Fuego

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      Observando el cielo, azul, muy brillante y completamente despejado, con una luz lo suficientemente suave como para ver el sol sin parpadear, inconscientemente el joven que está recostado sobre el pasto plasma su mirada al cielo completamente relajado y tranquilo, voltea la mirada y se encuentra con una persona; es una mujer de cabello largo color negro, tenía el cabello recogido, usaba lentes y vestía un kimono hermoso, esa fue la impresión del joven mientras veía el brillante medio día, la chica estaba de rodillas en estado de meditación, o eso le parecía, él cierra los ojos.

      —Ya es hora Kou, vámonos. —Dice la chica a su lado mientras el joven aún tenía los ojos cerrados.

      Kou abre sus ojos rápidamente y se pone de pie, siente su corazón a punto de explotar, siente que su mente estaba aún en otro mundo, adicional sintió un ardor en sus mejillas como si lava saliera de sus ojos y se derramara en su rostro, grita de manera inconsciente: 

       —No  quiero perder, por favor no perderé!!, me haré más fuerte!!—Gritando y apretando sus palmas contra la cabeza

      Al tranquilizarse se da cuenta que eran lágrimas calientes saliendo de sus ojos y estaba gritando cosas absurdas, ya estando completamente tranquilo y cuerdo, o al menos eso espera, se da cuenta que la linda chica con la que estaba desapareció, confundido y un tanto aturdido, dice graciosamente en voz alta:

      —Bueno, al menos sé que me llamo Kou...—Menciona haciendo la cara de clara confusión.

    Para sorpresa de él se da cuenta que no recuerda nada, solo recuerda a esa chica con el kimono y no sabe si era real o no, pero le restaba importancia, pues sabe que podía imaginarlo cualquiera, le inquieta que aunque no la recuerda, sentía que a esa chica la había visto tantas veces que consideró que era un Déjà vu, eso le tenía perturbado.

      —¿Qué es todo esto?, ¿dónde estoy?...¿Quién soy? —Así empiezan las preguntas de Kou o de todo aquel con amnesia después de todo.

      Kou observa su alrededor, no es nada parecido a lo que vio la última vez que abrió los ojos, pues el cielo estaba negro y se veía mucho humo, tan negro estaba el cielo que la luz del sol era completamente opacado por la gran cantidad de humo y negrura. Kou intenta estar consciente, pues aún está aturdido y confundido, vuelve a observar su alrededor y todo está absolutamente quemado, todo el suelo estaba negro y el pasto era inexistente, a lo lejos observa que el fuego está consumiendo por completo la montaña en la que está, lo más cercano a su alrededor son cadáveres calcinados de animales, Kou observa con gran tristeza como animales  estaban aferrados a sus crías tratando vanamente de protegerlas, pues terminaban siendo quemados por completo inevitablemente.

 Kou intenta estar consciente, pues aún está aturdido y confundido, vuelve a observar su alrededor y todo está absolutamente quemado, todo el suelo estaba negro y el pasto era inexistente, a lo lejos observa que el fuego está consumiendo por compl...

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      —¿Qué es esto?, Dios, esto es horrible. —Primera horrible impresión del mundo real golpea a Kou.

      Bajando cuidadosamente la montaña en la que se encuentra tarda hasta tres horas bajando el monte, aunque se sintió feliz darse cuenta que por lo menos su armadura no estaba dañada, vestía una armadura de samurai, o al menos eso cree Kou, pues tenía una malla que cubría al interior de la coraza metálica armada aparentemente en forma de escamas, pero de haber tardado tanto estaba cansado, pues la montaña tenía varias ruta que le conducían a pantanos profundos y a bosques sin salida.

La debilidad del fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora