Solo en mi pensamiento...

Capítulo 6:

27.5.2015

En cuanto la distancia era cada vez menor, un montón de ideas invadieron mi mente:

Quiero protegerla, si es posible, ser el escudo que se llene de heridas para mantenerla intacta, aunque..., existirán heridas con las que no podré cargar, habrán sufrimientos que su corazón deberá soportar ¡¿Por qué?!, no importa, yo daría mi vida para que su dolor se extinguiera, tal  como flama ardiente que debe apagarse, ya que si no lo hace puede consumir todo a su al rededor..., y eso era justo lo que había pasado, me estaba quemándo, así que opté por la decisión más cobarde que un hombre puede cometer..., salí corriendo sin despedime ¡Corrí!¡Corrí! y no me detuve hasta estar en la cabaña.Mi respiración no podía estar más agitada, ni mi ritmo cardiaco más acelerado,me dolía la cabeza, me dolía tanto que me quedé dormido en el tiezo suelo de madera.

28.5.2015

Me levanté confundido, estaba sudado, parecía que me había despertado de una pesadilla, pero no era así, rápidamente encendí mi celular, eran las 2:00am, enseguida empezé a hacer mis tareas y cuando abrí la puerta de la cabaña para dirigirme a la casa observé que Dalila había dejado una nota:

"𝘕𝘰 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘢𝘳𝘦𝘢𝘴, 𝘣𝘢ñ𝘢𝘵𝘦, 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘺𝘶𝘯𝘢 𝘺 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴-𝘋𝘢𝘭𝘪𝘭𝘢"

-¡Wow!, nunca había sido tan cursi, no sabía si sorprenderme o alegrarme a ¿Acaso había estado siguiendome? o ¿Sabía en qué lugar me escondería?.Subí las escaleras muy detenidamente, no quería despertar a nadie, entré al cuarto y me dí una ducha, era una maravillosa mañana, podía escuchar a los grillos cantar, simplemente maravillosa, apenas salí, vi a Cyan mirandome muy fijamente con los brazos cruzados:

-¿En donde estabas?

-En la cabaña ¿Por?

-Me hiciste falta Yo

 Hizo cara de puchero y me abrazó:

-¡¿Qué haces?!

-Te doy amor para que nunca me dejes solo de nuevo

-¿Acaso no recuerdas que lo único que cubre mi miembro es la toalla?

-Oh, lo siento, perdón

Nos comenzamos a reir como nunca lo habíamos hecho, esta situación era tan incómoda JAJAJAJAJAJA.

Bajé a hacer el desayuno ¡Pancakes!, por cierto, soy un magnífico chef.Después de eso tenía miedo de ir al colegio, estaba triste, mis padres ni si quiera notaron mi ausencia, siempre era así pero estos días he estado sensible. Nada me aterraba más que la idea de tener que ver a Dalila de nuevo a la cara.Entonces observé por la ventana y la ví, Blanca, peinando su cabello como si de una criatura se tratara, mi medicina en sobredosis; de nuevo tenía energías para seguir adelante...