: O1 ! uniforme.

392 54 20
                                    

Kuroo tenía un sueño, ver a Tsukishima usando su uniforme del Nekoma.

Con que sea encontrar al menor y verlo portando aquella chaqueta roja que representaba su equipo, era un pequeño deseo que desarrolló después de ver una película donde el chico hacía eso con su novia.

Él realmente lo quería pero no hacía nada para conseguirlo, jamás se lo comentó al rubio ni mencionó algo similar, quedaría en su cajita de 'cosas que harían feliz a Kuroo' junto a mil cosas más que también involucraban a Kei.

Lo que Tetsurou no tenía en cuenta era que su pareja era un genio y sabía perfectamente lo que él quería, además no era difícil hacerse una idea cuando el pelinegro miraba una y otra vez la misma película y miraba a Kei justo en la parte donde la chica portaba la chamarra escolar del chico.

No le molestaría usarla, además de que, por las diferencias de cuerpos, le quedaría algo grande y mejor aún porque traía el aroma de su amado. Así que un día se decidió a tomar la prenda roja que Kuroo vestía siempre que iba a su club. Era el campamento de entrenamientos así que la idea era simple, le pediría al capitán de Nekoma la prenda y la usaría el resto del día.

El afamado día llegó y Kei había hecho justo como dijo, se acercó a su novio como hacía siempre después de los partidos. Tetsurou notaba que el rubio estaba tímido y como queriendo pedirle algo, se comportaba de la misma de la misma manera que cuando se le declaró. 

Simplemente se enamoró más. 

—¿Qué sucede, Tsukki?— Le tomó la mano y el alto simplemente se refugió en su cuello, su respiración le causaba cosquillas. 

—Me preguntaba si...podrías prestarme tu chamarra— Mientras más hablaba más pequeña se hacía su voz. 

Los ojos del azabache tenían un brillo de emoción y después de besar su frente le entregó aquella prenda. Pronto el rubio se la puso y sonrió.

No le gustaba actuar tímido pero sabía que para el mayor aquella imagen muy probablemente le gustaría, y no se equivocaba, le encantó.

Kuroo se apresuro a tomar su rostro y plantar pequeños y suaves besos en sus labios, todos con cariño.

Y así Kei tuvo la sudadera del equipo de Nekoma el resto del campamento, el mayor incluso le insistía en llevársela pero él se negó, no podría hacer eso.

Fue una linda experiencia para ambos, además de que cumplió su sueño de ver a Tsukishima en su jersey rojo, tristemente no pudo completar su plan, la próxima vez conseguiría tener sexo con él mientras usaba su uniforme.

Sí, era una excelente idea.

   

kurotsuk!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora