Aprendiendo a volar

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A los 18 me diste alas
para que aprenda a volar.
Me acuerdo de haberlos cumplido y estar más asustada que nunca, porque no sabía qué venía, qué seguía.
Nació el tan famoso "miedo a lo desconocido".
Debo confesar que, recién ahora, a los 25, le estoy empezando a encontrar el sentido.
¿A qué?
¿A tu mensaje?
¿A la vida?
¿Al miedo?
En ése órden.
Y sumale el haberte perdido.
Me tomó mucho tiempo entender. Entenderme.
Pero ahora sé que la vida no es más que eso; tiempo.
Toma tiempo olvidar, toma tiempo sanar, pero al final se logra.
Y un día te levantás con ganas de seguir sonriendo y no sabés por qué.
O sí;
vivir todos ésos años que a vos te faltaron, con la ventaja de haberte tenido a vos de guía.
¡Qué suerte la mía!
Y sé que vendrán tiempos mejores, donde me toque sonreir sin que el alma duela,
vendrán tiempos donde me toque a mi enseñarle a mis hijos el arte de volar, el arte del que sueña.
¿Querrán soñar conmigo?

A MI PASADO, PRESENTE Y FUTURO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora