Zaro antes de convertirse en un shinobi fue un chico crecido en un orfanato hasta los ocho años, nada de padres o familia. El orfanato le fue un lugar horripilante, lleno de maltratos, mala alimentación, con suerte era mal alimentado, por lo general niños morían de hambre, tan horrible fue el lugar que incluso presenció violaciones que le dejaban trastornado. Con forme crecía, conocía el mundo y experimentaba el sufrimiento, su corazón se llenaba de odio, rencor y desesperanza.
Un día a mitad de la noche varias personas de manera silenciosa y con trajes negros invaden el orfanato, mientras todos los niños del orfanato dormían se escuchan gritos ahogados casi inaudibles, están masacrando a los supuestos encargados del lugar y además se están llevando a todos los niños, al momento en que a Zaro lo intentan raptar, él despierta rápidamente, inserta su pequeña mano bajo la almohada y saca un cuchillo, un cuchillo que robó de la cocina días a atrás por un un mal presentimiento, con ese cuchillo corta la mano del sujeto, le cortó la mano que le tapaba la boca con el fin de no generar ruido, para sorpresa de él la persona ni se inmuta y por más cortadas que realice el secuestrador no se detenía y no retiraba la mano, a partir de ahí todo se pone borroso y cae en la profunda oscuridad hasta dormirse.
Despierta Zaro sobre una cama, se siente cómodo y caliente, jamás había dormido tan cómodo se dijo, se sienta lentamente un tanto confundido, intenta recordar lo que sucedió la noche anterior, recuerda que fue raptado, observa a su alrededor y capta la presencia de varios de sus amigos y compañeros completamente dormidos en camas igual de grandes, al parecer están en una sala de dormir gigante. Al instante en que Zaro se levanta de su cama aparece en medio de la gran habitación un hombre con una campana en las manos y vestido completamente de negro que cubría todo su cuerpo, alrededor de él hay varias mujeres que vestían todas el mismo kimono de color blanco y con la cara descubierta.
—Todos despierten!!! —Grita el hombre con voz suave pero firme y haciendo sonar la campana de tamaño considerable. Todos los chicos estaban sentados, confundidos y murmurando preguntas entre ellos, hubo algunos que de inmediato empezaron a llorar—Todos deben ir a la ducha, las mujeres les acompañarán y les ayudarán, si tienen alguna pregunta se le responderá una vez terminen el desayuno.—Las mujeres se acercan a los niños pequeños para ayudarles en orden de prioridad.
—No te preocupes te vamos a bañar y te daremos ropa limpia, y pronto comerás algo, ¿bueno?.—Mencionó una de las mujeres a uno de los niños más pequeños que lloraba y estaba cerca de Zaro, con un tono de voz amable y ojos hipnotizadores.
Todos los niños y niñas arman filas siendo organizados por las mujeres de menor a mayor de edad y por género, caminan junto a ellas en dirección a las duchas, una vez los niños y niñas se ducharon vuelven cada uno a sus camas, encuentran tendidas las camas y con ropa doblada.
—Como verán hay ropa en sus camas, porfavor pónganselas, si tienen problemas con la talla o con la ropa en general levanten la mano y piden ayuda, por favor. —Menciona gentilmente.
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La debilidad del fuerte
AdventureTener un fuerte poder puede ser usado de muchas maneras, proteger a nuestros seres queridos, tiranizar, ir por placeres pasajeros etc, por supuesto depende de la persona, pero ¿a qué precio se llega al poder?, ¿el camino hacia ello corrompe a las pe...