—me dolió—
—perdón—dije yo abrazándolo.
—ay ya, yo venía a darte cariño y tu me muerdes, así no va a dar—dijo levantándose.
—eres un dramático—
Me pare en la cama y me subí a su espalda.
—¿a donde?—dijo el riendo.
—a la cocina porfa—
—esta bien—
Me llevó a la cocina y me dejo sobre la encimera.
—llegamos, serian 1.000 pesos—
—¿mil?, solo fuimos del cuarto a la cocina—
—si, pero fue un viaje especial, lo hice yo, ósea son mil pesos—
—tarado—dije riendo.
El se acercó.
Me baje y me fui a la nevera.
—te estoy hablando enserio—dijo Diego.
El se me acerco, sentí su mano en mi cadera.
Mire a la heladera y vi una zanahoria.
La tomé y volteé a mirarlo.
El se acercó más y yo le metí la zanahoria a la boca.
—espero te baste, porqué no te voy a dar nada—
—al menos un beso—dijo el riendo.
—no, por pendejo—dije yo y me dirigí al gabinete.
Saqué un plato y me hice mi avena.
Me dirigí a buscar la leche.
No había.
—¿ya no hay leche?—
—¿buscas esto?—dijo el con la leche en la mano.
—si, ¿me lo das?—
—no—dijo seriamente.
—¡ya Diego!—dije intentándolo tomarla.
—no molestes—
—ándale no seas mala honda—
—yo pagué esta leche—
—solo porque insististe en pagar tu—
—no me pagaste—dijo Diego seriamente.
—que poca....neta que poca Diego—
Dije molesto y me fui a la habitación, odio cuando se pone así.
Me puse mi sudadera nuevamente.
Me puse a trabajar en la miniatura del vídeo de Sahit.
Leslie me llamo para quedar unas cuantas cosas y luego colgamos.
En eso Diego llamo a la puerta.
—ándale—dije yo y el entro.
—¿se puede?—
—no, ándate—
—hay vamos, te traje esto—dijo mostrándome un plato con avena.
—¿avena?—
—es una ofrenda de paz—
—bien, la aceptaré—dije yo tomando haciendo de lado la computadora.—¿cual es el truco?—
—¿truco?,¿que truco?—
—algo quieres, no por nada me estas dando esto—
—claro que no—dijo él extendiendo el plato.—pero supongo que—intenté tomarla pero la devolvió.
—ahí vas—
—podrías darme un beso—
—ya te dije que no—
—¿porque no?—
—porque no me puedes forzar a darte un beso Diego, por eso—
—¿porque no quieres?—dijo el recostándose a mi lado.
—porque no Diego.....estoy trabajando—
—¿estas enojado?—dijo el con un puchero.
—si, Diego, estoy enojado—
—¿porque?—
—porque me molestas mucho—
—ay, solo estoy jugando Jorge, no te enojes—
—si, pero aveces tus jueguitos se pasan un poco—
—vamos Jorge no te enojes—
—¿solo piensas decir eso?, "Jorge no te enojes"—dije remedándolo.
—lo siento—
—así esta mejor—
—¿me das un beso?—
—no, ahora fuera que estoy trabajando—dije sonriente.
—¿que?—
Le quite el plato y lo empujé afuera.
Me gusta su compañía, demasiado, y con el aquí no logro concentrarme, me es casi imposible.
Me concentré y termine de hacer todo mientras me comía la avena.
Una hora después logre terminar mis cosas, se las mande al equipo y me fui afuera.
Vi a Diego afuera, recostado en el sofá, mientras comía algo y veía una peli.
Me miró y puso un puchero.
Me acerqué a el y le di una pequeña palmada en la mejilla, me senté a su lado.
—perdón, ya termine—
—ay, ya gracias—dijo sarcástico.
—me estoy disculpando Diego—
—Ya, ya, esta bien—
Me volteó a mirar y se acercó peligrosamente a mi.
Yo me aparté y mire mi teléfono.
—¿es neta?—
—¿que paso yeyo?—
—ya dime que te pasa—
—¿sobré que?—
—¿estas enojado?—
—claro que no, ¿de que hablas?—
—Jorge se muy bien que algo te pasa, hasta hace unos días llevas evitando mi cariño—
—estaban Lalo y Sahit—
—si, pero ellos no están ahora—
Me acerqué y lo bese de mala gana.
—al menos podrías haber fingido que lo disfrutaste, y no haber puesto cara de asco, Jorge—dijo Diego y se levantó molesto.
¿Que me pasa?, fui un soquete con el, no debí haber hecho eso.
No se que me pasa, últimamente Diego me pone la piel de gallina, y con Lalo y Sahit aquí, me sentía bastante incomodo cada vez que Diego intentaba besarme o jugaba a la misión imposible frente a los chicos.
Deje de darle tanto cariño, ¿que pensarían Lalo y Sahit al enterarse de lo nuestro?.

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