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Abrazo a Amandla, Josh y Alexander antes de coger mi avión hacia Londres. Hoy hemos acabado el tour de prensa para promocionar nuestra nueva película: Los Juegos del Hambre. Los voy a echar de menos. El año que viene voy a trabajar con Josh de nuevo en la segunda película, pero Alexander y Amandla no van a volver. Suelto un par de lágrimas y embarco en el avión. 

Durante el vuelo, que dura casi diez horas, leo el último libro de Las Crónicas de Narnia, ya que el mes que viene empezaremos a rodar la película. Me apunto un par de cosas que me gustaría acabar de perfeccionar sobre mi personaje. La semana que viene veré a Andrew, el director, para preparar los últimos detalles del desarrollo de Lucy. Andrew es como un padre para mi. Lo conozco desde los seis años y durante el rodaje de la saga, en el cuál nos hemos pasado meses lejos de casa, él siempre me ha apoyado. 

Al llegar al aeropuerto mi mánager Lexi me está esperando junto a un hombre corpulento. La abrazo y el hombre empieza a caminar por delante de nosotras intentando apartar a los paparazzis. Algunos fans se acercan al verme y me hago un par de fotos con ellos mientras sigo andando lentamente. Los fotógrafos nos siguen hasta que entramos en el coche. Adoro a los fans y no tengo ningún problema en hacerme fotos con ellos o firmarles autógrafos, pero los paparazzis me ponen un poco nerviosa. Me gusta mantener mi vida en privado y a veces hacen que sea una tarea difícil.

—La NarnianCon es el jueves, ¿verdad?—le pregunto a Lexi.

—Sí, pero recuerda que el domingo tienes la premiere de la película En el corazón del mar.

Lo había olvidado completamente. Suerte que la tengo a ella. A veces, como actriz, eres invitada a los estrenos de otras películas. 

Llegamos a mi pequeño pueblo. Me gusta mucho Londres, pero soy una chica de campo. He crecido aquí y prefiero los pueblos a las grandes ciudades. El coche frena y Lexi me explica que me llamará para confirmar la hora a la que vendrá la estilista. Soy muy senzilla en cuanto a la moda y estoy agradecida de tener a Julie como estilista. La conocí en mi primera entrevista. Andrew llegó al hotel y nos presentó a las personas que se encargarían de nuestro vestuario durante el tour de prensa. Julie y yo conectamos enseguida y desde entonces me ha ayudado a decidir cada vestido y cada pantalón. Me entiende perfectamente y sabe que no me gustan demasiado los tacones o que prefiero llevar algo cómodo a algo de última moda.

Entro a casa y subo a mi habitación para poder tirarme a la cama. La pantalla del móvil se ilumina y aparece una foto de Noah. 

—Hola cariño— dice sonriendo.

—Hey, ¿Cómo estás?

—Te echo de menos.

—En ese caso tengo buenas notícias —digo sonriendo—. Acabo de llegar a casa. Mañana nos podemos ver si quieres.

Noah es mi novio desde hace un año y medio. No me gusta compartir mi vida privada, así que los únicos que saben que estamos juntos son mi familia y algunos de mis mejores amigos. Antes de cortar la llamada decidimos que mañana nos veremos en mi casa. 

Después de descansar un rato deshago las maletas y miro mi correo. Julie me ha enviado tres vestidos para el estreno del domingo. Acabo eligiendo uno largo hasta los pies de color rosa pálido y con un cinturón negro. No es para nada extravagante. 

Tengo un correo de la NarnianCon, así que miro quién más va a asistir. Hablé con Skandar la semana pasada y sé que él también va a estar allí. Veo que los dos Wills van a venir y Kaya Scodelario, que interpretó a Jill en La Silla de Plata, también estará con nosotros. No puedo esperar más para verlos de nuevo. Este año sale la película de El sobrino del mago. Ninguno de nosotros está en ella, ya que la historia sucede antes de que los Pevensie conozcan al profesor, pero vamos a estar todos en el estreno igualmente. A parte de eso, Skandar y yo también tendremos alguna entrevista juntos para poder empezar a hablar y promocionar la última aventura de la saga.

Mientras preparo la cena recibo una llamada. 

—¿Señorita Campbell?

—Sí, soy yo —respondo.

—Le informamos que ha sido nominada como mejor actriz en los Premios de la Academia. ¡Muchas felicidades! —anuncian desde el otro lado del teléfono.

¿He oído bien? ¿Estoy nominada a los Oscars como mejor actriz? Esto no puede ser real, es increíble.

—¡Muchísimas gracias! —contesto emocionada.

Sigo sin creerlo. Llamo a mi madre para darle la notícia y se queda sin palabras. Seguimos hablando unos minutos y me explica que el lunes va a venir a verme. Llevo más de medio año sin verla. Poco después de colgar recibo una llamada de Skandar. Él es mi mejor amigo. Nos conocimos en una de las audiciones para Narnia e interpreta a Edmund. Después de pasar tantos meses lejos de casa sin nuestras famílias, nos hemos convertido en hermanos. Lo mismo pasa con Will y Anna.

—¡Enhorabuena Em! —grita cuando cojo el teléfono.

—¿Por qué exactamente? —pregunto confundida.

—Por la nominación a los Oscars, ¿por qué va a ser? —dice obvio.

—¿Cómo te has enterado? Hace menos de media hora que me he enterado y sólo se lo he contado a mi madre.

—Está en todas partes. Lo he visto en el perfil de Instagram de Los Juegos del Hambre.

Me pregunta si mañana lo quiero acompañar a un evento y la verdad es que me encantaría, pero antes de decirle que sí, recuerdo que mañana voy a estar con Noah.

—El miércoles te vendré a buscar a tu casa como acordamos. Supongo que para las 7 voy a estar allí. Si quieres te puedes quedar conmigo hasta la premiere de El sobrino del mago.

La semana que viene se estrena la penúltima película de Narnia. Aunque no estemos en ella vamos a hacer alguna entrevista. Nos gusta ir juntos a los estrenos siempre que podemos, así que esto es como un ritual.

—Genial, pues entonces me quedaré en Londres.

Antes de ir a dormir escribo un pequeño texto agradeciendo a los fans y a mis compañeros de trabajo por su apoyo. Busco una de las fotos de promoción de Los Juegos del Hambre y la cuelgo con el texto a mis redes sociales.





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