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-No me puedo creer que vayamos a estar unas semanas sin ti.- me dijo Michael.

-Nos veremos pronto tomate.- le dije.

-No me llames así.- respondió colocando su mano en el pecho dramatizando la situación.

Me reí, me acerqué a Luke y a Calum para abrazarles y desearles un buen viaje.

-Te avisé de que esto pasaría.- dijo Ashton, que acababa de aparecer con los pasaportes.- Quiero decir, que nos tendríamos que ir de vez en cuando a actuar a otros países.

-Lo sé, lo sé. No pasa nada, pero me he encariñado muy rápido de vosotros.

-¡Nosotros también de ti!- me abrazó por detrás Mike haciendo que lloraba.

-Hasta dentro de unos días chicos.- dije y me fuí de su apartamento.

Ya habían pasado, más o menos, tres semanas desde que conocí a Ash. En cuanto me presentó a sus compañeros de piso, Luke, un chico alto y rubio; Calum, un chico moreno y alto; y Michael con el que me llevo genial y tiene ahora mismo el pelo rojo.

La verdad es que ellos son las únicas personas que conozco en Londres, iba a ser extraño no estar con ellos ya que tenían que actuar en Australia. Estas semanas van a ser muy aburridas, aprovecharé para conocer la ciudad.

Me dirigí hacia mi apartamento, hoy era un día lluvioso así que corrí por las calles para no mojarme. Lo primero que hice fue encender la tele, coger una manta y recostarme en el sofá. Poco a poco me fui durmiendo hasta caer en un sueño profundo.

[ ... ]

Golpes contra la puerta me despertaron ¿Qué hora es? Las 6 de la tarde, he dormido 4 horas, ahora por la noche no tendré sueño.

Me levanté del sofá y me dirigí a la puerta para abrirla. Al otro lado se encontraban dos chicos, los dos morenos pero se diferenciaban en que uno tenía los ojos marrones y el otro azules.

En cuanto me vieron bajaron sus cabezas tapando los oídos. Los miré extrañada ¿Qué se supone que hacen?

-¡NO HA GRITADO, NO HA GRITADO!- le dijo uno al otro que le correspondió con una sonrisa.- Preciosa, ¿No sabes quienes somos?

Esta situación era muy graciosa ¿Esto es una cámara oculta o algo?

-No.- respondí un poco seca. Tengo muy mal despertar, lo reconozco.

-Bueno, pues somos tus nuevos vecinos, vivimos justo enfrente .- Dijo el otro y me sonrió.- Se me olvidaba, yo soy Liam y él es Louis.

-Yo Ariadna, encantada, sois los primeros que conozco en todo el edificio.- me reí.

-¿Qué te parece si para celebrarlo vienes a nuestro apartamento y conoces a nuestros compañeros?- Louis volvió a hablar.

-Tú con tal de tener fiesta celebras lo que quieras.- le regañó Liam, reí ante su comentario.

-Venga cascarrabias, que quiero presentarle a los demás.- respondió a Liam.- ¿Vienes?- me preguntó

-Bueno, iré, espero que merezca la pena ya que me habéis despertado de mi magnífica siesta.- rieron.- Espero que haya pizza.

-Me gusta esta chica.- dijo Louis.- ¿Nos vemos a la noche?

-Allí estaré.

Me despedí y me fui a la ducha. Mientras tanto me quedé pensando en su reacción cuando abrí la puerta, les preguntaría.

Me vestí simple y salí hacia la casa de Liam y Louis. Timbré y me abrió un chico con rizos.

- Tu debes ser Ariadna, ¿no?- Asentí y me abrazó.- Bienvenida a nuestra casa.

Entramos y el chico se puso al lado de Liam, al verme los cinco chicos se pusieron de pie.

Me equivoqué, no son cinco chicos, son cinco dioses. Madre mía ¿Y ellos son mis vecinos? Creo que no voy a salir viva de aquí. Tengo que relajarme. Ari, piensa en cosas bonitas que no sean ellos, piensa que cosas bonitas.

Louis corrió hacia mí sacándome de mis pensamientos.

-Te presento a Zayn.- era alto, pelo oscuro y ojos del mismo color.- Harry.- el ruloso que me abrió la puerta.- Y Niall.- era un chico rubio, no tan alto como los demás, pero alto de todas formas y ojos azules. Cruzamos una pequeña mirada y me sonrojé.- Y a ese inútil ya lo conoces.- dijo refiriendose a Liam que intentó parecer enfadado, pero no le funcionó.

Me acomodé en el sofá y empezamos a charlar.

-Cuéntanos sobre ti.- pidió Harry.

-No hay mucho que contar, soy española y vine aquí a estudiar y...

-¡NIALL!¡QUÉ ES ESPAÑOLA!.- Harry y Niall se tiraron sobre mí y me abrazaron.- Niall habla un poquito de español, habla Niall.

-Hola, qué tal estás, me llamo Niall y amo España. Mucha playa y fiesta en España...

-BOLUDO.- dijo Harry.

-Cállate hijo de puta eso es argentino.- y en ese instante estallé a cacajadas, seguidas de las de Niall.

Los otros cuatro chicos nos miraron confusos, claro, los demás no entendían lo que el rubio decía.

-Niall, no te entienden, esto es muy gracioso.- le dije.

-Lo sé, así puedo insultarlos.- Se rió.

-Oye pues se te da muy bien el español.- y Niall me sonrió. Tiene una sonrisa preciosa.

-¡ESTÁN CONSPIRANDO CONTRA NOSOTROS!- gritó Louis, escondiéndose detrás de Zayn. Niall y yo nos reímos aún más.

-¡PARAD YA!- nos amenazó Harry con...¿un peluche de Bob Esponja?- Ariadna, ¿qué te parece Londres?

-Pues la verdad es que aún no he visitado la ciudad, llevo aquí unas pocas semanas y no las he aprovechado lo suficiente.

-Yo podría enseñartela, preciosa.- dijo Louis con una sonrisa seductora.

- Cállate Louis que tú ni sabes llegar al supermercado más cercano.- expuso Zayn riéndose y negando con la cabeza.- Niall y Harry son los únicos que la conocen.

-Yo te acompañaría encantado.- sonrió Niall, es tan tierno.

-Yo igual, sin problema.- hizo lo mismo Harry. Me acabo de fijar en sus hoyuelos, le hacen una sonrisa preciosa.

-Muchas gracias chicos, cuando podáis me avisáis, ya sabéis donde vivo.- aclaré.- Y vosotros...os acabáis de mudar...¿por qué habéis venido?

-Bah, una historia un poco larga, ya te la contaremos ¡Vamos a celebrar nuestra llegada! - dijo Louis.

Los chicos se levantaron y fueron hacía la cocina quedando Harry y yo en el sofá.

-¿Debería asustarme antes esto?- pregunté.

-Un poco.

En unos cuantos minutos ya estaba la mesa del salón llena de pizza, gominolas, chocolate y alcohol. Estos chicos si que saben montar una fiesta. Empezamos a comer.

-Toma un poco.- me ofreció un vaso Zayn.

-Creo que no debería.- le respondí

-No te preocupes, un día es un día.- tome el vaso ¿Por qué no? No me va a pasar nada, él tiene razón.

Son geniales, los cinco. Eso que sólo los acababa de conocer.

De repente empezó a sonar música producida por un gran altavoz, los chicos empezaron a bailar, saltar, hacer el loco y beber. No sé porque razón comencé a hacer lo mismo. Intentaría pasarlo bien.

Lo necesitaba.

A long way from the playground.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora