10 de marzoAlba observó el preciso instante en el que la espalda de Natalia se tensó y le pareció que el viento dejó de soplar para traer un silencio sepulcral.
Apretó los labios entre si, pero no quería retirar aquella pregunta.
Necesitaba saberlo.
— Puedo saber... ¿por qué lo preguntas? – Terminó pronunciando Natalia sin girarse. Su tono de repente parecía dudoso.
— No sé, sólo quería saberlo. – Mintió, temerosa de que Natalia se enfadara si escuchaba su fuente del rumor.
— Parecía que lo preguntabas como si supieras algo más. – La miró de soslayo, tratando de descifrar la cara de Alba.
— ¿Estás intentando asegurarte de saber si puedes mentirme o no? – Se atrevió a preguntar la más pequeña, incorporándose a su lado para encararla.
— Estoy intentando que no me mientas tú a mí. — Touché.
Alba desvió la mirada ante aquella repentina sensación de ser cazada.
¿Debería decírselo y acabar con eso de una buena vez?
¿Y si se enfadaba?
Menudo lío...
— Alba... puedes decírmelo. – Suspiró. — Sé que soy una capulla la mayoría de veces, pero te prometí algo.
Me prometió que no me alejaría más.
Se recordó la más pequeña.
De repente el viento y el Sol volvían a acariciarle la piel, y los pájaros parecían haber recuperado la voz para cantar.
— El día que fui a comer con Julia me insinuó que tu matrimonio tenía un motivo. – La miró durante un segundo. El rostro de Natalia en aquel momento no decía nada.
— ¿Y no te dijo cual? – Se aseguró mientras sacaba un cigarro del paquete. Parecía necesitarlo.
— Iba a decírmelo... pero le dije que no me interesaba. – Natalia la observó con curiosidad. — Obviamente me interesa. – Rió con nerviosismo. — Pero quería que si alguien tenía que hablarme de eso fueras tú.
— Ya veo... – Expulsó el aire de sus pulmones, desviando su mirada hacia los árboles.
Aquella actitud tan confusa empezó a revolver el interior de Alba con miles de preguntas. De repente se sentía invasiva, pesada y ridícula.
¿Y si simplemente eran rumores y ella estaba creando una situación innecesaria?
¿Y si no quería hablarlo?
Y si, y si, y si...
— No tienes por qué contármelo si no quieres. – Verbalizó con rapidez, recuperando la mirada de Natalia. — O... ¡O tal vez es sólo un rumor que Julia ha escuchado por ahí! – Siguió parloteando. — Sea lo que sea, no hay por qué hablar de ello.
Natalia sonrió tan imperceptiblemente que Alba no lo pudo notar.
Y como no, tuvo que hablar hasta meter la pata.
— Alba...
— Estabamos muy bien y no quiero arruinarnos este día.
— No te preocup...
— Ya sé que soy una entrometida, espero que me perdones por todo.
— No digas es...
— Al fin y al cabo tú y yo no somos nada.
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Are u gonna tell her? - Albalia
FanfictionNatalia, gracias a su sudor y esfuerzo tiene uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad. Responsable, seria y meticulosa, siempre ha sabido sobrellevar todos los obstaculos que ese cargo conlleva. Pero hay un obstaculo que se le ha atascad...