Capítulo 2

5 1 0
                                        

Mientras que mi vista se volvía borrosa, también volvía a estar completamente negra.

Su cuerpo estaba desapareciendo frente a mi y yo no pude hacer nada más que llorar.

Llorar para creer que eso lo traería de vuelta. Y obviamente me equivocaba.
Solo lo estaba perdiendo.

Me aferraba a su sudadera, pero algo me estaba jalando fuera de él.

Lo logró.
Todo se volvió oscuro.
Totalmente oscuro.

Y de repente abrí los ojos y la respiración volvió a mi.

Mis ojos se ajustaban a la claridad, mis oídos escuchaban murmullos a mi alrededor.
Mi cuerpo volvió a sentir.
Y mi corazón a la latir.

Mis tobillos y muñecas estaban sujetados con correas a una camilla, y habían muchas personas inclinadas sobre mi, viéndome impactadas.

Comencé a moverme para intentar soltarme, pero era imposible.

-Sueltenme- dije. Mi voz no salía de mi garganta.  Quería gritar, pero solo podía susurrar

-¡Emma!- me dijo una señora- ¡por favor para! ¡Cálmate!

Pero no lo hice. Me seguía sacudiendo para liberarme.
Y  lloraba por el fuerte dolor en mi pecho y cabeza.

-¡no! ¡no!- me intentaban inyectar con una enorme geringa, pero gritaba. Me desgarraba la garganta por apartarlos

-¡¿Emma?!

Esa voz
Era la voz de...

Mi madre

-¡Mamá!

Y apareció frente a mi, ojos hinchados, ropa de trabajo sucia, cabello despeinado y maquillaje corrido; era ella 

-¡Mamá!- le volví a gritar,  pidiéndole que me soltaran

Pero ella parecía en shock, me veía como si yo no fuera real, como si fuera solo una ilusión.

De pronto, detrás de ella llegó ese hombre que odiaba. El novio de mi madre.

Era un hombre alto, no musculoso pero tampoco delgado.
Cabello y barba abundantes y ojos castaño oscuro. Sostenía a mi mamá por los hombros mientras ella lloraba.

-Emma- dijo también

-¿Qué me ven? ¡Sueltenme!

Mi mamá, saliendo del shock corrió hacia mí, para abrazarme, con Jack, su novio, detrás de ella.

Me desataron y rápidamente abracé a mi madre, y ambas comenzamos a llorar

-Mamá- le dije mientras bajaba de la camilla-  ¿Dónde está Klake?

Ella me miraba

-Hija...

El pánico se apoderó de nuevo en mí.
Lo que había soñado...
¿Había sido sólo eso?
¿Un sueño?

-Murió ¿no es cierto?- dije

Sentí esa presión en el pecho, ese dolor, esa sensación de que tu corazón se desgarra, tus manos se congelan y el cuerpo pierde fuerza. Donde tre sientes vacía y temes que nunca se volverá a llenar. Que el dolor jamás se calmara.

Ella vaciló y dijo entre dientes

-Sí... dicen que su bolsa de aire no salió a tiempo Emma, tú fuiste afortunada

-¡¿Afortunada?! ¡¿AFORTUNADA?!- grité- ¡Mi novio murió! ¡Y fue mi culpa! ¡Murió por salvarme!! ¡NO SOY afortunada!!

Salí corriendo de ahí.
Había mucho frío, estábamos en una montaña y nevaba. Corrí hacia el bosque lo más rápido que pude, con las lágrimas nublando mis ojos, escuchando a las personas que me llamaban detrás y las luces de las sirenas se distorsionaban en mi vista borrosa.

Paré de golpe cuando ví que había un presipicio frente a mi. De mi boca salía mi aliento descontrolado.
A mi alrededor todo estaba calmado, pero dentro...

Dentro tenía una tormenta.

Klake y yo habíamos ido de viaje, solo los dos juntos, a una cabaña en lo más alto de Bariloche, Argentina.

Nos hospedamos por una semana, y estábamos volviendo a la ciudad para tomar el avión, cuando sucedió el accidente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos hospedamos por una semana, y estábamos volviendo a la ciudad para tomar el avión, cuando sucedió el accidente.

Recordaba todo...
Había permanecido con los ojos abiertos mientras nuestro auto daba vueltas sobre la carretera.

El auto giraba sobre el frío cemento de la carretera, los vidrios se reventaron. Veía como la bolsa de aire golpeaba la cara de Klake.
Pero la mía nunca salió.

El auto paró de girar y quedó en su posición normal.
Klake me tomó de la mano. Tenía cortes en su rostro por los vidrios, pero parecía estar bien.
Me veía asustado... Más bien atemorizado, pero no por lo que acababa de ocurrir, era por mi.

En cuando abrió la boca, sentimos un fuerte choque por detrás.

Un camión había impactado contra nosotros. Mi cinturón se rompió y salí volando por el parabrisas a dar contra el padimento.

Desde entonces todo se volvió negro.
Y fue cuando ví a Klake.
Por última vez...

-Analía 🔮

Mi Alma Dividida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora