Capítulo 86|Final 2/3

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Sabía que estaba sumergida en una inmensa oscuridad, sentía el vacío debajo de mi, quizá por eso no abría los ojos, quizá por eso tenía temor de hacerlo.

Pero aún con los ojos cerrados, pude percibir algo de luz.

Abrí los ojos viendo dos luces blancas flotar encima de mi. Ya las había visto antes, la vez que DarkBan se me apareció y creí que era un sueño.

Me incorporé para sentarme y las luces se posicionaron frente a mi. Estaba en un vacío como cuando veía a DarkBan al dormir, pero esta vez estaba flotando en agua sin saber el porqué no me hundía (o si es que estaba profundo). Incluso mi cabello estaba húmedo.

Enfoqué mi vista cuando las luces comenzaron a desfigurarse y retomar una forma más... humana.

—Es un placer conocerte al fin, April White.

Me restregué los ojos. Eran dos mujeres, y a una de ellas ya la había visto. Entonces la que me había hablado era...

—¿Fla...vina? —inquirí y ella sonrió asintiendo. Después miré a la otra mujer—. Laryna —musité.

—Por fin estás aquí —inquirió Laryna mirándome fijamente—. Aunque lamentablemente.

—¿Qué es aquí? —dije mirando a mi alrededor—. Estaba en el hospital hace un momento.

—Luego te seguiste convulsionando y tú cuerpo y energía cedieron. Estás muerta.

¡¿Qué?!

—¿De qué hablas? Solo... estoy soñando de nuevo y...

—Siempre has sido un poco insensible, hermana —rió Flavina caminando hacia a mi para agacharse—. ¿Ves a DarkBan por aquí?

Inspeccioné el lugar y negué.

—Eso es porque él ya tomó tu cuerpo para revivir. Él mató tu forma física —explicó y sentí que también era un poco insensible—. También la mental, pero una mínima parte de ti, no. Debido a que es tu cuerpo luchaste sin querer por prevalecer y por eso estás aquí.

Me paré asimilando todo, no tenía tiempo de exaltarme.

—¿Y qué es exactamente aquí? —cuestioné.

—Es tu mente —explicó Laryna—. Y la de mi padre.

—Él estaba en mi mente al dormir —indiqué—. Aquí es... un poco diferente.

—Pero ahora el se apoderó de ti, y por ello sus mentes se mezclaron. El piensa que te eliminó por completo —indicó de vuelta mirando el lugar—. Por eso no es solo un vacío.

—¿Por eso están ustedes aquí? ¿Por mi? —pregunté y ambas asintieron.

—Nuestra energía estuvo contigo desde nuestra muerte. Deambulábamos como energía independientes en tu interior que se unían cuando querías. En realidad, no salir de la cúpula en donde estabas era tu propio deseo emitido por nosotras —explicó Flavina—. Pero ambas no nos establecimos por completo aquí hasta que uniste sangre y corazón.

Fruncí el ceño recordando lo de Juskya.

—Aquella vez... ¿qué pasó?

—Cuando juntaste tú sangre negra con el corazón que sostenías, firmaste el regreso definitivo de DarkBan, dando tu cuerpo a su disposición. La energía que salió de ti era grande, por eso contaminaste dimensiones, por eso sangrabas de la nada; él ya estaba saliendo poco a poco.

—Hasta que lo vi en este mundo —concluí a lo de Laryna y ella asintió.

—Todo lo que tenía de él, se le fue regresado, y todo lo que tenías tu misma, se le fue concebido —explicó Flavina.

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