Don't Look Back [Luke Hemmings]

4. Decisiones

Cuando mandé esa solicitud ni siquiera estaba conciente de lo que significaba quedar. Yo sólo la envié como un plan b y también porque ha mi madre le causaba mucha ilusión.

Desde que tengo memoria he querido dedicarme a salvar personas, no lo sé... siempre me ha llamado la atención casos en la nieve y esas cosas. Aunque aquí en Australia no tengo muchas opciones sé que también podría estudiar, no será de la misma calidad ni las mismas oportunidades que en Canadá.

Aún no logro procesarlo ni aceptarlo. Me tomó por sorpresa.

¿Qué haré?

Muchas cosas me impiden irme, como... Miley, por ejemplo. Por otro lado anhelo con especializarme y dedicarme a esto con mi vida.

Esta sin duda sera una decisión muy difícil y por desgracia, no cuento con mucho tiempo.

Narra Miley

*4 días después*

Me despedí de mis amigas, Alex - sí, la chica del restaurant - y Charlie. Subí a mi habitación, estaba agotadisima. Sin duda una de las mejores vacaciones que he tenido. Necesitaba despejarme y tener tiempo de chicas.

Antes de darme cuenta habia caído rendida en mis sueños.

                                                                    ~¤~

Sentí que acariciaban mi cabello, poco a poco comenze a abrir los ojos incorporandome a la realidad y me encontré con el ojiazul mirandome tiernamente.

- Al fin despiertas, cenicienta - bromeó

- Idiota, esa es la bella durmiente - rodé los ojos - te daré clases de peliculas disney.

- No gracias - me abrazó - prefiero hacer otra cosa.

Luke se posicionó junto a mí en la cama y sólo me abrazó, un abrazo que me transmitia calma pero a la vez me inquietaba. Parecía que no me queria soltar.

- ¿Qué pasa? - pregunté luego de un rato

- Nada - murmuró - solo te extrañé demasiado.

- Estas extraño - susurré

Conocía demasiado bien a Luke y sabía que no estaba totalmente bien. Me parecía raro que después de tantos días sin vernos, no estuviera disuadiendome para hacer el amor. Me separé de él y lo miré a los ojos, sus ojos me transmitian tantas emociones a la vez que no pudé decifrar cuál era la predominante.

Ninguno de los dos apartó la vista y al parecer ninguno cedería.

Tomó mi mejilla y me acercó hasta sus labios

- Te amo ¿lo sabes?

Asentí lentamente.

- ¿Quieres ir a caminar?

Él asintió.

                         ~¤~

- Tenemos que hablar - murmuró

Lo sabía.

- ¿Me dirás porque estás asi?

- Si.

- Bien. Te escucho.

Me llevó hasta una banca y nos sentamos mirandonos fijamente. Por un momento me senti nerviosa, ¿asi es cuando van a romper contigo? '

El profundo suspiro de Luke me hizo sentirme ansiosa. Él miró el suelo una vez más y luego por fin habló.

- Yo... me aceptaron en la universidad.

Lo miré confundida, pues no se veía para nada contento.

- Luke eso es genial...

- Espera.

- ¿Qué hay de malo con eso?

Hubo el silencio más dramático del universo.

- Es la universidad de Toronto.

Lo miré intentando buscar esa mirada burlesca en sus ojos la cual no pude encontrar. Comencé a reir nerviosamente pero él no se unió a mi. Recien ahí caí en cuenta de lo serio que estaba hablando.

Me puse de pie rápidamente y Luke tomó mi mano.

- No puedes estar hablando en serio - murmuré - ¿Toronto?

- Perdón - miró nuestras manos - Si tú me pides que me quede lo haré, lo sabes.

Eso seria descaradamente egoísta de mi parte y no podría vivir con eso.

- No dejaré que abandones tus sueños por mi.

Amo a Luke pero si él quiere ir a Canadá a cumplir sus sueños pues... no hay nada que hacer y no seré yo quien se lo impida, por lo más doloroso que sea.

- No abandonare mis sueños - rodó los ojos - no seas dramática.

- ¡Es la verdad! - exclamé sonriendo para liberar un poco la tesion- si te quedas no harás lo que en realidad quieres y lo sabes.

- Pero te tendré a ti. - me acercó a su cuerpo pasando su brazo por mi cintura

- No Luke, no es suficiente. - me aparté para mirarlo a los ojos

Él miró fijamente al piso yo levanté su rostro para que me mirase. Tras una pausa finalmente dijo:

- No quiero perderte.

Lo miré y sentí una mezcla de ternura y angustia. Me acerqué a él y enrolle mis brazos alrededor de su cuello, sentir sus manos en mi cintura me hizo estremecer. Puso su cabeza en mi cuello y de esta manera profundizo el abrazo.

- No lo harás - susurré en su oido - tranquilo.