¿Hogar, dulce hogar?

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En ésa casa viví durante un tiempo cuando era más chica.
En ésa casa me agarré el dedo en la puerta de rejas. El mismo dedo por el que me preguntan cada vez que lo ven, porque es un dedo muy diferente a los demás estéticamente hablando.
Recuerdo ése día en el que me cerré la reja en la mano y recuerdo cómo quedó después de eso.
Recuerdo el grito que pegué. Y me hace sentir viva.
Desde muy temprana edad el dolor me hace sentir viva. Y es que aprendí a seguir adelante experimentando mucho dolor; físico y emocional.
En ésa casa habitaron mis sueños durante un tiempo.
¿Cuánto tiempo? No lo sé. Sólo sé que alguna vez fui ingenua e inocente, alguna vez pensé que mi destino era estar con mi gente.
Hoy la foto sale de Google Maps. Hoy la foto ésta me da la respuesta.
Aunque hoy esté distinta, aunque ahí ya no vivan quienes solían vivir, en mis recuerdos sigue siendo la misma casa,
muy dentro de sí guarda todo lo que viví ahí,
guarda todos los recuerdos, todas las canciones que canté, todas las veces que lloré, al igual que lo hago yo, que también guardo esos recuerdos, permanecen en mi memoria de forma vívida.
Muchas veces siento que no pasaron tantos años, que es imposible que sienta que los recuerdos se congelaron y nunca van a desaparecer.
En esa casa viví yo. Y me da gusto decirlo, tener ése recuerdo.
No es muy lejos de donde vivo actualmente,
hace no mucho tiempo, tuve la oportunidad de pararme frente a esas rejas y decir para mis adentros <ya no tengo miedo de que los recuerdos vuelvan a mi, ya no tengo miedo de sentir, quiero saber mi historia>

A MI PASADO, PRESENTE Y FUTURO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora