III: Intruso

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Ese hombre...

¿Acaso habrá sido su imaginación?

No, era imposible que lo hubiera imaginado.

¿Por qué se quedó estático?

Ni siquiera lo sabía, era como si fuera un imán que lo atraía hacia esa persona.

- Séptimo-

Jamás lo había visto, el aura que poseía era irreal, como si estuviera en otra sonda, en otro plano dimensional.

-eh, ¿Séptimo?-

No se sentía humano, no sabría cómo describir esa sensación, simplemente aquél individuo no lo sentía como parte del mismo espacio-tiempo, y sin embargo eso no le parecía del todo malo.

- Séptimo-

Su cuerpo jamás había experimentado esa sensación, sus piernas temblaron y su corazón se disparó a mil latidos por segundo, su cuerpo se calentó pero al mismo tiempo se enfrió de una manera que creyó morirse, aquella presión sofocante, y un instinto de correr y pedir ayuda lo había embargado.

-¡Naruto Uzumaki Namikaze te estoy Hablando!- el rubio aterrizó de nuevo a la tierra, volteó a su izquierda encontrándose al preocupado y viejo rostro de su antiguo maestro.

-¿Iruka-Sensei? no tenía que haberme gritado-ttebayo, un simple llamado bastaba- reclamó con un mohín en los labios.

Iruka era un físico astrónomo quién le había impartido clases durante la universidad, era uno de los miembros del observatorio debido a sus investigaciones pasadas y ejecución de su labor educando ahora a las nuevas generaciones.

-llevo hablándote desde hace cinco minutos, parecías en trance, ¿Estás seguro de qué estás bien? no sueles ser así de distraído, al menos no al grado de hoy - exclamó poniendo su mano sobre el hombro de su alumno favorito.

-Sí, sí, no pasa nada es sólo que he estado pensando en algo que ví ayer-

-¿Enserio? Puedes decirme si eso te ayuda- Naruto estaba por contarle sobre aquel hombre misterioso cuando una voz fría y aterciopelada se coló por sus entrañas.

"No lo digas"

Sintió un escalofrío recorrer su columna y esa debilidad repentina como para sostenerse de pie.

Iruka notó ese extraño cambio sin saber que hacer, tal vez Naruto no estaba completamente bien y el doctor del hospital no lo atendió correctamente.

- Naruto será mejor que vayas al hospital por una revaloración, no te ves bien y no me reproches, ve a casa y toma unos días libres, de cualquier manera no puedes hacer mucho si tú equipo sigue fuera de servicio-

Al Uzumaki no le quedó más opción que retirarse del lugar bajo la estricta mirada del castaño, no quería estar varado en su habitación, eso no era lo suyo.

Algo que no muchas personas sabían era que Naruto odiaba estar en casa, no importaba cuántas veces cambiara de residencia, siempre era lo mismo, lo abrumaba el silencio y la soledad que se respiraba en cada rincón de su morada, desde la muerte de sus padres había un enorme hueco en su corazón que jamás se llenaría.

Luego de media hora conduciendo llegó a su apartamento, cruzó la cerca de madera y el pequeño jardín que tenía hasta llegar a la puerta, una vez dentro botó sus cosas hacia un lado recostando se en el sofá.

¿Sabes diferenciar un sueño de la realidad?

Probablemente dirás qué sí, pero eso es sólo tú percepción.

SYMBIOSIS [ABANDONADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora